viernes, 31 de enero de 2020

REFLEXIONES AL PODER HISTORICO DEL ODIO



      Me encuentro en el punto de no saber si es mejor recordar u olvidar la historia. Es tema álgido y difícil de discernir. En ambos extremos hay opiniones pudiendo ser ambas respetables, aunque incómodas.

      Viendo en televisión, que me hace recordar que todos los años termina siendo la misma historia, la conmemoración de un año más de hecatombes. Sí, es cierto, me digo, que fue triste y trágico lo que hicieron los nazis, como trágica fue la colonización española o la inglesa, como infame fue la esclavitud no solo negra sino humana, desde tiempos anteriores al imperio romano. Como igualmente fue el exterminio callado del comunismo ruso o el chino. Es decir, a lo largo de la historia el exterminio o el sometimiento ha sido una constante y seguirá siendo con las sutilezas modernas.

      Pero mi reflexión me lleva a pensar si no es hora de dar paso a otra página, dejar que lo pasado tenga su más honorable entierro –sin significar necesariamente olvido- y caminar a partir del hoy, reflexionando sobre él con miras a un futuro mejor.

      La constante repetición de verdades incómodas lo único que está generando, en la actualidad con las redes sociales, es odio, nada más que eso. Y es allí donde se radicalizan las opiniones, en la mayoría de casos sin haber sido ni siquiera afectados pero que se consideran con autoridad para opinar, aún sin conocer la verdadera historia, guiados solo por el chisme de la red social. Si nos hemos de odiar, odiémonos por hechos que estamos soportando en la actualidad, no por aquellas barbaridades ocurridas en la conquista o en las guerras del pasado, de las cuales, como dije, ni siquiera nos hemos empapado con alguna profundidad.

      Vale la pena enfrascarnos hoy por el exterminio nazi, pero no hacemos nada ahora con la proliferación de neonazis, distorsionado el pensamiento del ayer y del hoy? Vale la pena denigrar contra los españoles por la conquista contra los indígenas de las Américas?

      Supongo que es hora de pasar la página de la historia para quitarnos de encima el odio que esas páginas dolorosas y sangrientas continúan generando en un silencioso transcurrir que solo llevan a dividirnos más como género humano.

Eso es. Ya estamos todos. A veces la muerte es como una ecuación algebraica, una larga serie de factores X y valores Y, multiplicados y divididos, sumados y restados hasta que se obtiene una solución simple pero espantosa: cero. Y en aquel momento la fórmula estaba escrita.(1)

Tomado de Facebook. 19-winston-churchill.jpg


(1) John Katzenbach. Historia del loco.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario