viernes, 30 de octubre de 2020

QUÉ PASA SI MUERO?

             El problema de repetir las temporadas del Doctor House es que lo induce a oír frases que uno preferiría omitir, al ser preguntas curiosas, impertinentes, lo sé. Poco razonables, lo sé. Eufemísticas, también sé que no lo son.

 

            Y la de este título, la que nadie quiere hacerse, al menos en voz alta. La mayoría ni siquiera en voz baja y menos hacérsela. Porque ya saben la respuesta, de antemano, le temen a ella y odian oírla.

 

            Para la respuesta se necesita mucha, tal vez demasiada objetividad; alejarse lo más posible de la subjetividad, de los sentimientos, olvidar el pobreteo propio de cada quien, pues adoramos que nos pobreteen. Ay pobrecito, es la condescendiente respuesta que al parecer insufla el alma ante la desgracia.

 

            Por eso prefiero dejar la pregunta en el aire, para no distraernos en lo que viene a continuación. Si es que algo tiene que venir a continuación de la pregunta impertinente, grosera, agresiva, pero necesaria.

 

            Y la respuesta…

 

—Todos estamos en las manos de Dios.

—O del destino —tercia Sánchez Terrón, fatuo y solemne—. La naturaleza tiene reglas implacables[1].

Tomado de Facebook
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[1] Hombres buenos - Arturo Pérez-Reverte

miércoles, 28 de octubre de 2020

LA IGNORANCIA DE LA LEY

             Existe un supuesto jurídico que enseña que la ignorancia de la ley no sirve de excusa, para nadie. El postulado, como ahora todo lo jurídico, se aplica dependiendo de quien lo dice y de quien lo recibe, es decir, como toda ley, todo depende y de allí que por eso no exista justicia y la ley… es otra cosa.

             Pensando en eso, en pleno siglo XXI, qué tanta verdad hay en ello? Me puse a pensar en las leyes que se han dictado desde la constitución del 91 y a hoy van 2061, es decir un promedio de 687 por año y de ser cierto el aserto legal todos deberíamos conocerlas para no excusarnos en su cumplimiento, o al menos para saber a qué atenernos. Lo sé, la mayoría son babosadas: que se declara patrimonio nacional cualquier pendejada, que se rinden honores a cualquier difunto que tuvo la palanca para que propusieran la ley respectiva, que la nación se une en cualquier efeméride, se hace canto a la bandera por cualquier cosa, (como por ejemplo la 2057 de este año, por la que se declara al yipao y a la cultura yipera como patrimonio cultural integrante del paisaje cultural cafetero, sin saber que es paisaje cultural y que un jeep sea alabado hasta llegar al rango de ley! Todo envuelto en labia grandilocuente); o esta otra joya, la 2074 para festejar la operación jaque se señala el 2 de julio como el día de la Valentía y Estrategia Militar Patria, durante el cual las máximas Autoridades Administrativas del nivel Nacional y Territorial realizarán actos protocolarios en los cuales se destaquen a los miembros de la sociedad cuyas acciones se consideren valerosas y leales. Falta que con el tiempo se entregue la medalla Uribe, pienso no sin ironía; y así, para no seguir envenenándome. Para eso sirven los legisladores. Y si me retrotraigo a las leyes del siglo pasado y las que subsisten del antepasado (por ejemplo, el código civil), con un promedio bajito de 500 leyes anuales, durante cien años, para contar nada más el siglo pasado, ya son bastantes como para ignorarlas, aunque las ignoramos totalmente. Y aún así, dígase que más de la mitad ya están desuetas, derogadas o modificadas, el número que queda es demasiado grande, para un cristiano cualquiera.

             Y ahora nada qué decir sobre los decretos, que en sentido amplio fungen como leyes. Para ver su magnitud, basta con ver que durante 2019 se dictaron 2419 decretos, de toda especie, sin poder determinar a simple vista cuales quedaron derogados, modificados, ampliados y, su mayoría, inservibles, si se me pregunta. Un promedio de dos mil al año, durante 120 años, digamos que el 80% ya no funcionan, pero el 20% nos obligaría y no podemos atenernos a alegar su ignorancia, aunque ella sea total, lo he de confesar. Y los temas? Para cuentachistes, para sonrojarse, para sentir vergüenza ajena, tal como pasa con las leyes. Si se permite mi pesimismo irrefrenable en estas lides.

