viernes, 30 de noviembre de 2018

EL HUMOR



En estos tiempos modernos en que somos quisquillosos por tanta bobada que se han inventado, como el de usar el masculino-femenino en discursos izquierdistas para no ofender, pretendiendo ser inclusivos, o para utilizar eufemismos imbéciles, me digo, en que ya no se pueden utilizar ciertas palabras porque ofenden, cuando ya somos tan plurales, que ya es difícil determinar entre macho y hembra (porque se ofenden), marica (si uno le dice a un amigo así será que lo demanda?) y elefegeme o como se llame esa sigla que nunca he podido procesar (porque se discriminan, más entre ellos que entre nosotros), que ya no se puede coquetear (porque somos sexistas, abusivos y no se cuántas maricadas más y termina uno empapelado por un: adiós, mamita! Será que si uno le dice eso a la mamá puede ser denunciado?)

En fin, son cosas de estos tiempos a los cuales nos debemos someter dejando de ser sinceros, habladores y camuflarnos en la cobardía, en el anónimo, en donde no nos vean, por los temores generados por tanta estupidez junta que se procesó en los últimos tiempos.

Pero el punto es el humor. El humor siempre tiene una vena picante, un veneno, una malquerencia, un vainazo que de cualquier manera hace reír a los no afectados y que atenta contra los que se dan por aludidos o destinatarios. Recuerdo que uno tenía su repertorio de chistes por temas, los había de casados, de abogados, de políticos, de maricas, de negros, de gangosos, de putas, de ingenieros, de curas, de policías y de todo lo que era posible. Y eran chistes, era humor de la época. Al que diera papaya se le caía.

Y me encuentro hoy en contradicción. Santos pintado como un bobalicón y Duque como cara de marrano, aunque siempre los presidentes han sido ridiculizados de cualquier manera. Ese es humor gráfico. Y Vladdo fue entutelado pero alegó libertad de prensa y de expresión. El humor parece que tendrá que morir, porque cualquier alusión a cualquier congénere, aún en el humor negro (y éste no tiene nada que ver con el racismo) tiene la picardía del veneno, del vainazo y siempre alguien se verá afectado, así lo entienda dos días después. La cuestión es que ya no se puede hacer un buen humor, ni a lo Verdaguer, porque termina siendo uno tildado de sexista, machista, homofóbico, xenofóbico, uribista y hasta nazi.

Por eso, si me ven en la cárcel no es por corrupto ni por haber cometido un delito, simplemente porque le dije hijueputa a alguien y se molestó; yo tenía razón pero él tenía un mejor abogado! (si es que lo puede haber).


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miércoles, 28 de noviembre de 2018

EL BLACKFRIDAY


            Ver las noticias del extranjero, especialmente de los gringos en un día como éste, es ver el reflejo de lo que son los gringos (especialmente los extranjeros agringados, por no decir los inmigrantes que ahora son más gringos que los gringos, no digo originales, porque no creo que haya gringo original, en ningún sentido).

 

            Una puerta que se abre, una turba incontrolada que entra a la jungla a apropiarse de lo que pueda, sin necesitarlo, sin saber que lo necesita realmente. Actuar como jauría rabiosa de irrespeto al prójimo y a sí mismo, si lo podemos decir.

 

            La irracionalidad en su más perfecta fórmula. Por un lado, comprar por comprar. Por el otro, pasar por encima del prójimo, porque yo soy el centro del mundo y todo lo expuesto es para mí, solo para mí, las ofertas se hicieron para mí. (No me malentiendan estas alusiones al mí, porque es natural que uno siempre piense primero en mí, en mi bienestar, en saciar mis necesidades, pero no con esa irracionalidad explicada).

 

            Se pasa por encima del otro sin sentido, sin justificación, con gaminería, por un descuento, sirva o no el objeto, hay que ganárselo a puños, como dice la ley de la jungla, pero ni siquiera los animales salvajes han demostrado llegar a esos extremos, solo el hombre.

