viernes, 31 de enero de 2020

REFLEXIONES AL PODER HISTORICO DEL ODIO



      Me encuentro en el punto de no saber si es mejor recordar u olvidar la historia. Es tema álgido y difícil de discernir. En ambos extremos hay opiniones pudiendo ser ambas respetables, aunque incómodas.

      Viendo en televisión, que me hace recordar que todos los años termina siendo la misma historia, la conmemoración de un año más de hecatombes. Sí, es cierto, me digo, que fue triste y trágico lo que hicieron los nazis, como trágica fue la colonización española o la inglesa, como infame fue la esclavitud no solo negra sino humana, desde tiempos anteriores al imperio romano. Como igualmente fue el exterminio callado del comunismo ruso o el chino. Es decir, a lo largo de la historia el exterminio o el sometimiento ha sido una constante y seguirá siendo con las sutilezas modernas.

      Pero mi reflexión me lleva a pensar si no es hora de dar paso a otra página, dejar que lo pasado tenga su más honorable entierro –sin significar necesariamente olvido- y caminar a partir del hoy, reflexionando sobre él con miras a un futuro mejor.

      La constante repetición de verdades incómodas lo único que está generando, en la actualidad con las redes sociales, es odio, nada más que eso. Y es allí donde se radicalizan las opiniones, en la mayoría de casos sin haber sido ni siquiera afectados pero que se consideran con autoridad para opinar, aún sin conocer la verdadera historia, guiados solo por el chisme de la red social. Si nos hemos de odiar, odiémonos por hechos que estamos soportando en la actualidad, no por aquellas barbaridades ocurridas en la conquista o en las guerras del pasado, de las cuales, como dije, ni siquiera nos hemos empapado con alguna profundidad.

      Vale la pena enfrascarnos hoy por el exterminio nazi, pero no hacemos nada ahora con la proliferación de neonazis, distorsionado el pensamiento del ayer y del hoy? Vale la pena denigrar contra los españoles por la conquista contra los indígenas de las Américas?

      Supongo que es hora de pasar la página de la historia para quitarnos de encima el odio que esas páginas dolorosas y sangrientas continúan generando en un silencioso transcurrir que solo llevan a dividirnos más como género humano.

Eso es. Ya estamos todos. A veces la muerte es como una ecuación algebraica, una larga serie de factores X y valores Y, multiplicados y divididos, sumados y restados hasta que se obtiene una solución simple pero espantosa: cero. Y en aquel momento la fórmula estaba escrita.(1)

Tomado de Facebook. 19-winston-churchill.jpg


(1) John Katzenbach. Historia del loco.

miércoles, 29 de enero de 2020

REFLEXIONES ACERCA DE LA CHÁCHARA


            A raíz de la displicencia que se ha entronizado en la transversalidad de la vida, enconando sus hechos en circunstancias inéditas, llegándose a situaciones vacuas que viralizan la exposición de una subcultura de ecosistema de supremacía, en la que subyace una serie de complejidades que segmentan la opinión en el fatalismo de la inconsciencia, han de conocer la certeza de estas palabras y el filin que de ellas deviene.

            El párrafo anterior no trata de demostrar lo docto que puedo ser sino de lo insustancial a lo que estamos llegando. En ese párrafo no se dice absolutamente nada, pero puede pasar por ser escrito por algún gran hombre inscrito en la historia (o para colmo, en las redes sociales) y por ello, sería aplaudida la frase por una profundidad inexistente.

            Si a ese párrafo se le agregaran anglicismos y tecnicismos que nadie conoce, adquiere un mayor valor de supremo conocimiento en cualquier situación descrestante. Recuerdo a alguien que importaron en una empresa que trabajaba, en que sus presentaciones eran eso, descrestantes porque exhumían sabiduría, no decían nada y lo mejor del cuento, uno no entendía un carajo en medio del marasmo del discurso insulso (se me pegó la sabiduría!). Hasta que la gran jefe le pidió que le hablara en español y sin usar terminachos porque nadie entendía lo que estaba diciendo. En ese momento pensé en el colegiazo de donde provenía, que por su bilingüismo habían olvidado que vivían en un país de habla hispana, en el que se come yuca y papa y no cronch.