             Afortunadamente la ignorancia de la ley si sirve de excusa si se trata de normas de nivel departamental y municipal, siempre que uno no viva en ese pueblo. De lo contrario, ni imaginármelo podría.

             Entonces, la ignorancia de la ley no sirve de excusa y menos en un país de leyes, lo que me hace sentir, he de confesarlo, más confundido de conocerlas todas ellas, pues es de sentir popular que las leyes se escriben con grandilocuencia que genere confusión e inmediata interpretación, para que los que pueden, puedan hacerle el quite a lo que dice la ley, en su beneficio. El resto? Que se joda, como siempre!

 

¿Por qué hemos de estar siempre usando unos términos generales tan altisonantes como vacíos de significado?[1]

Tomado de Google
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[1] Donna Leon. Piedras ensangrentadas.

viernes, 23 de octubre de 2020

Y EL TIEMPO NO PASA?

 

Te escribo con tanta claridad porque en esta época es imposible guardar un secreto. La conversación más íntima es escuchada y repetida y no hay carta que no pueda ser leída y, si es necesario, copiada. Vivimos en un tiempo de recelos y sospechas. Por eso he llegado a la conclusión de que el mejor modo de sobrevivir es hablar y escribir con toda sinceridad.[1]

 

            Cualquiera que pudiera leer estas palabras pretendería que son actuales, pero fueron escritas en 1959 por Mika Waltari, palabras que remitió a hace más de dos mil años, es decir cuando no se vislumbraba ningún adelanto, tan solo el paso de un profeta llamado Jesús, en el segundo de los casos. En el primero, tampoco se vislumbraba demasiado adelanto en tecnología, aunque ya se empezaban a dar los primeros pasos para llegar a la era del internet, casi treinta años después.

 

            Si para aquellas épocas pretéritas, del siglo pasado –para no hablar de las más pretéritas-, se desconfiaba del decir al poder ser oídas por terceros sin que lo supieran los primeros, qué se podrá decir de lo que la actualidad tiene qué decir, porque así no se diga, cualquier algoritmo lo puede deducir y hasta intuir, así se trate de un algoritmo, no de una mente racional. Un chisme, dicho en red social, se multiplica en la medida en que resulte interesante, venenoso o al menos un poco perspicaz, porque tratándose de chisme, todos somos iguales, no importa si son o no ciertos, lo importante es poder replicarlo antes que los demás. La defensa posterior es lo de menos, porque en todo caso se vuelve tan intemporal que un chisme mata a otro mejor y cada tres segundos se genera un mejor chisme, más velado, más hipócrita, más mentiroso, más soslayado.

 

            Por lo visto, a pesar del transcurso de los años, los humanos no hemos cambiado, seguimos con la tergiversación, con el amagualamiento de los hechos, esclavos del chisme, sin importar las consecuencias.

 

            Y entonces me pregunto, si desde hace tantos siglos no hemos cambiado –seguimos siendo chismosos, sin importar las consecuencias-, como esperamos ser mejores en estos tiempos en que hasta la renuncia o la echada del puesto se notifica por medio de una simple nota que puede llegar por una red social o en el mejor de los casos, por algún comentario de algún conocido que nos lo hace saber por el mismo medio.

 

            Por eso, chismosos seremos hasta que nos muramos! Y así lo sabrán, pues el chisme de que uno ha muerto vuela por las redes invisibles de eso que llamamos ciberespacio.

Pero no me arrepiento de ello, pues ningún hombre puede borrar ni cambiar las consecuencias de sus actos[2].

