viernes, 30 de junio de 2023

CONTEXTO

                A lo largo de una semana viendo un noticiero español, la noticia era la muerte de una muchachita a manos de su exmarido, excompañero, examante, no entendí cuál de esas era la condición final. Todo el mundo salió a la palestra por otro feminicidio; que cuelguen al asesino, era una muchachita con un gran futuro, una hija perfecta, dicen todos. Está bien, que cojan al asesino y lo cuelguen, dice todo el mundo, yo entre ellos.

                 Al día siguiente, morbosamente remarcando la noticia, se centraron en que la víctima fatal de ese feminicidio ya había tenido problemas con su excompañero, de pelea diaria, que lo había denunciado y que quería protección, pero que cuando se la ofreció la policía resultó que ella ya no quería la orden de alejamiento. Pero seguía siendo la muchachita fatalmente asesinada por un matón que tenía de compañero, con quien tenía ya un hijo. Ya la cosa va cogiendo otro color.

                 Y otro día, que la víctima de fatal feminicidio semanas atrás había decidido volver a convivir con el horrible asesino. El color de la historia va pasando a visos más oscuros.

                 Y sigue otro día la noticia; que la custodia del hijo se la habían quitado tanto a padre como a madre y se la habían dado a la abuela. Ah! entonces la asesinada no era tan buena como padres y vecinos la pintaban, ya el color de la historia se oscurece. Si no tenía la custodia era porque no había sido buena madre, por el contrario, la joyita no soportaba a su propio hijo y uno ya deja de pensar en todos esos testimonios que la pintaban como una mujer con un futuro promisorio. Pero qué fatal feminicidio, siguen clamando algunos.

                 Y los morbosos periodistas siguen con el cuento, explotando todo aquello que condena el feminicidio. Y la historia terminará, aunque los periodistas ya no la contarán, por haber perdido vigencia la noticia, con aquello de que el asesino actuó en defensa propia, al ser atacado brutalmente por la joyita de compañera que tenía, con tan brillante futuro. Murió en olor a santidad, pero sinceramente no sé a que huele un santo, tengo entendido que todos nos podrimos de la misma forma y el olor no es del más deseable.

                 Por la falta del contexto de una noticia y manipulados por los periodistas morbosos tomamos un partido, como buenos culiprontos que somos, cuando la realidad es diferente y como rebaño llevado a una posición diferente a lo realmente ocurrido. Nos encantan las noticias como buenos morbosos que somos.

                 Y sigo pensando, para qué adjetivizar un hecho, no basta con haber sido un homicidio simple y llanamente? De esa manera se quitan los morbos y se dejan de mitificar palabrejas que resultan sobrantes que solo se imponen para divinizar lo que no es y que son aprovechadas por intereses más ocultos.

                 En conclusión, la muchachita muerta, no era una mosquita muerta, no murió en olor de santidad, su futuro violento no prometía mucho, era una madre desnaturalizada, entonces para qué tantas velitas en el portal de la escena, tantos llantos si para sus padres, sinceramente, fue una liberación de ese futuro que les esperaba de permanente angustia.

                 Sencillamente, las cosas no son como dicen ser.

 

Probablemente largos años más hubiera Espeleta conservado su autoridad en el virreinato neogranadino si no enviara en lugar del prudente y juicioso Mendieta á don Antonio Amar y Barbón, quien se gozó en deshacer toda la labor benéfica que Mendieta había logrado plantear en la Colonia" "Militar sin talentos y dominado por su mujer doña Francisca Villalona (dice el historiador Restrepo, que la conoció personalmente) la cual muy pronto dedicose á vender escandalosamente los empleos" el señor Amar se hizo antipático desde un principio, de manera que exasperó á los colonos y les hizo comprender la necesidad absoluta que tenían de sacudir el yugo de la madre patria que tan mal les trataba.[1]

Tomado de Facebook
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[1] Biografía del General Antonio Nariño. Soledad Acosta de Samper.

lunes, 26 de junio de 2023

FRASES HISTÓRICAS

                Quien olvida su historia está condenado a repetirla (Ruiz de Santayana). El que no conoce la historia está condenado a repetirla. Cicerón, Napoleón, Marx, Churchill? Se atribuye a demasiada gente.