            Entonces, por culpa de esas parrafadas y de la educación dada, estamos llegando a extremos en que una conversación con jóvenes, además de insulsa y grotesca (por aquello de llamar al amigo perro o zorra, güey y parce y demás) el idioma se va perdiendo en insustancialidades inentendibles y de allí, para terminar, que:

Desde hace unas tres décadas varias personas que creen conocer nuestro idioma se han dedicado a cambiar sustantivos y adjetivos dizque porque los que hay en los diccionarios son ofensivos. Que levante la mano quien, con la edad que yo tengo, en su casa no hubo «sirvienta», sino «trabajadora» como hoy en día, o los hijos fueran llamados por el masculino y el femenino o con el signo @ para abarcar en la rídicula palabra: «niñ@s». Llenaríamos tres o más columnas con las ridiculeces que han inventado. En el caso de adulto mayor (viejo) están equivocados porque todos los adultos son mayores, pues llegar a los 18 años garantiza que se alcanzó la mayoría de edad. Ese «adulto mayor» aparece en el Diccionario de americanismos de la Real Academia Española y el único país que lo tiene es el nuestro. ¡Qué pecao!(1)

            Sí, que pecao.

Solo hay una oportunidad de causar una primera impresión.(2)

Tomado de Facebook.
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[2] Dan Brown. Origen.

lunes, 27 de enero de 2020

REFLEXIONES EN TORNO A LA PRESIÓN DEL INODORO.


            El Espectador(1), al igual que todos los noticieros y periódicos, plantillaron como gran noticia mundial, la preocupación que tenía Trump por la presión de los inodoros, que catalogó como problema de nivel nacional.

            Eso me llevó a pensar que con poder se pueden decir todas las estupideces y sandeces que se quieran y, lo peor, es que con tanto áulico alrededor, la estupidez termina siendo aplaudida.

            Tema nacional la poca presión de los inodoros. Y en su discurso terminó criticando: los intentos por cambiar las bombillas tradicionales de luz para ahorrar energía. Según Trump, las nuevas lámparas no dan buena luz. "No te hacen ver tan bien. Claro, siendo una persona vanidosa, eso es muy importante para mí. Es como si te diera una apariencia anaranjada", bromeó.

            Si los gringos son los gringos que pudieron llegar a la luna, cómo es posible que no hayan podido solucionar el problema? Aunque eso me recuerda que en las primeras misiones espaciales los gringos gastaron montañas de plata buscando un artefacto para poder escribir en el espacio y los rusos lo habían solucionado con un objeto llamado lápiz. Aunque también es cierto que los gringos se precian de ser los más inteligentes del planeta –sin reconocer que todas esas mentes no son gringas sino de inmigrantes del resto del planeta-.

            Pero bueno, la reflexión de hoy era la estupidez con poder. Que me lleva a pensar que la gran potencia se irrogó como la gran salvadora del universo libre y por eso se permite hacer cuanta barbaridad pueda escribirse, sin saberse quién, cuándo ni cómo les dimos ese poder, pero que se lo irrogaron, así lo hicieron y terminamos creyéndoselo.

Sila puede hacer lo que se le antoje —replicó César—. Le han nombrado dictador, que es mejor que ser rey porque sus edictos tienen fuerza de ley y no está atado por la lex Cecilia Didia de los diecisiete días que deben transcurrir entre la promulgación y la ratificación, ni tiene que presentarlas al Senado ni a las asambleas. Y no se le puede pedir explicaciones por nada de lo que haga, ni por nada de lo que haya hecho antes. Ahora que te advierto —añadió pensativo—, que si Roma no se conduce con mano firme está acabada. Así que espero que todo le salga bien y que tenga la visión y el valor para hacer lo que sea preciso.(2)

Tomado de Facebook.
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[2] Colleen McCullough - Favoritos de la Fortuna

viernes, 24 de enero de 2020

REFLEXIONES SOBRE LA HISTORIA


      Quién debe contar la historia? El que ganó? Es una pregunta que sigo haciéndome a propósito de los acuerdos de paz y de la designación del encargado de dirigir la entidad, que según la mayoría de los comentaristas carece de la imparcialidad suficiente para hacerlo.

