Dentro de las vicisitudes de la vida está precisamente la muerte. Naturalmente ésta es la consecuencia de la primera, es innegable.
"Porque me has visto, has creído; bienaventurados
los que no vieron, y creyeron".[1]
Los temas de este blog serán tan variados como mi mente, que es una loca, con mil ideas a un mismo tiempo, tratando de emerger al tiempo, lo que naturalmente hace que a ratos mi secuencia lógica no resulte de la misma manera, lógica, es más bien dispersa e ilógica. Podré hablar de todo un poquito y de mi propia locura, de los argumentos que creará. Escribo para mí. De antemano no aspiro a que me excusen por las barbaridades que pueda decir, porque filosofar en voz alta es mi prerrogativa.
Dentro de las vicisitudes de la vida está precisamente la muerte. Naturalmente ésta es la consecuencia de la primera, es innegable.
"Porque me has visto, has creído; bienaventurados
los que no vieron, y creyeron".[1]
Sin tener el menor conocimiento del asunto, he de confesarlo de antemano, tuve alguna alusión a las diversas personalidades que se suponen habitan en uno (el yo[1], el ego, el alter ego, el super yo y las demás variantes que ignoro) y eso me hizo pensar en el tema, reiterando que no conozco del tema ni tampoco es mi interés profundizar en él.
Yo soy yo, pienso que me limito a pensar, es decir tal como
me percibo, pero a la vez ese yo siendo yo, se idealiza en la medida en que
quiere ser algo más, quién no tiene anhelos, deseos, se nutre de
idealizaciones, tiene ilusiones. Y hago notar que de todos modos como me
percibo yo mismo tampoco es que tenga como constante el pordebajeo, pues esa
percepción no la tengo de mí mismo, creo, pero eso sí aunque con deseos de ser
más.
Con mi tendencia a enredarme en ciertos temas, como
podrán haber notado, -endílguese a la ignorancia en este caso- el asunto es que
sin vericuetos ni interpretaciones enredadas pensaba que yo soy yo (y entre
paréntesis, siguiendo el camino clínico, Jesús tenía un ego ni el barraco: Yo
soy la luz, yo soy el camino, vea pues). Pero bueno…
Soy yo, soy uno con mis quereres y mi desamores, mi
apreciación de mí mismo y de mi mundo circunstante, de mis circunstancias
(buenas, malas o regulares) y no sé para qué carajos tienen que meter al ego
para decir que yo no soy yo sino que puedo ser otro yo al que no aprecio (en
cualquier sentido, si se quiere) o a lo mejor es lo mejor porque así se le
puede echar la culpa de algo no querido a otro inconsciente que no quiere
aparecer en primer plano sino que se oculta en las tinieblas de la mente,
mientras le conviene.
O sea que esto es más complicado que entender el dogma de
la santísima trinidad, todos en uno, uno en todos, todos para uno y uno para
todos, siempre que no apliquen términos ni condiciones. O en otras palabras,
déjelo así, si no le duele no se rasque, sea usted, que su ego, su alter ego y
hasta el super yo lo aguantan todo y lo que opinen los demás le tenga sin
cuidado, que ellos no lo mantienen ni lo mandan y que su ego perdure a través
de los siglos de los siglos, amén.
A veces las personas no tienen un motivo para cometer
estupideces —dijo la señora Levy encogiendo ligeramente los hombros—. Lo que sí
sé es que no ganas nada diciéndote que si hubieras hecho esto o aquello… —Cogió
a Faith por las mejillas y terminó diciendo—: «Confía en el Señor y no en tu
propia inteligencia».[2]
[1] Dice la IA en su simpleza: En
el contexto psicológico, "ego" y "yo" no son sinónimos,
aunque a menudo se usan indistintamente. El "yo" se refiere a la
percepción de uno mismo, incluyendo la conciencia de la propia identidad,
mientras que el "ego" es una construcción más compleja y a menudo se
considera una imagen idealizada o una máscara que uno presenta al
mundo. El ego puede ser visto como una parte del "yo" que busca
validación externa y control, mientras que el "yo" auténtico puede
estar más conectado con las emociones y la autenticidad.
[2] Pecado original. Karin Slaugther.
Solo los más fuertes sobreviven, uno de los principios del darwinismo.
…
sabía que en la vida de cualquier persona llegaba un momento en que ya era
demasiado tarde para cambiar nada; lo único que se podía hacer era esperar la
muerte para convertirte en algo intrascendente.[2]
[1] La
teoría darwiniana no postula que "el más fuerte" sobrevive, sino
que la supervivencia depende de la adaptación al entorno; es decir, las
especies que mejor se ajustan a las condiciones cambiantes tienen mayores
probabilidades de sobrevivir y reproducirse. Esta adaptación no implica
necesariamente ser el más fuerte físicamente, sino tener las características
más ventajosas para el ambiente en el que se vive. La expresión
"supervivencia del más apto", a menudo asociada a Darwin, fue en
realidad propuesta por Herbert Spencer, un contemporáneo de Darwin, y se
refiere a la capacidad de un organismo para sobrevivir y reproducirse con éxito
en su entorno específico. Darwin mismo se refirió a este proceso como
selección natural, donde las condiciones ambientales favorecen a aquellos
individuos con rasgos que les permiten prosperar. En resumen, la teoría de
Darwin se centra en la adaptación y la selección natural, no en la fuerza
física como único factor determinante de la supervivencia. La frase
"supervivencia del más apto" es una simplificación que a veces se
interpreta erróneamente como una defensa del más fuerte, cuando en realidad se
refiere a la adecuación al entorno.
[2] Palabras
totas. Karin Slaugther.
La serie se llama 24. Creo que de 2014, Jack Bauer es el actor principal (el mismo de 24 horas). Es como si no la hubiera visto. Supongo que la vi, al haber visto todas las de Bauer. Lo que vi en los primeros capítulos de temporada era como si lo viera por primera vez, aunque la duda estaba latente.