Tomado de Google


[1] Mika Waltari - Marco el romano

[2] Mika Waltari - Marco el romano

miércoles, 21 de octubre de 2020

ORDINARIO

             Lo ordinario de la vida. Una mera frase, afirmativa y si se lee desprevenidamente, la oración puede tener varias lecturas, como evidentemente las hay.

 

            Por ejemplo, con la acepción de ordinario(1): Bajo, basto, vulgar y de poca estimación, la vida queda como algo deleznable(2). Si le doy la acepción de Comúnregular y que sucede habitualmente, la vida adquiere otra cualidad y otra calidad. Ya cambia de enfoque, al no tener un contexto previo. Y si se dice con la acepción de Que no tiene grado o distinción en su línea, es decir, que no se destaca por nada especial, también se le da a la frase otras significancia diferencial.

 

            Pero independientemente a todo eso, me dio por ver lo ordinario de la vida, es decir, que convivimos en una vida ordinaria, la que ordinariamente vivimos, la corriente, la que al parecer no tiene nada de particular o especial.

 

            Precisamente es en este punto en donde puede estar uno de los misterios de la vida, en que no sabemos apreciar el día a día, eso ordinario que hacemos ordinariamente –entendido como corrientemente, no piensen que me refiero a lo basto-, es eso que hacemos cotidianamente a modo de robot, de lo que no percibimos con conciencia. Lo ordinario es respirar, pero se hace de una manera tan automática que no nos paramos a considerar su importancia –aunque en yoga es fundamental-, mientras que lo extraordinario en tales circunstancias sería el no respirar, que ahí sí lo miraríamos como algo especial, cuando lo realmente especial es lo ordinario.

 

            Y después de viejo, esperando siempre lo extraordinario que trajera felicidad, resulta qué equivocada era la apreciación, pues la felicidad no estaba en lo extraordinario sino precisamente en lo ordinario, en el día a día. Se trataba de sonreír ante una nube que nos coqueteaba, llevándonos al recuerdo o a la nostalgia. Era sentir el viento que despeina cuando se adquiere conciencia de su existencia. Es caminar viendo cómo el mundo avanza sin prisa y sin maldad. El canto de un pájaro, la risa de un niño columpiándose, la sonrisa fresca que se recibe de un desconocido.

 

            Es ese ordinario acontecer lo que hace que la vida ordinaria, además de seguir su curso, permite que sea la realidad. Por su lado, lo extraordinario, no es ordinario, no sucede todos los días y pasa muy de vez en cuando y por eso es extra, no es ordinario.

 

—Supongo que porque me gusta el pasado —dijo—. Leer sobre otros tiempos nos enseña que, en realidad, a pesar de que han pasado siglos desde entonces, no hemos cambiado tanto.(3)

Tomado de Facebook

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[1] Según la RAE hay 17 acepciones. https://dle.rae.es/ordinario.

[2] Que es despreciable y no merece ser tenido en consideración. Si se me permite el exceso de locuacidad.

[3] Donna Leon. Muerte entre líneas.

lunes, 19 de octubre de 2020

TODOS MIENTEN

             Una premisa básica y fundamental que guía al doctor House. Por demás muy válida y de allí que su primer diagnóstico no sea tan acertado, debido a las mentiras, medias verdades, omisiones o exculpaciones que el paciente da.

 

            Y no es solo a nivel médico. Fundamentalmente mentimos y especialmente cuando algo no quedó como debía quedar o no fue hecho como debía hacerse. Allí aparecen las mentiras, las medias verdades, las omisiones que permiten una exculpación, en el caso de que se llegue más allá de la búsqueda.

 

            Mentimos por vergüenza. Mentimos por temor. Mentimos a manera de exculpación. Todos mentimos.

 

            Y me preguntaba si eso era inherente al ser humano. Si es un rasgo atávico[1]. Si viene en nuestro ADN, pues todos, para evadir responsabilidad tenemos una disculpa en la punta de la lengua.

 

            Y lo curioso de todo es que aún sabiéndolo, seguimos mintiendo, mintiéndonos, sin vergüenza ya.

 

            Y fuera de todo eso somos egoístas o tal vez sea por eso?