      Tradicionalmente el vencedor es el que la escribe, no hay duda. El que perdió y tiene la oportunidad de contarla? Tal vez.

      Pero ninguno lo hará con objetividad ni con imparcialidad. Lo hará guiado por sus pasiones, sus dolores o su poder. Y un tercero desde la distancia? Difícilmente puede ser objetivo pues le influenciarán pensamientos ajenos, de oídas, con las connaturales mañas o malos pensamientos adquiridos previamente.

      Entonces quién podrá escribirla si no hay objetividad ni quién pueda ser objetivo?

      Y está esa lucha de poder contar una historia, porque todos quieren hacerlo, a sabiendas de que con ello terminan siendo gestores de odio.

      Ahora, si fuera cierto el viejo dicho repetitivo de que quien no conoce la historia está condenado a repetirla, por qué conociéndola se empeña en repetirla eternamente? Pues parece que así es como aparece a lo largo de la historia.

      De otro lado, se escriben tomos y tomos, mamotretos que nadie se lee, pudiendo contener verdades. Vano esfuerzo, me digo. Porque todos los que tienen algo qué contar están sesgados, como dije, por su dolor, su prepotencia, su fanatismo y así la historia contada no pueden considerarse como historia, precisamente por estar mal contada.

            Eso me llevó a recordar una frase de Churchill: La historia será amable conmigo, porque tengo intención de escribirla. Y así fue.

      Son reflexiones de un viejo al que ya la historia le importa un comino, porque todo, con historia o sin ella, sigue siendo igual, a pesar del paso de los siglos, a pesar del conocimiento previo de la historia y a su eterna repetición. Me conformo con leer las historias, en medio de una buena novela, de esas de contenido histórico, porque al menos sé de las libertades que se tomó el novelista.

      El colofón es que la historia si no se escribió a tiempo, para qué reescribir lo que se diluyó en el tiempo, si precisamente la olvidamos tan fácilmente?

Con frecuencia, los conflictos entre ambos se deben más a cuestiones semánticas que al contenido de su discurso.(1)

Foto JHB. Bolívar, Salento.


(1) Dan Brown. Origen.

miércoles, 22 de enero de 2020

REFLEXIONES SOBRE LAS CLASES SOCIALES


      No hace muchos años, en el siglo pasado para ser más concretos, se reconocía a simple vista la diferenciación de clases sociales. Hoy la cosa ya es más complicada, pues a simple vista no es posible hacerlo, las apariencias se hicieron más engañosas. Nada más ver caras manejando carros de alta gama o mansiones habitadas por personajes que en nuestra época podían decretarse como venidas a menos. Hoy las fisonomías no tienen distingo. Nada más ver las caras de los honorables congresistas y dejan mucho qué desear, de lejos se les nota. Pero paro con mi veneno, por el momento.

      Y hoy me hizo pensar qué es la tan cacareada clase media. Aparentemente definida según una concepción política o por el monto de ingresos o por la capacidad de pago, pero en últimas sigo sin saber qué lo es. La clase alta la ve uno por los pedigrís sumados a la riqueza que tienen y la clase baja, la que está por debajo de la media, por el pueblo paupérrimo, pero que aún sobrevive con todo y a pesar de todo.

      Sin saberlo en conciencia, siempre me definí clase media porque podía obtener las cosas a las que no podían acceder las clases inferiores pero que, de cualquier modo, me impedía tener lo que tenían los que estaban por encima. Y lo obtenido no era gracias al ingreso, propiamente dicho, sino por estar endeudado para obtenerlas. En otras palabras, jodido pero contento, mientras se pudiera.

      Hoy, aunque me importa un comino establecerme en el círculo de clase media, no sé bien en dónde definirme, porque simplemente no le encuentro razón de ser a la distinción.

      Y eso me lleva a unas reflexiones que leyera de Héctor Abad:

Una de las paradojas más interesantes de la clase media (esto lo observó Tocqueville) es que esta protesta más cuando progresa que cuando regresa a formar parte de los pobres. La caída los hunde y deprime; el ascenso los anima a pedir mucho más. Cuanto más avanza, más miedo tiene de caer, y cuando el miedo supera a la ilusión, sale a la calle indignada a protestar. Cuando cae sin remedio, prefiere hacerse a la sombra y lamerse sus heridas en silencio y en un rincón.