                 El asunto es si la frase es verdadera. Retórica, lo sé, pero ante la imposibilidad de hacer otra cosa, qué mejor que divagar.

                 La frase tiene varios vértices, puede tratarse de la historia personal, del país o del mundo. También puede presentar como si uno no la conoce se es ignorante y, según se vea, cómo se puede repetir lo que se desconoce. Aunque también es predicable de la historia personal, supongo, si uno no sabe quién fue su primer ancestro, por ejemplo.

                 Pero bueno, si se trata de la historia de una sociedad o de la humanidad, si se quiere, pensaba en la invasión de Rusia por Hitler, buen conocedor de la historia según tengo entendido y además admirador de Napoleón, quien históricamente también fracasó intentando esa invasión, exponiéndose a casi las mismas circunstancias el uno del otro. Algo medianamente semejante acontece con Putin y su invasión a Ucrania, al dejarse coger del invierno.

                 Y ahora, tratando de retomar nuestra historia al retomar su lectura, partiendo de la llamada patria boba, con un enemigo externo común, se encuentran las rencillas internas, por las bobadas de todos y cada uno de los participantes, una pugna entre hermanos, no sé si bobos o idiotas, cada uno tirando para su lado, porque cada cual cree tener la razón y piensa que el hermano bobo solo dice bobadas y el supuesto bobo piensa lo mismo respecto de su hermano bobo, todo un galimatías.

                 Y han pasado más de doscientos años desde esas fechas y seguimos en las mismas, con las mismas bobadas, con las variantes propias de cada época, sin poder ponernos de acuerdo, con todo y nuestra eterna guerrilla a la que, pudiendo, no se ha podido exterminar, por las bobadas propias del que debe tomar la decisión. Si me dejaran a mí…

                 Entonces la frase es solo una frase de cajón, como aquella que dice que al perro no lo capan dos veces, pero vaya si la historia ha demostrado cosa diferente.

                 En todo caso, parece que la patria boba perdura, parece que sí.

 

Nunca se había planteado esa cuestión desde que, en bachillerato, su profesor de Filosofía les hablara de Hobbes y su famosa frase, «el hombre es un lobo para el hombre». Frente a él, Rousseau, tildado de ingenuo en su época, defendía que el ser humano es bueno e inocente por naturaleza y que es la sociedad la que lo corrompe. El «buen salvaje», llamaba Rousseau a sus congéneres, un hombre que vive feliz hasta que aparece el egoísmo, el ansia de riqueza y el afán de poseer más y más, siempre deseando lo que tiene el vecino. La experiencia había enseñado a David que el hombre a menudo es como una alimaña, peligroso para el resto de la sociedad e incluso para sí mismo. Sin embargo, en contadas ocasiones, seres anónimos protagonizaban actuaciones heroicas, salvando vidas de personas que ni siquiera conocían, poniendo en riesgo su propia integridad, simplemente porque consideraban que ese era su deber. Un lobo o un ingenuo. Para David, el ser humano era, sobre todo, una enorme incógnita.[1]


Tomado de Facebok

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viernes, 23 de junio de 2023

QUÉ INJUSTA ES LA JUSTICIA

                 Una muestra más que la justicia es para los de ruana. Un alto magistrado, condenado por corrupto, que no devolvió la plata que se robó, que utilizó la justicia para sus propios fines, que organizó todo un cartel de corruptos y ahora elije en dónde quiere prestar su condena. Un hampón que debería estar con sus iguales, en una cárcel cualquiera; pero las injusticias se ven patentes. Eso me eriza, me saca de quicio, con lo difícil que es en mi caso. La justicia es para los de ruana, definitivamente

 

