miércoles, 16 de julio de 2025

PANEGÍRICO

             Dentro de las vicisitudes de la vida está precisamente la muerte. Naturalmente ésta es la consecuencia de la primera, es innegable.

             Ya en el mundo moderno nos hemos superado a nosotros mismos y cotidianamente compartimos nuestras vidas de alguna manera con una mascota, que más que ser de la familia, son parte de la familia. Y como tal lloramos su enfermedad, sus dolencias y sus ausencias. Son parte de nosotros y algunas veces son algo más que familia. Lo más curioso es que cuando de ellas se trata sabemos desde el principio, a pesar de no tener conciencia cierta, que ese familiar solo va a estar con nosotros diez o hasta quince años de nuestra vida, que si el camino se ajusta, seremos siempre nosotros los que les sobreviviremos.

             Y así fue con Miel. Conmigo una perra particularmente especial y no quiero entrar en detalles de cómo lo fue, eso queda entre ella y yo, teníamos nuestro pacto silencioso, nos queríamos a nuestra manera, expresiva por demás, cada vez que nos veíamos. Hoy sé que su ausencia se notará y no de cualquier manera, sin ser bulliciosa ni loca, su presencia quedará de alguna manera impregnada en nuestro corazón.

             No es hora de dolores ni de añoranzas, es hora de dejarla partir, sabiendo que en todo caso el recuerdo queda en nuestro corazón, así no más, tal como vino, sin compromiso ni obligación.

             Lo que voy a relatar no es para que me lo crean, pueden considerarse senilidades, tampoco es para convencer, tal vez lo soñé, qué importa, dejemos en que es un cuento para entretener y como cuento puede ser cierto o no, poco importa ahora.

             Dormía hace unos días la siesta o si se quiere era hora de la meditación, unos antes de que Miel se fuera, y ya entrando en el entresueño sentí cómo un perro brincaba a la cama, a mi lado; ya se pueden imaginar el susto que me pegué y más al ver que al abrir los ojos no había animal alguno. Aclaro que estoy acostumbrado a que mientras duermo en las oportunidades en que comparto los días con perros, ellos suelen acostarse saltando a la cama en diferentes momentos de la noche, por lo que es sensación cotidiana. Por eso sé distinguir sus saltos y sus pesos.

             Así fue y ya repuesto del susto, luego de un vea pues, traté de seguir con la siesta, audífonos incorporados que es como la hago, pensando en lo curioso que fue la situación. Nuevamente entrando en el entresueño, ya casi dormido, supongo, sentí un nuevo salto a mi lado, con una sensación de que la segunda vez era un llamado de atención o una corroboración de que entendiera que era cierto lo del primer salto. Naturalmente también en esta oportunidad di un salto producto del susto que me pegué y de ver que al abrir los ojos no había nada.

             Puede ser que haya sido imaginación mía, puede ser que por estar viejo veo lo que quiero inventarme, puede ser una despedida, puede ser cualquier cosa, pero lo cierto es que a mi perra le deseo un buen viaje, tal vez nos volvamos a ver, si es que hay algún lugar en que nos reencontremos.

 

"Porque me has visto, has creído; bienaventurados los que no vieron, y creyeron".[1] 



[1] Juan 14:5.


lunes, 14 de julio de 2025

MIS EGOS

             Sin tener el menor conocimiento del asunto, he de confesarlo de antemano, tuve alguna alusión a las diversas personalidades que se suponen habitan en uno (el yo[1], el ego, el alter ego, el super yo y las demás variantes que ignoro) y eso me hizo pensar en el tema, reiterando que no conozco del tema ni tampoco es mi interés profundizar en él.

 

            Yo soy yo, pienso que me limito a pensar, es decir tal como me percibo, pero a la vez ese yo siendo yo, se idealiza en la medida en que quiere ser algo más, quién no tiene anhelos, deseos, se nutre de idealizaciones, tiene ilusiones. Y hago notar que de todos modos como me percibo yo mismo tampoco es que tenga como constante el pordebajeo, pues esa percepción no la tengo de mí mismo, creo, pero eso sí aunque con deseos de ser más.

 

            Con mi tendencia a enredarme en ciertos temas, como podrán haber notado, -endílguese a la ignorancia en este caso- el asunto es que sin vericuetos ni interpretaciones enredadas pensaba que yo soy yo (y entre paréntesis, siguiendo el camino clínico, Jesús tenía un ego ni el barraco: Yo soy la luz, yo soy el camino, vea pues). Pero bueno…

 

            Soy yo, soy uno con mis quereres y mi desamores, mi apreciación de mí mismo y de mi mundo circunstante, de mis circunstancias (buenas, malas o regulares) y no sé para qué carajos tienen que meter al ego para decir que yo no soy yo sino que puedo ser otro yo al que no aprecio (en cualquier sentido, si se quiere) o a lo mejor es lo mejor porque así se le puede echar la culpa de algo no querido a otro inconsciente que no quiere aparecer en primer plano sino que se oculta en las tinieblas de la mente, mientras le conviene.