(…) En la calle no está esa clase ya hoy minoritaria, el proletariado. Los trabajadores de fábrica no pueden salir los martes y los jueves a marchar, porque los echan. Los proletarios son más víctimas que protagonistas de las marchas: si no hay transporte público, les toca caminar. El proletario sufre para pagar el alquiler de la casita; el pequeño burgués, por las cuotas de la hipoteca y, sobre todo, por el tamaño del apartamento. A la calle van los que tienen tiempo y plata para el fiambre. Los jóvenes marchan mientras los padres producen para el pan. Cuanto menos mal esté la clase media, más gente habrá en la calle. 

(…) En las marchas y paros se pide todo. Es como una fiebre, el síntoma agudo de un malestar que no en todos es igual. Como dice Albinati, a la clase media no la define lo que tiene, sino lo que le falta. O, lo que es lo mismo, cada cual siente su propia carencia: si no pasé a la universidad pública, pido la universidad abierta para todos; si me endeudé para estudiar en una privada buena, mediocre o pésima, pido la condonación de la deuda; si soy hija de un empleado en una empresa minera, defiendo el derecho a la minería responsable; si mis padres son empleados en una fábrica, exijo que no aumenten la edad de jubilación y estabilidad laboral pase lo que pase en la fábrica; si se me murió un pariente por mala atención médica, me concentro en el derecho a la salud. Curiosamente, se reivindican derechos básicos (vida, agua, educación, salud, vivienda) exhibiendo derechos suntuarios: protesto por la comida, pero estoy perfectamente peluqueado en barbería chic y estreno tenis de marca, e incluso cacerola, para la manifestación.

Bogotá, al ser la ciudad colombiana con la clase media más numerosa y sólida, es también la ciudad que concentra la protesta de los jóvenes pequeño burgueses. Ojalá sus protestas alcancen alguna conquista válida y arranquen privilegios a la alta burguesía, no solo para ellos, sino para el grueso de la población. Este diagnóstico que propongo, y que es más bien una hipótesis que una tesis, no pretende ser una crítica, sino sobre todo una explicación.(1)

      Y concuerdo con Abad, a la clase media no la define lo que tiene sino lo que envidia. Y en mi caso, lo irónico es que los pobres me ven con desprecio y me dirán con rabia: ese rico. Y los ricos me mirarán con desprecio y su mirada dirá todo. Eso pasa por estar en la mitad del sánduiche.

Tomado de Facebook.
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(1) Héctor Abad Faciolince. La rebelión de la pequeña burguesía. https://www.elespectador.com/opinion/la-rebelion-de-la-pequena-burguesia-columna-899321

lunes, 20 de enero de 2020

REFLEXIONES DE UN AGNÓSTICO?



            Ante la imposibilidad de definirme entre crédulos e incrédulos he optado por el agnosticismo, por aquello de la ley de probabilidades y de que no existen las brujas, pero que las hay, las hay.

            Y eso me ha llevado a unas lecturas que resultan dicientes y que, en materia religiosa, hacen que la duda sea malediciente, por ejemplo aquellas que predican a un Dios de bondad pero que en boca de sus elegidos dejan mucho qué desear.

            Por el momento, la antigua oración que se hacía en tiempos de bárbaras naciones al momento de la excomunión –actualmente no sé cuáles son las palabras que usa la iglesia para tales efectos. Oficialmente no me las han notificado- :

“Malditos sean siempre y en todas partes; malditos sean día y noche y a todas horas malditos sean cuando duermen y cuando están despiertos; malditos sean cuando comen y cuando beben malditos sean cuando callan y cuando hablan. Malditos sean de pies a cabeza. Que sus ojos se cieguen; que sus oídos ensordezcan; que su boca enmudezca; que su lengua se quede pegada al paladar; que sus manos no puedan ya tocar nada más y que sus pies no puedan ya andar. Malditos sean todos sus miembros; malditos sean cuando están de pie, cuando yacen y cuando están sentados. Que sean enterrados con los perros y los burros, que los lobos rapaces devoren sus cadáveres.(1)

            Invocaciones que dejan mucho qué desear respecto de ese Dios que predican.