                Y la argumentación con que logró que un juez coterráneo le hiciera la vuelta. Entre ellas debido  a su compleja situación de salud que le impide viajar a zonas que no estén al nivel del mar. En la larga lista de enfermedades que expuso contabilizó tener crisis hipertensiva de Novo, crisis de ansiedad y depresión, granulomas pulmorales, desaturaciones, aumento de la presión arterial, resección de colon debido a cáncer, deshidratación discal-dicopatía, astropatía de carillas posteriores, entre otras. Cómo hay médicos que se presten a la vagabundería, aunque los del congreso reparten fórmulas a diestra y siniestra, tal como se ha visto cuando les conviene. Con todos esos síntomas yo ya estaría desahuciado y qué pensar de un preso cualquiera a los que cualquiera sea la dolencia le da un dolex. Y cómo pudo sobrevivir en Bogotá, que no está al nivel del mar, durante tantos años, me pregunto. Deprimido? Pobrecito, me digo. Deprimido el que se tiene que joder todos los días, insisto. Pero insiste en que si lo trasladan sentiría "un poco de tranquilidad y seguridad mientras cumple su condena". Incluso, en el documento afirman que la posibilidad de que este sea enviado a una cárcel lo ha llevado a enfrentar episodios de ansiedad que lo "ha conllevado a intentos de suicidio y daño autoinfligido"[1]. Si piden mi opinión, que diga no más cómo le ayudo.

 

                Estos ejemplos llevan al desasosiego, a creer menos en la justicia, a perder el poco respeto que uno le tiene.

 

                Pero claro, los delincuentes, como he afirmado tanto, en vez de perder derechos los ganan más, por aquello de los derechos humanos, frase subvalorada, pues quien delinque pierde todo derecho, tal como arrebataron los derechos de sus víctimas, quienes, ellos sí, quedan desamparados y olvidados.

 

                Un discurso con rabia, con esa puta piedra que me da al ver este tipo de noticias.

 

Desengañémonos: ya no es tiempo de sutilezas y pedanterías científicas, que haciéndonos perder el tiempo están dando lugar á que nuestros enemigos se refuercen y los degüellen cuando menos lo pensemos, ¿Qué se diría de unos hombres que, viendo asaltar su casa por los ladrones, se pusieran á disputar con sutilezas los derechos que cada uno tenía para ir en esta sala ó en la otra? Majaderos, deliramos, ¿á qué son esas disputas si los ladrones no os han de dejar ni las unas ni las otras? Atended primero á salvar la casa y después tendréis tiempo de discusiones.[2]

Tomado de Facebook
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[1] https://www.bluradio.com/blu360/caribe/exmagistrado-pretelt-gano-tutela-para-que-ejercito-lo-reciba-este-martes-en-una-guarnicion-militar-rg10

[2] Palabras dichas hace más de cien años y todo sigue igual. La ortografía es de la época, aclaro. Biografía del General Antonio Nariño. Soledad Acosta de Samper.

martes, 20 de junio de 2023

¿ESO SOMOS?

                Desde que la humanidad apareció, siempre se ha visto rodeada de violencia. Al menos eso es lo que nos enseñan los que han escrito al respecto. Para comer, había que matar. Para obtener algo, se debía conquistar y la conquista siempre ha implicado el sometimiento de un prójimo y rara vez ese sometimiento se logra a las buenas.

 

                Cuando ya el hombre se adaptó a vivir en comunidad para mantener la paz requirió del poder de la violencia, ya fuera castigando al alevoso que se quería imponer o al vecino que quería invadirle.

 

                Y viendo la historia, cada etapa ha sido constantemente regida por la violencia, para mantener la paz o para hacer la guerra, a pesar de la contradicción. Son pocos los períodos históricos que han sido reseñados como pacíficos o al menos estables, porque en cualquier caso la intriga humana es factor disociativo, producto de la envidia o del deseo de tener más.

 

                Eso nos ha hecho seres permanentemente violentos, por defensa o por ataque. Si se hiciera un recuento histórico no ha habido siglo sin guerras, internas o externas. Nada más pensar en los exterminios que se generaron el siglo pasado, con dos guerras mundiales, la de Corea, la de Vietnam y de ahí para adelante, entrando en este siglo que tampoco se ha caracterizado por ser tranquilo. Que no la hayamos tocado de cerca, pensando en el caso particular, eso no quiere decir que la violencia no esté patente a cada momento. Nada más hoy, además de la violencia física que se genera con tanta ansia de poder, tenemos la violencia sicológica, la que usamos con nuestros comentarios ácidos, perversos, discriminatorios y desobligantes contra las autoridades. Me confieso, no me gusta el gobierno y así lo hacía saber, pero viendo el desgaste que eso produce, al tener que mordernos de nuestras palabras, encuentro que es un desgaste inútil, que naturalmente envenena a más de uno, a los contradictores y a los que pueden pensar como uno, es de doble vía.

