miércoles, 29 de junio de 2016

CONVERSACIONES DE VIEJOS

Creo que tuve un sueño, en el que varios personajes estaban reunidos en un cafetín del centro. Era una colección de vejetez, el más joven, yo, creo. Estaba Saramago, García Márquez, Gary Jennings, Oriana Fallaci, la Yourcenar, Mika Waltari, Gore Vidal, Kundera y hasta Aleida, entre otros varios (pueden consultar los pies de página, para verificar el autor de cada una de las frases). Casi todos ellos muertos en esta vida. En mi sueño, todos ellos gozaban de sana salud. Y empezaban una conversación, que dentro de mis recuerdos, era la siguiente:

- Hoy hablemos de muerte y vejez, ya que estamos todos reunidos y reunimos requisitos. Ya no somos jovencitos y es hora de empezar a pensar en nuestro porvenir.
 - Es verdad, “La edad se empieza a volver relativa cuando empieza uno a volverse viejo”[1].
 -  Para deprimirlos, les recuerdo que “Nací de mi madre para empezar a morir[2].
-  Y yo recuerdo que mi madre me contaba que cuando nací “Habían venido a ver al recién nacido. Cada uno de ellos, inclinándose hacia mí, dijo el saludo tradicional: ‘Has venido a sufrir. A sufrir y a perseverar’.”[3]
-  Viéndolos a ustedes solo recuerdo que “Es una verdad grande y sublime que el hombre no comprenda la vida más que durante los días de su vejez, cuando la vida huye y no le ocurre ya nada.[4]
-  Aunque ya parecen todos unos ancianos quejándose de la juventud ida, eso es cierto, “Un hombre es un hombre, y un hombre está hecho de generosidades y egoísmos, de coraje y de debilidades, de coherencias e incoherencias: si una mitad de ti esperaba que no sucediera, la otra mitad lo deseaba hasta el espasmo.[5]
-  Tienes toda la razón, por eso “El hombre no debería ser nunca demasiado dichoso.[6]
- Ya empezaste con tus comentarios, no sé si decir pesimistas o depresivos, pero venenosos como los que acostumbra Juan.
- Ni lo uno, ni lo otro, recuerda que “La costumbre es la más infame de las enfermedades porque te hace aceptar cualquier desgracia, cualquier dolor, cualquier muerte. Por costumbre se vive junto a personas odiosas, se aprende a llevar cadenas, a padecer injusticias y a sufrir, se resigna uno al dolor, a la soledad, a todo. La costumbre es el más despiadado de los venenos porque penetra en nosotros lenta y silenciosamente, y crece poco a poco nutriéndose de nuestra inconsciencia. Cuando descubrimos que la tenemos encima, cada una de nuestras fibras está adaptada, cada gesto se ha condicionado, y ya no existe medicina que pueda curarnos.[7]
- Por eso creo yo que “El corazón humano es tan insensato que deposita su confianza en el porvenir y la esperanza, sin aprender nada de sus errores, e imaginando que el mañana será mejor que la víspera[8].
- En efecto, Todo aplazamiento es triste cuando sabes que es un aplazamiento.[9]
- Oyéndolos, creo que He llegado a la edad en que la vida, para cualquier hombre, es una derrota aceptada. Decir que mis días están contados no tiene sentido; así fue siempre; así es para todos”[10].
- Puedes tener razón, pero recuerda que “Tener razón demasiado pronto es lo mismo que equivocarse.”[11]
- Ya me salieron con viejas sabidurías, olvidando que “los sabios lo saben todo, pero no todo.”[12] Y volviendo al cuento, creo que “La verdad es que los primeros cambios son tan lentos que apenas si se notan, y uno sigue viéndose desde dentro como había sido siempre, pero los otros los advierten desde afuera”[13].
- Como lo dije, no se debe olvidar que es una ley divina que “La vida humana es trágica; termina en el dolor y en la muerte.[14]
- En efecto, “La vida humana acontece sólo una vez y por eso nunca podremos averiguar cuáles de nuestras decisiones fueron correctas y cuáles fueron incorrectas. En la situación dada sólo hemos podido decidir una vez y no nos ha sido dada una segunda, una tercera, una cuarta vida para comparar las distintas decisiones”[15] Y así es, porque “El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla”[16].
- Si no se puede comparar y menos comprar, es tanto como preguntar, para efectos de la vida “Qué precio tiene algo que no tiene precio?”[17]
- Un momento, en esta cuestión “La pregunta, aparte de innecesaria, era, cómo diremos, un poquito desleal, en primer lugar porque saber, eso que se llama saber, siempre se sabe algo, incluso cuando no sirve para nada”[18].
- Pero olvidas que Lo que sólo ocurre una vez es como si no ocurriera nunca. Si el hombre sólo puede vivir una vida es como si no viviera en absoluto.”[19]
- Debes tener en cuenta que El mañana nunca muere”[20].
- Creo que ya nos estamos metiendo en honduras y saben cómo terminamos cuando nos dejamos tentar.
- Por mi parte, debo reclamar, en tal caso, “Como escribe Eurípides, ‘un esclavo es aquel que no puede expresar su pensamiento’.”[21]
- Recuerden antes de comenzar, el proverbio siciliano “Sólo los verdaderos amigos nos dicen que tenemos la cara sucia” 
- Y tú, no dices nada?
- He aprendido como dice el proverbio hindú, ya que estamos en proverbios, que Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio”. Ergo…
- Ahí está pintado y conociéndote: Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre” según dice el proverbio chino. 
- Ya dejémonos de puyas y continuemos… 
- En ese caso y retomando, “No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación de un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuaderno”[22].
- Ese es un gran problema, porque “Se comprende siempre después, puesto que comprender a tiempo sirve para obstaculizar el destino ya escrito”[23].
- Hoy estás especialmente inspirado.
- “la inspiración no avisa, le dije.
- Pero tal vez espera, dijo ella[24] y por ello no debes sonrojarte.
- “Maldita sea, pensé, qué desleal es el rubor”[25].
- No olvides que particularmente a nuestra edad La memoria es creativa y selectiva, borra recuerdos y otros los falsifica”[26].
- Y por eso y precisamente a nuestra edad cometemos tantos errores.