            Otra, que a pesar de provenir de otra novela, son frecuentes en los consabidos representantes, cuestión que ya de por sí implica contradicción:

Esperemos que Dios destruya a todos sus enemigos —dijo el papa santiguándose. (2)


            De allí que, en cuanto a sus iglesias, piense que ellas resultan un tanto culpables ante mi falta de credulidad:

Las iglesias, en efecto, no tienen razón y, lo que es peor, arrastran a sus seguidores a un mar de confusión y de angustias innecesarias. (3)

La Iglesia nos dice que en la vida podemos elegir, pero a veces me pregunto si los antiguos griegos no tendrían razón, en el sentido de que existen dioses juguetones —y a veces perversos— que entretejen nuestro destino y hacen estragos en nuestra vida.(4)

            No sé si el tiempo me lleve a otros caminos, al ser indescifrables los de Dios y cambie de opinión, hacia uno u otro lado, el de la espiritualidad profunda o al de la incredulidad total; mientras, sigo apostándole al cincuenta por ciento, por aquello de las probabilidades.

            Y mientras, igualmente, espero que con paciencia mis reflexiones no den lugar a más excomuniones ni me maldigan en silencio –aunque lo mejor es que sea en silencio para no alterar mis energías- a pesar de que las citas de estas reflexiones son autores que no son de agrado de católicos ortodoxos.

Naturalmente, sabía de sobra que la pregunta «por qué he nacido» se la habían formulado ya millones de seres humanos y siempre en vano, que la respuesta pertenecía a ese enigma llamado Vida, que para fingir que la había encontrado tendría que recurrir a la idea de Dios. (5)

Tomado de Facebook. 
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[1] Hanny Alders - El Señor de los Cátaros.
[2] Mario Escobar - El Papa Ario.
[3] JJ Benitez. Caná.
[4] Gary Jennings, Robert Gleason y Junius Podrug. Sangre azteca.
[5] Oriana Fallaci. Un sombrero lleno de cerezas.

viernes, 17 de enero de 2020

CONTRADICCIÓN MENTAL



Todo este problema de violencia que se ha generado en el país a raíz del paro nacional y todas las consecuencias que se han venido presentando me han llevado a una contradicción mental y por partes me explicaré.

De una parte están los actos que se suceden con las marchas que han terminado en violencia no deseable. Las marchas deben generar al gobierno la reflexión de que hay un descontento. Naturalmente en los últimos cincuenta años cada vez que hay gobierno nuevo hay manifestaciones, porque sí o porque no. Sinceramente no he entendido cuáles son las motivaciones concretas. Que están dadas por la inconformidad de los maestros, de los jueces, de los empleados, de los pensionados, de los transportadores, de los estudiantes y de toda agremiación que pueda protestar, todas las cuales se pueden originar en un punto preciso pero que a lo largo de ellas se van desvirtuando y terminan con protestas sin un objetivo claro, éste se diluye a medida que se van pegando inconformidades. Pero cuál es el motivo exacto de la protesta? Es lo que me vengo preguntando porque el discurso termina siendo etéreo, impreciso e inimaginable. Porque les pagan poco, porque trabajan mucho, porque no se ven resultados, no son precisamente los argumentos expuestos. Basta con preguntar a los manifestantes qué es lo que quieren y terminan en babosadas como aquella de que es apoyo a la madre tierra, a los derechos humanos (¡!) de los animales, del querer que sean gobernados por jóvenes (como si el experimento no se hubiera realizado y aún con el actual, el más joven, según tengo entendido). Y desde que conozco las manifestaciones siempre han sido excusas a una protesta que no tiene un objetivo preciso. Por ejemplo, nunca he visto una en que se pida una mejor calidad de educación o contra algún abusivo impuesto –el 4 por mil, antes 2 por mil, por ejemplo-, o porque requieren condiciones más dignas, a pesar de que estas explicaciones también vienen a ser imprecisas, pero bueno, una buena excusa sería por una paz duradera, por el exterminio de la guerrilla o del hampa, o que las utilidades de las empresas sean repartidas en un porcentaje entre sus empleados, o qué se yo. En conclusión, los objetivos de las marchas se desvirtúan con tantos actores, con tantos intereses que impiden precisar qué es lo que quieren los marchantes.