 

                Pero sí, pareciera que el ser humano es violento por naturaleza o por costumbre, nada más vernos recién nacidos y las formas que se utilizan para llamar la atención, para hacer ver que somos el centro del mundo, por no decir su ombligo. Y si pudiéramos vernos como individuos, a lo largo de los años, el ingrediente violento ha esta presente en todo momento, cuántas veces no hemos recurrido a ella, cuántas otras hemos ahogado el piedronón que nos sacan, cuántas más hemos estado tranquilos pero a la defensiva. Ninguno puede afirmar que no sea violento, de alguna manera, de pensamiento, palabra y obra, ni el santo padre que debe enfrentar a la curia, que no es precisamente un nido de amor.

 

Ya de tiempo atrás, sin ir demasiado lejos, se sentía desde épocas del Libertador vitoreaban una era de paz y de bonanza, que aún estamos aguardando al cabo de más de noventa años de independencia y desde entonces hemos ensayado innumerables sistemas gubernativos, los cuales nunca nos han dado la paz, la tranquilidad y la dignidad que apetece un pueblo capaz de gozar de ese bello inapreciable que se llama la libertad bien entendida. Sin embargo, es deber de todos confiar en lo por venir y trabajar sin tregua en el espíritu de las nuevas generaciones para inocularles esas virtudes sin las cuales no habrá país ninguno digno de inspirar respeto en los demás; á saber: patriotismo verdadero, respeto á las leyes, honradez acrisolada y caridad cristiana. Pero sucedió lo que acontece en los pueblos que aún no comprenden la verdadera libertad: todos querían mandar, ninguno obedecer.[1]

 

                Entonces eso es lo que somos? La dualidad en nosotros mismos, el bien y el mal confabulando entre la defensa y el ataque. Triste realidad.  

 

En realidad, tenía ganas de agarrar a Uno por la oreja y arrastrarlo fuera de la sala de reuniones, como si se tratara de un niño desobediente, pero la democracia era la democracia y tuvo que reprimirse—.[2]

 

Tomado de Facebook
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[1] Soledad Acosta de Samper. Lecciones de historia.

[2] Crimen en directo. Camilla Lackberg.

viernes, 16 de junio de 2023

CUANDO EL PRETÉRITO SE HACE PRESENTE

                 En mi lejana juventud acudía uno a funeral por la muerte de la abuelita de fulanito, la muerte del papá o de la mamá de zutanito, lo que se hacía en contadas ocasiones a lo largo del año. En muchos casos ni se enteraba uno, por aquello de que la tecnología no estaba presente.

 

                Ahora, con las redes, se entera uno que se murió fulanito, zutanita o perencejo. Y ya no es tan esporádico, ya se hace frecuente. Y es el recuerdo de que los que están muriendo son los contemporáneos de uno, es decir que uno ya entró en la lista de posibilidades altas. Y se pregunta uno: Y eso, a qué horas? O también: mierda, entré en la lista.

 

                Cuando no ve uno que de pronto va siendo hora del ancianato. Un sitio donde los cuidados y las buenas intenciones, las exploraciones, los pinchazos, los tajos y las muchísimas ectomías de la ciencia médica sólo posponen lo inevitable, y convierten los últimos días que uno pasa con vida en una tortura, en dolor y en miedo.[1]

 

                Sé que son solo pensamientos de viejo; pero de viejo, vive uno solo de pensamientos, muchos desagradables desafortunadamente. Más cuando los años pasan y el futuro que se creía lejano está más cercano y no hay nada más que aceptar esa realidad, pues no hay otra opción, si se quiere disfrutar de lo que queda

Unos recuerdos que, como jirones delicados de una frágil neblina, se esfumarían en cuanto intentasen atraparlos. No cabía otra opción que aceptarlo.[2]

Tomado de Facebook

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[1] El camaleón. Peter Robinson.