 

            Y lo que resulta aún más grave. El día siguiente. El arrepentimiento de haber comprado lo que no se necesitaba sólo por quitárselo al vecino, de endeudarse sin sentido, sin razón. El usarlo y argumentando garantía devolverlo nada más se pueda. Según TVE (edición del 25 de noviembre) la consecuencia de la compra compulsiva en España hace que las devoluciones del día siguiente superen el 50% de ventas y las excusas de devolución son variopintas, como los seres humanos, el eterno fueque (fue que el color no era el que necesitaba; fue que el mueble no encajó; fue que era para un regalo pero ya le dieron otro… pero ninguno confiesa que no lo quería comprar, que era un mero impulso).

 

            Consumismo irracional, compra compulsiva. El ser humano en la jungla, con su propia ley. Un ejemplo más de lo lindo que se ven los gringos demostrando su propia irracionalidad y lo que es peor, ver cómo este ejemplo lo exportan y nosotros, los imbéciles útiles les copiamos en sus costumbres, llámese jalogüin, acción de gracias o blacfraidei. Llegará el día en que igualmente empecemos a hacer tiro libre en centros comerciales o universidades y veremos lo lindo que es agringase, sin razón.

 

            Hasta aquí mi mala leche de hoy.

 

Ante una situación anormal, la reacción anormal constituye una conducta normal. (1)

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(1) Viktor  Frankl. El Hombre en busca de sentido.

lunes, 26 de noviembre de 2018

EL EDÉN



Pasaba por un parque y vi un árbol, parecido a la higuera lo que llevó mi pensamiento al Edén. Recordé el catecismo y mis clases de religión en donde se nos contaba cómo Dios había echado del Edén a Adán y Eva, a quienes nos representaban como seres humanos erectos, ella rubia y sílfide cuerpo; él pelinegro y cuerpo atlético. Y fue sobre esos ancestros que Dios determinó que no se merecían el paraíso y los desalojó a través de un intermediario, angelical, claro está.

Pensando en eso me preguntaba cómo eran físicamente, si efectivamente fueron echados del paraíso aquellos primeros seres, originadores de la humanidad, tal como la conocemos. Lo único que se me ocurrió pensar fue en los antropopitecos y pensé, siguiendo con la fábula religiosa, que Dios fue muy injusto con esa decisión. Supongo que los monjes que decidieron inventarse la historia carecían del conocimiento necesario para poder imaginar al ser humano original diferente a la figura de ellos mismos. Y si lo pienso en la distancia y se hubieran podido imaginar la figura de esos primeros seres, por demás feos –visto desde la perspectiva actual- les tocaba elegir una forma más humanada para ese Adán y Eva primigenios y la usó la iglesia de esa manera para pintarnos el cuento del desalojo forzado.

Fue abusivo Dios porque para aquellas épocas el hombre a duras penas tenía cerebro, su idioma el sonido gutural, se defendía como podía, es decir, ese Dios abusó del desvalido, del limitado mental. Y eso no fue ayer, si se cree en lo que dicen los antropólogos, el homo sapiens data de hace 315.000 años aproximadamente (en Marruecos se encontraron los primeros vestigios(1)) y eso que nuestra historia civilizada de recordación como tal no data de más allá de cuatro mil años.

Qué farsa tan grande, me dije; qué engaño, si al menos hubieran pintado a esos primeros padres expulsados tal como podrían ser hace tanto tiempo, aunque afortunadamente no les pusieron la figura lúgubre de los imaginativos curas a quienes se les ocurrió tal desfachatez.

Ya sé que los apóstoles de la iglesia me dirán que eso es una forma de escribir, para limitados mentales, supongo, que realmente no fueron expulsados, que esa historia sagrada no existió, que era una forma de llegar al populacho para que se sometiera a la iglesia y a su poder eterno. Si no existió ese Edén, ni ese Adán y Eva, deduzco por lógica que tampoco existió Dios ni el arcángel Miguel.

Pero nos dejaron la carga de culpa de un pecado que ni siquiera fue cometido y cargaremos por toda la eternidad la responsabilidad de ese pecado original, que nunca fue nuestro ni por nosotros generado.