Y eso me lleva a los desmadres en que terminan las manifestaciones. Siempre acaban en lo que no deben terminar, en violencia, producto del vandalismo, el destrozo, la pedrea, el embadurnamiento de paredes, el grito del uno contra el otro y los ánimos caldeados, como si oyeran el grito veintejuliero aquél de que si perdéis estos momentos de efervescencia y calor, que enardece el ánimo. Quienes pagan los destrozos? Los comerciantes que nada qué ver. Los contribuyentes con impuestos adicionales por la destrucción que originaron los inconformes vándalos. Y discordia entre ellos, que esos vándalos son guerrilleros urbanos; que no, que son policías disfrazados; que tampoco, que son muchachitos que nunca habían sentido el peso de tener una piedra en la mano. Vaya uno a saber si es una mescolanza de todos los anteriores.

Y entonces eso me lleva al gobierno. El uso de la fuerza, apenas connatural dentro de las potestades gubernamentales, para el mantenimiento del orden y la seguridad, fuerza que se usa a través de policía y ejército, empleados del estado que están precisamente establecidos para esos efectos y, por ende, cuando se usa la fuerza para restablecer el orden es simple acatamiento de las labores para las cuales fueron contratados. Es apenas natural, si se quiere, del desarrollo de la democracia. Sabemos que esa es la función de la fuerza armada, pues si no hubiera lo uno no existiría la otra, pero no estamos en un país de ángeles como para no tenerlos. Si pensara como gobierno, es apenas natural que necesite de esa fuerza coercitiva para llevar las mejores riendas del país, para asegurarles a todos el orden y la seguridad tan cacareada en la democracia. Y es más, existen otras fuerzas invisibles, de todos conocidas pero evitadas en el pensamiento. Son las fuerzas de inteligencia, del espionaje necesarias tanto dentro como fuera del país, fuerzas ocultas que mantienen la supuesta integridad de un país cualquiera, porque enemigos se tienen dentro y fuera de la casa, eso es indudable y necesario, si uno piensa como gobierno que les necesita para tratar de mantenerse en el poder.

Todo esto me lleva a concluir algo que vi en Facebook, escrito por Yokoi Kenji (ese que parece japonés pero que es colombiano), quien sabiamente señala:

SON NUESTROS. La cuestión en Colombia es que no queremos entender que todos son nuestros hijos. No son los hijos de extraños ni de otra especie, son nuestros hijos. Son nuestros policías legales y nuestros protestantes legales, es nuestro grupo antidisturbios y nuestros grupo de jóvenes revoltosos, son nuestros heridos, nuestras víctimas y finalmente será siempre nuestro llanto. El vándalo y el abusador del estado son inaceptables, pero son nuestros vándalos y nuestros abusadores, así como el hijo terrible y desobediente sigue siendo igual nuestro hijo.
Es nuestra corrupción, nuestro terrorismo, nuestra violencia, nuestra riqueza y nuestra pobreza. Es nuestra desigualdad y la gente indiferente a todo esto, es nuestra gente también.
No se puede pluralizar y apropiar solo cuando nos conviene, cuando el gol es nuestro, debemos asumir nuestra virtudes y nuestra barbarie. Se evidencia nuestra ignorancia cuando nuestra selección gana y la aplaudimos pero luego amenazamos por redes al jugador que comete un autogol...
Por fin llegué al punto:

Es nuestra derecha extrema y nuestra izquierda extrema, intentar borrar alguna de las dos por medio de actos sangrientos es tan absurdo como querer quitarme el brazo izquierdo porque yo soy diestro o arrancarme el brazo derecho porque zurdo. Así no se lidia con las diferencias de un hijo, el verdadero enemigo es la violencia, la cual nos aconseja que miremos a nuestros hermanos como si fueran extraños. Hijos somos todos de la misma bendita patria que nos parió sobre esta tierra Colombiana.
Yokoi Kenji. ¿Aplica esto en su país? #yokoikenji


Tomado de Google.
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miércoles, 15 de enero de 2020

NO ENTIENDO A FACEBOOK


            Definitivamente no entiendo el manejo de Facebook, pareciera que todo, absolutamente todo, está sistematizado, manejado por robots que constantemente nos piden que confirmemos que somos seres humanos, que nos bloquean cuando se les da la gana, que no lo hacen cuando deben hacerlo y que terminan definiendo qué puede uno ver o publicar. Será que el Zuckerberg resulta ser un robot y que en su delegación decidió confiar más en los robots?