[2] Crimen en directo. Camilla Lackberg.

miércoles, 14 de junio de 2023

MOMENTOS

                Hay momentos que resultan sobrecogedores, en donde las palabras no llegarán a decir nada, si se dicen; si son silencios, son silencios que se vuelven eternos, silencios que pueden arrasar el corazón, que inundan la estancia, que la hacen sobrecargada, semejante esa situación Cuando los espíritus están cargados de electricidad el más leve pretexto sirve para que estalle la tormenta.[1]

             Situaciones en que (Estaban en) silencio sentados a la mesa. Parecían tan apáticos y cansados como de hecho se sentían, y todo aquello que había entre ellos sin aclarar flotaba en el ambiente y contribuía a acentuar su pesadumbre. Deberían hablar de tantas cosas… Pero, como de costumbre, no se dijeron nada. (…) —comenzó en un intento por iniciar la conversación, pero se arrepintió enseguida. Su nombre le sonaba tan solitario y tan extraño cuando lo pronunciaba así, en medio de aquel silencio… Tragó saliva e hizo un nuevo intento—. (…), tenemos que hablar. No podemos seguir así. Él no la miró siquiera. Aplicaba toda su capacidad de concentración a la tarea de ponerle mantequilla al pan. (…) Lo intentó una vez más.  —Por favor, habla conmigo. Sólo te pido eso, que hables conmigo. No podemos seguir así. Ella misma oía el tono desesperado de su ruego. El tono suplicante de su voz. Pero era como si estuviese atrapada, sin posibilidad de bajar de un tren que circulase a doscientos kilómetros por hora en dirección a un precipicio que se acercaba a toda velocidad. Quería inclinarse y cogerlo por los hombros y zarandearlo y obligarlo a hablar. Pero sabía que no tenía sentido. Con una gran pesadumbre en el pecho, en lo más hondo de su corazón, se puso a observarlo. Hanna había decidido guardar silencio y capitular una vez más. Como en tantas otras ocasiones anteriores. (…) No podía permitir que ambos cayesen en aquel abismo tenebroso, juntos, pero, al mismo tiempo, separados. (…) Fue uno de esos instantes que sólo se dan una vez en la vida. Uno de esos instantes en que sólo pueden decirse verdades. Verdades sobre su matrimonio. Verdades sobre la vida de ambos. Verdades sobre el pasado.[2]

         Pero son momentos en los que es preferible dejar pasar, porque en esas tormentas se dice mucho y es mucho de lo que hay que arrepentirse luego, así sean verdades. Y no afrontarlas a tiempo también se deja mucho qué decir y el arrepentimiento igualmente llega.

 Siempre se pierde, no hay de otra.

(lo mismo) da si me lo hubiese ocultado, él sabía que yo no necesito saberlo todo. Creo que la sinceridad en el matrimonio está sobrevalorada. Nadie necesita saber todo lo que hace el otro, o lo que piensa. Hay cosas que es mejor guardarse para uno mismo por el bien de la pareja.[3]

Tomado de Facebook
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[1] Soledad Acosta de Samper. Lecciones de historia.

[2] Crimen en directo. Camilla Lackberg.

[3] Deudas del frío. Susana Rodríguez Lezaun

viernes, 9 de junio de 2023

SORPRESAS

                 No cantes victoria aunque en el estribo estés. Enseña un dicho llanero…

 

                Cuántas veces jugando he cantado victoria antes de terminar el juego, cuántas he cantado cuando creo que ya tengo todo asegurado para ganar. Sorpresas te da la vida.

 

                De viejo, ante tanta tecnología, argumentando que son ejercicios para la memoria y no un medio de perder el tiempo ante tanta ociosidad, he corroborado en demasía que no es prudente cantar victoria antes de terminar el juego, pues sorpresas te da la vida.

 

                Jugando dominó entendí lo que es una victoria pírrica. Ganaba pero no ganaba, porque el que perdía -el celular- lo hacía pero con el doble blanco, lo que no da ningún puntaje de victoria y así se ganaba, pero sin ganar.

 

                Con todo, me vino el símil del juego con la vida misma.

 

                Tantas veces que creemos que hemos logrado algo deseado, pero ante nuestras narices se esfuman los deseos, a pesar de haber tenido la oportunidad en las manos, de haber hecho planes anticipados y ver cómo al final todo se evapora, muchas veces sin explicación, otras con explicaciones que no nos gusta oír.

