miércoles, 21 de octubre de 2020

ORDINARIO

             Lo ordinario de la vida. Una mera frase, afirmativa y si se lee desprevenidamente, la oración puede tener varias lecturas, como evidentemente las hay.

 

            Por ejemplo, con la acepción de ordinario(1): Bajo, basto, vulgar y de poca estimación, la vida queda como algo deleznable(2). Si le doy la acepción de Comúnregular y que sucede habitualmente, la vida adquiere otra cualidad y otra calidad. Ya cambia de enfoque, al no tener un contexto previo. Y si se dice con la acepción de Que no tiene grado o distinción en su línea, es decir, que no se destaca por nada especial, también se le da a la frase otras significancia diferencial.

 

            Pero independientemente a todo eso, me dio por ver lo ordinario de la vida, es decir, que convivimos en una vida ordinaria, la que ordinariamente vivimos, la corriente, la que al parecer no tiene nada de particular o especial.

 

            Precisamente es en este punto en donde puede estar uno de los misterios de la vida, en que no sabemos apreciar el día a día, eso ordinario que hacemos ordinariamente –entendido como corrientemente, no piensen que me refiero a lo basto-, es eso que hacemos cotidianamente a modo de robot, de lo que no percibimos con conciencia. Lo ordinario es respirar, pero se hace de una manera tan automática que no nos paramos a considerar su importancia –aunque en yoga es fundamental-, mientras que lo extraordinario en tales circunstancias sería el no respirar, que ahí sí lo miraríamos como algo especial, cuando lo realmente especial es lo ordinario.

 

            Y después de viejo, esperando siempre lo extraordinario que trajera felicidad, resulta qué equivocada era la apreciación, pues la felicidad no estaba en lo extraordinario sino precisamente en lo ordinario, en el día a día. Se trataba de sonreír ante una nube que nos coqueteaba, llevándonos al recuerdo o a la nostalgia. Era sentir el viento que despeina cuando se adquiere conciencia de su existencia. Es caminar viendo cómo el mundo avanza sin prisa y sin maldad. El canto de un pájaro, la risa de un niño columpiándose, la sonrisa fresca que se recibe de un desconocido.

 

            Es ese ordinario acontecer lo que hace que la vida ordinaria, además de seguir su curso, permite que sea la realidad. Por su lado, lo extraordinario, no es ordinario, no sucede todos los días y pasa muy de vez en cuando y por eso es extra, no es ordinario.

 

—Supongo que porque me gusta el pasado —dijo—. Leer sobre otros tiempos nos enseña que, en realidad, a pesar de que han pasado siglos desde entonces, no hemos cambiado tanto.(3)

Tomado de Facebook

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[1] Según la RAE hay 17 acepciones. https://dle.rae.es/ordinario.

[2] Que es despreciable y no merece ser tenido en consideración. Si se me permite el exceso de locuacidad.

[3] Donna Leon. Muerte entre líneas.

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