 

—A nadie le gusta enterarse de las desgracias de la gente que nos cae bien, la verdad —afirmó el camarero.
—Es cierto —dijo Brunetti asintiendo, y respondió con otro cliché—: pero la vida es así, se empeña en decirnos lo que no queremos oír.(2)


Tomado de Facebook
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(1) Es decir, propio del pecado original, si se pudiera afirmar, pues se define como semejanza con los abuelos o antepasados lejanos. Aparición de caracteres propios de antepasados. El atavismo suele atribuirse a la expresión de un gen que habría quedado inactivo en algún momento de la historia filogenética de la especie. En términos mendelianos, el atavismo se ha explicado como resultado de la herencia de dos genes recesivos. Wikipedia.

(2)  Donna Leon. El huevo de oro.

viernes, 16 de octubre de 2020

DIVAGANTE

             Ignorancia y analfabetismo eran los males que llevaban al sometimiento del pueblo, según predican quienes saben del tema.

 

            Aunque haya símil entre las dos palabras, hay una distinción, si bien sutil, que las hace diferentes. Ignora(1) quien no sabe y analfabeta(2) quien no aprendió. Quien quiera buscarla, bien puede hacerlo, porque no es mi tema de hoy.

 

            Hoy el analfabetismo ha disminuido –del 27,1 en 1964 al 5,24 en 2017(3)- y a la universidad se va mucho más que antes, muchas más personas, por lo que, en términos generales, el analfabetismo no es predicable como antes, como causa de sometimiento.

 

            Mientras que la ignorancia… ignora el que no sabe, como yo, que ignoro el arte de la panadería o de la ingeniería, pero aún tengo sentido común. Ignorante el fanático que no ve más allá de sus narices. De allí que ignorancia y falta de sentido común, ante la imposibilidad de calcularlos, prevalecen en todos los tiempos.

 

            Y todo para preguntarme, entonces qué? Qué pasó? Que nos idiotizó o qué nos ha mantenido idiotizados tanto tiempo para seguir como estamos? No por falta de alfabetización, pero sí de ilustración, naturalmente la adecuada, porque aún los fanáticos se ilustran de las idioteces de quien los dirige.

 

            Otra divagación mía sin sentido, al haber leído que estamos sometidos gracias a la ignorancia y el analfabetismo, cuando todo se reduce a la falta de sentido común, que, como dirían antaño, ya no es el más común de los sentidos.

 

            He dicho!

Los siglos pasan y nosotros no aprendemos.
Los siglos pasan y nada pasa, solo cambian las formas, amoldandose a los siglos y los siglos siguen pasando, sin pasar nada, en el fondo seguimos igual, como al comienzo, como al inicio. Tanto del bien como del mal, que juntos siemore han existido, diemore gan coexistido, sin cambios, solo las formas, pero la esencia se mantiene, perdura y prosigue.(4)

Tomado de Facebook
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[1] Falta general de instrucción o de conocimientos. 2. Hecho de ignorar o desconocer algo. Diccionario Google.

[2] incapacidad de leer y escribir que se debe generalmente a la falta de enseñanza de las mismas capacidades.Wikipedia.

[3] https://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-376377.html?_noredirect=1

[4] Donna Leon. Cuestión de fe.

miércoles, 14 de octubre de 2020

IRRESPONSABLE

Tomada de Facebook

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        Irresponsable. Tal vez. Dando opiniones a la loca, y dónde queda la responsabilidad social?

 

            Cuál? Me pregunto. Aunque me exculpo y me tiene sin cuidado esa responsabilidad, acaso quién soy yo para dirigir, para tener poder social? Por el contrario, si lo que yo quisiera era que al menos alguien me leyera, a pesar de que sé que no convenceré al que lo hiciera, aunque a la larga también me tiene sin cuidado, pues hasta aquí sigo siendo un irresponsable, aunque responsable ante mí mismo al tener oportunidad de divagar y de pontificar, sin responsabilidad social.