            A qué viene mi queja? No publico desnudos, ni obsenidades, ni chistes morbosos, ni cosas semejantes, no por el temor al veto sino simplemente considero que, si mantengo mi línea de pensamiento, no tiene objeto. Sin embargo me he visto bloqueado ya demasiadas veces y mirando el historial de bloqueos me encuentro con razones de bloqueo, en mi concepto, irracionales.

            Por ejemplo, repliqué una publicación que hizo alguien (https://colombianoindignado.com/con-cuerpos-colgandos-y-arengas-contra-el-uribe-medellin-adelanto-exitosa-protesta/) y tome para que lleve:

Información sobre tu publicación
Lunes, 6 de enero de 2020 a las 15:36
Nadie más puede ver tu publicación.
Con cuerpos colgando y arengas contra Uribe Medellín adelantó exitosa protesta
Como ‘Un país que siembra cuerpos’ fue llamada una intervención artística que se pudo ver durante la jornada de protestas ‘Medellín resiste cantando’, esta fue realizada, según el diario El …

Estamos revisando tu publicación.
Lunes, 6 de enero de 2020 a las 18:36
Tu publicación está en revisión.
Confirmamos que tu publicación no cumplía las Normas comunitarias
Ayer a la 1:39
Volvimos a revisar tu publicación y no cumple nuestras Normas comunitarias.

            En otra publicación había tanta quejadera depresiva y rabiosa que no me aguanté hacer un comentario: Si le quitaron las ganas, el suicidio es la alternativa. Y tome para que lleve:

Este comentario infringe nuestras Normas comunitarias sobre acoso y bullying.
CERRADO
ACTIVIDAD
Información sobre tu comentario
Viernes, 15 de noviembre de 2019 a las 7:12
Nadie más puede ver tu comentario.
Si le quitaron las ganas, el suicidio es la alternativa.
Has denunciado de forma anónima la foto de Zerimar Ramirez por ser molesta o poco interesante.

            Se molestó, por lo que veo, el tontarrón que quería conmiseración, que no va conmigo.

            En otra más, repliqué un artículo del Espectador, diario al que considero respetable (Los conversos o el miedo a los grises) y me bloquean por: Esta publicación infringe nuestras Normas comunitarias. Cuáles, no tengo ni idea. Cuando le pedí a Facebook que revisaran la decisión y, adicionalmente, le solicité que no me respondiera un robot sino una persona de carne y hueso

About your post
Miércoles, 27 de marzo de 2019 a las 19:30
Nadie puede ver tu publicación. Si quieres que la volvamos a revisar más adelante, puedes buscarla en tu biografía.
Esta publicación infringe nuestras Normas comunitarias
CERRADO
QUÉ PUEDES HACER
Solicitar revisión
Volveremos a revisar la publicación
Proteger cuenta
Si no lo has publicado tú, podemos ayudarte a proteger tu cuenta.
ACTIVIDAD
About your post
Miércoles, 27 de marzo de 2019 a las 19:29
Nadie puede ver tu publicación. Si quieres que la volvamos a revisar más adelante, puedes buscarla en tu biografía.

            Y otra perla adicional, publiqué una que decía que Compensar requería empleados y… tome para que lleve:

EMPLEOPARACOLOMBIANOS.COM
Esta publicación infringe nuestras Normas comunitarias
Solicitar revisión
Volveremos a revisar la publicación
Próximos pasos
Jueves, 23 de agosto de 2018 a las 8:36
Gracias por informarnos de esta publicación. Intentaremos volver a examinarla para comprobar si incumple nuestras Normas comunitarias y te enviaremos un mensaje al buzón de ayuda si tenemos alguna novedad

            Y no sigo porque resultaría un histórico largo. Y curiosamente hubo una publicación colada en mi feis, un meme grotesco, vulgar, obsceno (es decir algo desagradable y no soy de los que me ofenda demasiado y que aún del doble sentido me río) y lo denuncié por inapropiado. Me agradecieron, pasaron a revisión y después me mandaron un mensaje que decía que luego de exhaustivo análisis consideraron que mi queja no era válida, porque, entre otras razones, no se mostraban pezones y ya ni me acuerdo que otra barbaridad. Facebook aplica entonces la ética gringa? Con esas consideraciones programaron a los robots? Si es así, estamos jodidos.