 

                Aunque igualmente, muchas veces hemos ganado pero con la sensación de no haberlo hecho o con el sabor de haber perdido, una pírrica ilusión. Ya no se puede confiar en la vida.

 

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay, Dios[1].

Tomado de Facebook
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[1] Rubén Blades. Pedro Navaja.

miércoles, 7 de junio de 2023

YA VA SIENDO HORA

                No de morirme, para eso falta tantico. Me refiero a dejar pensamientos obsoletos que el tiempo ha venido demostrando que no son acertados. Viendo un documental de la DW sobre los avances que piden mujeres a la iglesia, para que se les permita acceder a toda la labor cristiana que predica sin distingos. Me llamó la atención que, creo haber oído, que el Papa les había dicho que no podían ser sacerdotes (o sacerdotisas, para una mayor precisión) porque entre los elegidos por Jesús no había discípulas, olvidando que entre ellos también gobernaban mujeres, la madre y la Magdalena.

             Al respecto tengo dos comentarios. El uno, que las cosas deben observarse desde la distancia y dentro del contexto del tiempo en que se dijeron. Qué más recalcitrantes que los judíos, de la época. Educados bajo normas que vistas en la distancia hoy han perdido su valor. Claro, reconozco que ciertos comportamientos perduraron durante siglos, nada más ver que en el siglo pasado seguía iguales pensamientos y aún hoy perduran a fuerza de repetición. En el siglo antepasado lo decía precisamente una mujer: Debemos pues juzgar siempre los hechos que tuvieron lugar en otras épocas, situándonos en el espíritu en esos tiempos, y entonces veremos que lo que hoy nos parece humillación é injusticia se consideraba como cosa natural y corriente entonces[1]. No se debe juzgar el hecho sin tener el contexto de la época.

Y el otro, que la mujer ha demostrado ser tan capaz como el hombre, las mismas capacidades, reforzadas o debilitadas algunas si se compara con el otro sexo, pero no por ello menores como para apartarlas. Claro que no comparto aquello de las cuotas femeninas, por el solo hecho de serlo, pues eso debilita a la humanidad (nada más pensar en que la actual vicepresidenta llegara a gobernarnos, eso sí daría vergüenza), pues se escoge por su condición pero no por sus méritos, que es lo que debería prevalecer, los méritos, no solo de hombres sino de mujeres, al ser iguales como lo cacareaban los derechos humanos del siglo XVIII.

 

Pero una cosa piensa el burro y otra el que lo enjalma.

 

El hombre en su primera infancia ó en su decrepitud es igual en todas partes.[2]

Tomado de Facebook
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[1] Soledad Acosta. Lecciones de Historia. Y agrega: Además no debemos olvidar que las razas vencidas siempre se han tratado con rigor y crueldad. Aun en este siglo, llamado de las luces, vemos que los ingleses, holandeses y alemanes en la India y en Africa, como los franceses en Argel, los norteamericanos con las tribus indígenas que aún existen en su territorio y los habitantes de Tejas, no tratan con mayor humanidad á los que habitan los países que pretenden poblar con emigrantes europeos.

[2] Lecciones de Historia. Soledad Acosta de Samper.

lunes, 5 de junio de 2023

SI Y TAL VEZ

                Palabras que juntas o separadas generan la culpa, siendo solo suposición, porque el cerebro siempre presume lo negativo, no es muy optimista que digamos. Pero por sí mismas esas palabras no duelen, pero cuando son pronunciadas en el futuro sobre el pasado acaecido ya implican señalización que conllevan al pesar, a la culpa., porque siempre vienen acompañadas de una situación irritante, maluca, desgraciada.

 

                A ese tal vez si se le agrega el si condicional, si tal vez, entonces la culpa y la incertidumbres se hacen mayores y mayores son sus estragos.

               

                        Si hubiera estado, si hubiera llamado, si tal vez hubiera ido, tal vez no habría ocurrido, tal vez no hubiera sido así, tal vez.

 

                Ese tal vez es muy peligroso y lo mejor es dejarlo pasar desapercibido, tal vez. Porque lo que resulta cierto es que hay que dejar que ese si y ese tal vez no aparezcan en el futuro, porque las cosas suceden, independiente del si y del tal vez y no tienen solución, las cosas como son y para qué cargar con dudosas elucubraciones de lo que pudo haber sido y no fue.