 

            Irresponsable? Tal vez, pero qué es esa responsabilidad? Acaso soy responsable de mi hermano, dijo Caín al Señor y aún así el Señor lo castigó, -qué injusticia, me digo, pero este mundo no es de los justos, me explico-.

 

            Pero qué es responsabilidad social? Quién la tiene, dónde está o es solo la mía? Si además soy un anónimo, desechable e ignorado, aunque todo sea disculpa, para mí mismo, claro está. Entonces dirán que soy un anarquista. Sí pero no. Irresponsable, me gritarán, tal vez sí, y?

 

Y también creo que debería tener en cuenta que casi nadie cambia al pasar por la vida, o cuando la vida pasa de largo.(1)



[1] Donna Leon.  El huevo de oro

lunes, 12 de octubre de 2020

EN ESTAS SEGUIMOS

             Hoy, por estas épocas, casi siempre desde que se inventaron las redes sociales, me pasa lo mismo. Me sacan la piedra, con sus memes estúpidos condenando la conquista que acabó con los conquistados –aunque siempre y en todo lugar del mundo, ha sido lo mismo, de la China a la Conchinina.- Mano de estúpidos que ni siquiera han leído la historia de su propio país; como fanáticos –y de allí lo estúpidos- alardean con esos memes que solo demuestran su propia ignorancia. Por ejemplo culpar a Colón por las masacres de indígenas, cuando Colón lo único que hizo fue un descubrimiento, se la pasó casi todo el tiempo en el mar o peleando ante la Corte sus derechos, pero hay que arrasar con Colón. Y eso me lleva a la moda que se impuso, importada de no sé dónde, de arrasar con las estatuas de en una época ilustres señores. Al menos las dejaran pensando en que eran obras de arte. El tumbar la estatua de Belalcázar, le quita encanto a la ciudad en donde estaba, era una estatua, pero el imaginario moderno ve el peligro de que baje y arrase con lo que quedó. Y me pregunto, punto y aparte, si el destruir no es vandalismo? No es un delito? Sobre un bien público? Entonces no vale el respeto o al menos el temor a estar enjuiciado? Al menos debería limitarse por esas razones, o no? O por ser indígenas está permitido?

             Entonces esto me llevó a dos temas. El uno, a la actual costumbre de culpar a una estatua por los males de los siglos pasados. Siendo así, deberían arrasar todo el Vaticano pues es propiedad de la iglesia y la iglesia –al no dejar olvidar el pasado- es Inquisición, poder, intransigencia y hasta pederastia. Incluye la Capilla Sixtina, las grandes obras de arte, escultura y pintura, con arquitectura de la mano, pues su origen según ese imaginario no es muy santo, hay manos manchadas de sangre y avaricia. Mano de estúpidos, me sigo diciendo, es que no ven más allá de su nariz? Lo pasado, pasado. Hay que superarlo, han pasado 300, 400, 500 años, por qué no concentrarse en el pasado cercano y en el futuro que está por venir? Y lo que dejaron fueron obras de arte. Pero no, el 12 de octubre hay que envenenar a esta indiamenta, que de paso me gustaría saber si preferirían tener hoy la fisonomía de rastros indígenas –la misma que se ve en huitotos y motilones, si es que aún los hay- o tener la fisonomía que hoy tienen, menos aindiados y más blanquitos? Siguen siendo feos, pero más aclaraditos, será su consuelo.

             De otro lado, me gustaría que leyeran un poquito más de historia, antes de hablar. Los aztecas sometieron a la brava a todos los pueblos de su área –mexicas, olmecas, toltecas- y no era muy suaves que se dijeran, la pascua florida era momento para derramar sangre para los dioses. A los españoles que llegaron les fue bien porque los sometidos se aliaron con españoles y así derrotaron a los aztecas y sometieron toda la península. Y los incas también sometieron a sus vecinos y aún los chibchas, medio tranquilones, tampoco fue que eran peritas en dulce. O recordar a los pielrojas, comanches y demás. El que tiene poder no se lo deja arrebatar muy fácilmente, a pesar de que los sometidos lo intenten a cada momento.