- Ojo, cometimos, porque si uno se equivoca y el otro no corrige, el error es de ambos (...) si uno erró y el otro corrigió, el acierto es de ambos.”[27]
- Ya me salió general, tratando de empatar hasta en estas, recuerda que no “Todo es tan sencillo cuando uno no decide nada y se limita a obedecer”[28].
- La que no ganas la empatas, aún en sueños.
- “Sería mucho mejor que no necesitáramos del sueño para estar en paz”[29]
-  Buena sentencia, se te anota.
-  “el sueño es un prestidigitador hábil, muda las proporciones de las cosas y sus distancias, separa a las personas y ellas están juntas, las reúne, y casi no se ven una a otra”[30]
- Retomemos, íbamos en que solo se vive una vez… me atreví a intervenir.
- “Si, a tu edad esperan muchas clases de vida. Puedes ir en la dirección que escojas. Puedes ir solo o acompañado. Los compañeros quizás caminarán contigo una distancia larga o corta. Pero al final de tu vida, no importa cuán llenos hayan estado tus caminos y tus días, habrás tenido que aprender lo que todos aprenden. Será entonces demasiado tarde para comenzar de nuevo, demasiado tarde para todo, excepto el remordimiento. Así es que apréndelo en este momento. Ningún hombre ha vivido jamás más que una vida y ésa ha sido escogida por él mismo y la mayor parte la vive solo”[31].
- O como dijiste en uno de tus libros: Crecemos y miramos hacia abajo, envejecemos y miramos hacia atrás”[32]. Muy buena definición, se te anota.
- Gracias, “Los amigos no necesitan papeles en los que se digan que lo son”[33].
- Y tu, que no has modulado palabra, qué opinas?
- Si hablamos de la muerte “Cómo puede usted tratar de medir la muerte, cuando es una entidad que no se puede evitar? ¿Cómo puede usted multiplicar una nadería por cualquier número conocido en aritmética? Cuando un solo hombre muere, es como si todo el universo viviente dejara de existir, en cuanto a lo que él concierne. Asimismo, cada otro hombre o mujer dejan de existir para él; los que son amados y los que son desconocidos; cada criatura, cada flor, cada nube o brisa, toda sensación y emoción. Su Ilustrísima, el mundo y cada pequeña cosa muere todos los días, por alguien”[34].
- "Supongo (entonces) que uno nunca le presta mucha atención a los muebles de su casa hasta que otro viene de fuera y le halaga esa pieza en particular.”[35]
- Santo Dios, hoy sí estamos inspirados, pero la eternidad se nos está acabando, tal vez ustedes no tengan que madrugar, pero…
- Es fácil hacer intervenir a la divinidad cuando uno se desespera por comprender algo”[36].
- A mí la vida me enseñó, como el proverbio ruso Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla”.
- Es nuestro sino respecto de la muerte, “En cuanto ‘producto’ material, llevamos la fecha de caducidad inscrita en nuestros genes”[37]
- "Somos sabios. Pero la mayor sabiduría, en ese momento consiste en saber que lo hemos sabido demasiado tarde. Comprendemos todo cuando ya no hay nada que comprender”[38], ese es nuestro pecado.
- O nuestro mayor miedo.
- Tal vez no, “Los demonios que poseen a un hombre nacen en sí mismo, son los hijos de sus propios deseos”[39].
- Oyéndolos, sólo puedo decirles que “De mí no recibirás halagos, sino solo consejos, puesto que es un muerto quien te habla.” Y por eso siempre quise “que mis cenizas sean enterradas en un camino de paso, para que las pisotee la cotidianidad cuando yo esté definitivamente lejos de ella; y quiero que una sencilla losa recuerde que fui el más grande pecador y el peor hombre que el mundo ha conocido, para declarar así la nombradía de mi adversario. Hermano, reza por mí y medita sobre las asechanzas que tuvo mi camino.”[40]
- En tal caso, sólo puedo recitar el siguiente poema que aprendí de Panagulis:
No te comprendo, Dios.
Dime otra vez:
¿Me pides que te dé las gracias o
que te perdone?[41]
- Entonces no temo a la muerte. Después de todo, como decía Sócrates, es una gran aventura”[42] y aquí estamos.
- “Nadie sabe muy bien qué es lo que teme pero todo el que sabe, sabe que teme”. Además, a los viejos se les endilga el temor, pero “Los ancianos no ignoran que ya han perdido lo que los jóvenes todavía no están seguros de poseer y respetan a las generaciones que les siguen en nombre de la posible revelación de su carencia”. Y por todo esto “Lo que nos falta para ser completos es morir”[43].
- “‘Sepa usted, doctor, que todos los hombres mueren jóvenes’. Por el contrario, Ciorán dictaminó que quien no muere joven, merece morir”[44].
- Oigo lo que tanto criticábamos antaño: “Los ancianos gustan de remontar sus recuerdos a los días de su juventud, como los extranjeros que ansían volver a su propio país. Se complacen en referir anécdotas del pasado, así como el poeta se complace en recitar su mejor verso. El anciano vive espiritualmente en el pasado, porque el presente pasa para él velozmente, y el futuro le parece una aproximación al olvido de la tumba”[45].
- “Pero recuerda que la vida cambia y que debemos habituarnos a decir adiós a muchas personas y cosas. (…) Lo importante es que la vida es siempre un ir y venir, desde el principio hasta el fin. No sabemos nunca lo que ocurrirá.”[46]
- En efecto, me hiciste recordar a Quinto Horacio Flacco “Los tiempos cambian y nosotros con ellos…”, es la mejor forma de sobrellevar esta vejez.
- A menudo pienso si Jesús fue un hombre de carne y sangre, o un pensamiento incorpóreo de la muerte o una idea que visita la visión del hombre.”[47]
- Por eso es que No debemos ser ni demasiado racionalistas, que todo lo queramos explicar, ni tan escépticos que nada queramos admitir.”[48]
- Esta conversación se está saliendo de contexto, dijo alguien.
- No puede ser, todos estamos muertos.
- Un momento, gritó Aleida, yo no.
- Aleida, recuerda, tu no existes.
- Ah! has de tener razón.
- Y tu, el único que está soñando recuerda que No se ofende a un invisible; quien no tiene imagen, no puede ser traicionado. ¡Qué fácil me parece ahora todo! Podría haberme ahorrado tantos sufrimientos borrándome antes”, pude contestarle.[49]