 

            O sea que esto es más complicado que entender el dogma de la santísima trinidad, todos en uno, uno en todos, todos para uno y uno para todos, siempre que no apliquen términos ni condiciones. O en otras palabras, déjelo así, si no le duele no se rasque, sea usted, que su ego, su alter ego y hasta el super yo lo aguantan todo y lo que opinen los demás le tenga sin cuidado, que ellos no lo mantienen ni lo mandan y que su ego perdure a través de los siglos de los siglos, amén.

 

A veces las personas no tienen un motivo para cometer estupideces —dijo la señora Levy encogiendo ligeramente los hombros—. Lo que sí sé es que no ganas nada diciéndote que si hubieras hecho esto o aquello… —Cogió a Faith por las mejillas y terminó diciendo—: «Confía en el Señor y no en tu propia inteligencia».[2]

Tomado de Facebook
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[1] Dice la IA en su simpleza: En el contexto psicológico, "ego" y "yo" no son sinónimos, aunque a menudo se usan indistintamente. El "yo" se refiere a la percepción de uno mismo, incluyendo la conciencia de la propia identidad, mientras que el "ego" es una construcción más compleja y a menudo se considera una imagen idealizada o una máscara que uno presenta al mundo. El ego puede ser visto como una parte del "yo" que busca validación externa y control, mientras que el "yo" auténtico puede estar más conectado con las emociones y la autenticidad. 

[2] Pecado original. Karin Slaugther.


miércoles, 9 de julio de 2025

DARWIN

             Solo los más fuertes sobreviven, uno de los principios del darwinismo.

             Entonces me pregunté cómo he podido sobrevivir en este mundo al no ser el más fuerte, es más, creo que soy uno más de los debiluchos que cohabitan este planeta. Y conmigo, supongo que la mayoría, los anónimos que no fuimos más que eso, anónimos. Dentro de la teoría darwiniana debí haberme extinguido al no ser considerado como prototipo de ser más fuerte que los otros, esos que según la teoría están destinados a sobrevivir.

             Pero ante la duda, la IA[1] me precisó que la teoría no se refiere a la fuerza física propiamente dicha sino a la capacidad de adaptación y me dije: Ah bueno, eso es otra cosa.

             Entonces, siendo así, ya perdió toda sustancia escribir sobre el asunto, al no ser el más fuerte, ni tampoco el más astuto pues de haberlo sido no estaría en donde estoy, me digo.

             Y al no tener argumentos para continuar, solo me quedó la duda de cómo ha sido posible que me haya adaptado a este mundo, en las actuales circunstancias? 

… sabía que en la vida de cualquier persona llegaba un momento en que ya era demasiado tarde para cambiar nada; lo único que se podía hacer era esperar la muerte para convertirte en algo intrascendente.[2]

Tomado de Facebook
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[1] La teoría darwiniana no postula que "el más fuerte" sobrevive, sino que la supervivencia depende de la adaptación al entorno; es decir, las especies que mejor se ajustan a las condiciones cambiantes tienen mayores probabilidades de sobrevivir y reproducirse. Esta adaptación no implica necesariamente ser el más fuerte físicamente, sino tener las características más ventajosas para el ambiente en el que se vive. La expresión "supervivencia del más apto", a menudo asociada a Darwin, fue en realidad propuesta por Herbert Spencer, un contemporáneo de Darwin, y se refiere a la capacidad de un organismo para sobrevivir y reproducirse con éxito en su entorno específico. Darwin mismo se refirió a este proceso como selección natural, donde las condiciones ambientales favorecen a aquellos individuos con rasgos que les permiten prosperar. En resumen, la teoría de Darwin se centra en la adaptación y la selección natural, no en la fuerza física como único factor determinante de la supervivencia. La frase "supervivencia del más apto" es una simplificación que a veces se interpreta erróneamente como una defensa del más fuerte, cuando en realidad se refiere a la adecuación al entorno. 

[2] Palabras totas. Karin Slaugther.


lunes, 7 de julio de 2025

DUDAS

            La serie se llama 24. Creo que de 2014, Jack Bauer es el actor principal (el mismo de 24 horas). Es como si no la hubiera visto. Supongo que la vi, al haber visto todas las de Bauer. Lo que vi en los primeros capítulos de temporada era como si lo viera por primera vez, aunque la duda estaba latente.

             Me puse a averiguar y resulta que la serie tiene nueve temporadas, parece que empecé precisamente en la novena, al no darme cuenta. Y eso me llevó a pensar si la había visto o no. En una palabra, la duda se instaló.

             Pensándolo no supe si la había visto o no. Muy extraño, demasiado extraño.

             Por más capítulos que veía no daba y la duda estaba ya asentándose. Sé que la vi (o no?) porque de por sí es apasionante, lo tiene a uno intrigado y al finalizar capítulo con deseos de seguir viendo el siguiente, independiente del tiempo y del espacio.

             Lo preocupante es no tener ningún recuerdo, no saber si se vio, lo sé, han pasado más de diez años, pero cosa curiosa todavía recapitulo Bonanza (y estamos hablando de hace más de sesenta años), del señor Cartwright y su familia, hasta el cocinero recuerdo que se llamaba Joutsin, pero de 24 no recuerdo haberla visto.

             Es una duda, razonable, creo, pero, ese pero que queda es demasiado profundo y desentrañable pues del recuerdo no se puede confiar.


Tomado de Facebook
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