            Iba a terminar derramando bilis contra el Zuckerberg, pero me dije, como para qué, a él le importo un carajo, como a mí él, entonces? Por estos comentarios de pronto se ofende alguno de sus robots y me bloquean de por vida, pero qué se va a hacer, solo quería compartir una experiencia que demuestra que no todo lo que es, es.

«Hoy en día las noticias falsas tienen tanto peso como las verdaderas.»(1)

Tomado de Google. d1j0rqqx4aa7hvi-medium

[1] Dan Brown. Origen.

lunes, 13 de enero de 2020

LOS GOBIERNOS QUE NOS MERECEMOS


             Sólo leyendo titulares de prensa por año nuevo y estrene de gobernantes, definitivamente termino pensando que este mundo es de absurdos, irracionalidades que uno no entiende, derecho que uno aprendió pero que parece que se fue para la alcantarilla.

            Alcaldes que se posesionan antes del 1º de enero, porque es festivo. La ley dice que es el 1º y no antes, porque se daría la casualidad de tener dos alcaldes al mismo tiempo, lo que no es posible, legalmente hablando. Pero de pantalleros estamos rodeados y lo mejor de todo, es que no les pasa nada con esa alcaldada.

            El otro, el alcalde que decidió violar flagrantemente la ley –y no le pasará nada, supongo- y decidió que el día 6 de enero no es festivo, que todos a trabajar: “Se hace necesario decretar día hábil el 6 de enero de 2020, teniendo en cuenta que el alcalde municipal, sus secretarios de despacho y oficinas asesoras les atañe dirigir la función administrativa y pública, la atención y el desempeño de los deberes y las tareas en cumplimiento de sus funciones”, indica el decreto.(1) 

            Y otra perla que no tiene perdón de Dios: “con menos de 24 horas en el cargo, el nuevo alcalde de San Vicente del Caguán (Caquetá),  Julián Alfredo Perdomo, firmó su primer decreto estableciendo que “el señor Jesucristo será a partir de hoy, el rey y señor” del territorio”. Y señala: “Incluso, en el considerando del documento el mandatario manifiesta que, como máxima autoridad municipal, “se ve en el deber y la obligación” de consagrar a Dios como “único amo y señor”. Todo esto responde, según Perdomo, a la necesidad de que San Vicente “tenga un gobierno de excelencia y en vista de la falta de espiritualidad existente”, así como “anhelando una vida diferente en su territorio”. Y para colmo de males –o alegría del diablo, si se quiere-, ordena, manda y dispone  “entregar las llaves del municipio al “único y suficiente Dios Jesucristo, en honor y honra, para que su presencia permanezca eternamente entre nosotros”. Supongo que las llaves, hechas en oro y a costillas del erario público, quedarán disponibles para la parusía del Señor o esperando que el Espíritu Santo pase por ellas, en día hábil y en horas de oficina o mande a su hijo ungénito a recogerlas.

            Por eso estamos como estamos y no hay perdón de Dios, aunque alegría del diablo debe haberla, por la suma de estupideces humanas. Lo que me hace recordar que en algún trabajo que tuve, pregunté por la falta de aplicación de unas instrucciones en una seccional de la costa y la respuesta olímpica que oí: Aquí esa norma no pegó, porque ajá! O como decían en la colonia la fórmula “obedézcase, pero no se cumplan”, si mal no recuerdo. Dichos que de alguna manera quedan arraigados.

—¡Ah, vamos, Publio Sulpicio! ¡Hagamos caso de la ley por una vez en lugar de usarla en contra de la gente! —replicó César Estrabón (2).

Tomado de Facebook. 
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[2] La corona de hierba. Colleen McCullough.