[1] Aleida
[2] Gary Jennings. Azteca.
[3] Gary Jennings. Azteca.
[4] Oriana Fallaci. Un Hombre.
[5] Oriana Fallaci. Un Hombre.
[6] Oriana Fallaci. Un Hombre.
[7] Oriana Fallaci. Un Hombre.
[8] Oriana Fallaci. Un Hombre.
[9] Oriana Fallaci. Un Hombre.
[10] M. Yourcenar. Memorias De Adriano
[11] M. Yourcenar. Memorias De Adriano
[12] García Márquez. Memorias De Mis Putas Tristes
[13] García Márquez. Memorias De Mis Putas Tristes
[14] Mika Waltari. Sinuhé El Egipcio
[15] Gore Vidal. Juliano El Apóstata.
[16] Gore Vidal. Juliano El Apóstata.
[17] Eliette Abécassis. Qumrám
[18] Ensayo Sobre La Lucidez. Saramago
[19] Gore Vidal. Juliano El Apóstata
[20] Título De Película De James Bond.
[21] Mika Waltari. Sinuhé El Egipcio
[22] Gore Vidal. Juliano El Apóstata.
[23] Oriana Fallaci. Un Hombre.
[24] García Márquez. Memorias De Mis Putas Tristes
[25] García Márquez. Memorias De Mis Putas Tristes
[26] Kundera. La Identidad.
[27] Ensayo Sobre La Lucidez. Saramago
[28] Eliette Abécassis. Qumrám
[29] Saramago. Ensayo Sobre La Lucidez.
[30] Saramago. Ensayo Sobre La Lucidez.
[31] Gary Jennings. Azteca.
[32] Gary Jennings. Azteca.
[33] Gary Jennings. Azteca.
[34] Gary Jennings. Azteca.
[35] Gary Jennings. Azteca.
[36] J. Verne. El Eterno Adán.
[37] Savater, Las Preguntas De La Vida
[38] Umberto Eco. El Péndulo De Foucault.
[39] Frank G. Slaughter. María De Magdala.
[40] Fernando Savater. Criaturas Del Aire
[41] Oriana Fallaci. Un Hombre.
[42] Frank G. Slaughter. María De Magdala.
[43] Fernando Savater. Criaturas Del Aire
[44] Fernando Savater. Criaturas Del Aire
[45] Gibran Jalil Gibran. Arena Y Espuma.
[46] Frederik Koning. La Llamada De La Carne
[47] Gibran Jalil Gibran. Jesús, El Hijo Del Hombre.
[48] Ismael Quiles S.J. Filosofar Y Vivir.
[49] Fernando Savater. Criaturas Del Aire

Foto: JHB (D.R.A.)