 

                Tal vez.

 

La mente es juguetona. La llenas de datos pensando que le estás haciendo un favor, que así serás una persona más completa, pero cuando necesitas que te devuelva la información ella se niega, se hace la remolona y no suelta prenda hasta que no le da la gana, que suele ser en el momento más inoportuno, cuando es imposible correr detrás del dato para responder la pregunta.[1]

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[1] Bajo la piel. Susana Rodríguez Lezaun.

viernes, 2 de junio de 2023

AL FIN QUÉ SOY

                Hablando de política, preciso. Viendo los cambios políticos que se suceden en diferentes países que pasan de socialismo a liberales, a tradicionales, a nacionalistas y de aquí para allá, me asaltó la pregunta de qué tendencia política puedo ser yo, aquí en mi país. Liberal, conservador, izquierdista, comunista, verde, azul o morado, por la cantidad de facciones que hay.

 

                La pregunta como ejercicio mental me llevó a pensar en ello. Realmente qué afinidad política tengo. Por un lado soy conservador (o godo, si se prefiere), me gusta el orden, conservar las cosas buenas en su sitio, con la libertad requerida y responsable (si es que la hay). Liberal igualmente, porque la economía sea estable así como la libertad de emprendimiento. Socialista de alguna manera, viendo tanta injusticia social, aunque debo dejar claro que no estoy de acuerdo con tanto subsidio a los pobres que dejan de trabajar porque les va mejor no haciéndolo, como cualquier mantenido que es consciente de su situación. Comunista, eso sí que no, solo sentir el peso de un Stalin resoplando a mi oído, nanay. Hasta de anarquista tengo un poco, cuando veo que nada pasa, pasando todo lo que aborrezco. Dictatorial, una buena dosis, porque las cosas no se arreglan con las conciliaciones y manos blandas, por el contrario para que sucedan las cosas se debe actuar con mano firme y amenaza, no hay de otra, eso lo tengo claro.

 

                Pero de igual manera tengo claro que los partidos políticos, antaño con la claridad programática de su filosofía propia, se fueron desvaneciendo y hoy solo perdura el nombre (socialista, conservador, liberal, verde, republicano, comunista…). Ya no hay diferencia programática entre ellos, al parecer porque ya no la tienen (aunque en el papel mantienen los principios de antaño, como falsos juramentos a la bandera) y hoy todos tienen el mismo discurso sobre la libertad, el orden, la fraternidad (y el mismo odio que se destila en el discurso contra los otros) y, naturalmente, a todo lo que huela a verde, a ecológico, sin tener la mínima noción de lo que ello puede significar, pero es importante incluirlo dentro del discurso, ah! claro, también el sonsonete de cobijarse con la juventud, fundamental para que esos votos sean conquistados con medias verdades.

 

                De esa manera, hoy no sé en política qué soy, una amalgama contradictoria, según las circunstancias, pues la política se ha convertido más en un culto a la personalidad que de ideología de partido; amamos u odiamos al candidato no por lo que pueda representar del partido al que está representando, sino si esa persona nos produce alguna reacción, buena o mala y poco importa el discurso, pues ya no es importante al ser igual al de sus demás congéneres. El culto a la personalidad, a eso se ha reducido la política, peligroso pensamiento pues ese culto llevó a Hitler, a Mussolinni, a Stalin, a Mao, a Chaves y Maduro y a tantos más a someter a sus pueblos a la miseria que la historia ha contado.

 

                Siendo así, estoy jodido y, para mi consuelo (consuelo de tontos?) estamos todos jodidos. Para la muestra un botón.

 

Y nosotros ¿cómo estamos? Dios lo sabe! cacareando y alborotando el mundo con un solo huevo que hemos puesto. ¿Qué medidas, qué providencias se toman en el estado de peligro en que se halla la Patria? (…) meras esperanzas quiméricas, hijas de la pereza y de la confianza estúpida que nos va á envolver de nuevo en las cacareas: el peligro es cierto y evidente y los remedios ninguno![1]

Tomado de Facebook
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[1] Biografía del General Antonio Nariño. Soledad Acosta de Samper. Cita de hace más de 150 años y aún hoy contiene su dosis de verdad.