             La humanidad, en toda época, ha sido la misma, no ha cambiado. Unos someten y otros son sometidos, quienes someten implantan su querer, los sometidos obedecen y aún sigue así, ver Afganistán, Irak, Irán, porque los gringos quieren la paz mundial y el orden democrático según su mirada. Así a través de los siglos, basta que recuerden que la historia que nos dieron –para algunas generaciones la que les untaron superficialmente-, toda la historia de la humanidad ha sido de guerras, de sometimiento. No le echemos la culpa nada más a lo ocurrido hace quinientos y  pico de años, pasado que ya no podemos cambiar, que bien o mal, hoy somos producto de lo ocurrido y eso, como quieran verlo, nos hizo menos aindiaitos, como diría mi mamá. Pero pienso adicionalmente, por qué no quitan el puente del 12 de octubre? Ahí si van a gritar todos esos tarados porque les quitan un puente, no una fecha.

             Como sea, me digo, supérenlo, cambien de chip.

             Discursos que solo buscan mantener el odio, sin razón y sin explicación, solo son repeticiones de loras. Sí, todo eso pasó, no se puede negar. Sí, es cierto, catastrófico, pero han pasado muchos siglos, acaso no es hora para preocuparnos de cosas más importantes, del hoy, para el mañana? Dejemos esa estupidez o al menos sigamos con estupideces más modernas, más de hoy, porque de ese pasado hoy nadie es responsable, ni siquiera Dios al haber expulsado a nuestros primeros padres de ese eterno paraíso y habernos condenado al pecado a perpetuidad. O sigámonos dando garrote y buscando camorra en nombre de la expulsión del paraíso, que al parecer tampoco lo era tanto. Al menos seamos estúpidos, pero con estilo, concluyo.

 —¿Quién fue aquel santo que dijo: «Hazme casto, pero todavía no»?

—Creo que san Agustín.[1]

Tomado de Google.
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[1] Donna Leon. Testamento mortal.

viernes, 9 de octubre de 2020

DIVAGACIONES

            Al finalizar cada día pienso en que ya pasó. Un día más, encuarentenado, un día más tal como el anterior, como cada día desde que estamos en este encierro obligado.

 

            Y me pregunto si cada día es igual al anterior, porque es parte de la rutina ya instalada y la rutina es, por definición, igual, sin mayor diferencia. Un constante ir y venir, es Sísifo condenado a la eternidad de su propia rutina, tal vez con un cambio entre día y día, no sensible, no susceptible, no perceptible, pero a la larga un día más o un día menos, como quiera verse.

 

            Entonces se pensará que estoy en etapa de pesimismo o de depresión. Suele sucederle a los pensionados, creo. Pero no lo veo así, aunque tal vez el siquiatra lo considere así, uno nunca sabe, pero como el eventual siquiatra no vive conmigo, tengo a mi favor mi propia opinión.

 

            Simplemente así veo mi diaria cotidianidad. O si se prefiere, reflexiones de un viejito que lindan con las divagaciones, pensando en que solo se tienen recuerdos y esperanzas muy limitados.

 

            Me pregunto si los jóvenes tienen estas mismas sensaciones, pues de ser así, estamos jodidos.

 

—Me parece que los ancianos sienten muy poco interés por el mundo que los rodea y por el presente, y lo que prefieren es pensar en el pasado y hablar del pasado. Y quizá vivir en el pasado. —Hizo una pausa, pero ante el silencio de su superior, Vianello continuó—: Desde luego que eso vale para la mayoría de los ancianos que conozco o conocí: mi abuela, mi madre, incluso los padres de Nadia. Además, si lo piensas, ¿por qué habrían de interesarse por el presente? Para la mayoría está lleno de problemas de salud, o de problemas de dinero, y ellos son cada vez más débiles. Así que el pasado es un sitio mejor para pasar el tiempo, y mejor aún si tienen a alguien que los escuche.(1)


Tomado de Facebook.
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[1] Donna Leon. Testamento mortal.