(Mis detractores pedirán mi excomunión, pero tranquilos que yo mismo me la he decretado muchas veces, cada vez que me da por escribir de religión).

La Iglesia no inflige ningún dolor. Dios guía los instrumentos; así, el dolor es causado por los instrumentos, no por la sagrada mano de la Iglesia. Cuando se derrama sangre o se inflige dolor, la culpa es de la persona, no de la Iglesia. Las torturas no se infligen como castigo sino para confirmar la autenticidad del testimonio.
  —¿Cómo justifica eso el Santo Oficio?
  —Santo Domingo nos dice que, cuando las palabras fracasan, pueden prevalecer los golpes.(2)

Cuadro al óleo con espátula. JHB (D.R.A)


(1) https://es.wikipedia.org/wiki/Homo_sapiens
(2) Gary Jennings, Robert Gleason y Junius Podrug. Sangre azteca.

viernes, 23 de noviembre de 2018

ANTAÑO


Una columna de El Espectador, por su título, me llamó la atención: El bocadillo y la tradición de tirarse la comida(1). Critica a quienes modificaron el pandebono valluno original al agregarle bocadillo o arequipe: Pero toda creación sagrada invita al sacrilegio y, por eso, no falta quien le pone bocadillo al pandebono. Terminan por desconocer a toda una tradición gastronómica y degenerar la cultura. Y reitera: Está bien que uno puede hacer de todo lo que se le dé la gana: desde echarle piña a la pizza hasta ponerle Nutella a una arepa. Pero no se puede negar que dichas transformaciones, en ciertos casos y cuando se aplican a comidas tradicionales, terminan por deformar las culturas degenerando sus productos. Concluye: ¿Le echaría mantequilla de ajo a un jamón serrano? ¿Comería sushi con salsa de tomate? Si su respuesta fue afirmativa, déjeme decirle, primero, que es muy osado, pero ante todo su gusto es pésimo. El gusto es bueno o malo con referencia a una cultura…

 

En mi caso, recuerdo hoy el ajiaco santafereño, que tenía su fórmula sacramental, en porciones y proporciones (papa criolla, para sabanera, papa tocana y papa pastusa; el caldo, el del pollo cocinado y sus respectivas osamentas, que son las que dan la sazón necesaria; y el truco, guascas, guascas y mucha guasca. No voy a seguir con la receta de preparación, porque me alargo demasiado. Naturalmente estaban los aditivos de crema de leche y alcaparras). El sacrilegio en la preparación actual del ajiaco, ya preparado a nivel nacional y en Bogotá por todos los que de otros lados llegaron, comenzó con su distorsión. Unos echando mucha agua, poca papa o no todas las calidades de papa y escasa guasca; otros, añadiendo zanahoria y alverja (como decimos por acá a la arveja, cuya pronunciación terminamos rechazando); otros más echan ahuyama y hasta arracacha y en cualquiera de sus formas, terminó denominándose ajiaco. Tanto que en algunos lados cuando se busca se pregunta si hay ajiaco ajiaco.

 

Y lo mismo pasó con la tradicional bandeja paisa, si contenía morcilla, si pata, si chicharrón o bastaba tocino cocho o sudado, si con carne molida o asada, etcétera.

 

En una palabra, la comida de antaño no es lo que fue, lo que subsiste es su nombre. Si me hubieran preguntado hace quince años mi opinión, habría pensado en el sacrilegio culinario y que las cosas sólo deberían presentarse como lo hacían las abuelas y punto. Hoy, tal vez con vergüenza o con nostalgia, al ver cómo se diluyen las recetas, como se diluyó la música colombiana, por ejemplo, me hace pensar que la modernidad se fue comiendo la nacionalidad o su orgullo y lo peor del cuento, no pasó nada, nos dejamos imbuir del cambio, dejando el leve sabor de que lo pasado fue mejor, pero sin ninguna fuerza para retornar a él, siendo algo que valía la pena recuperar. En una palabra, la modernidad y la globalización ya nos absorbieron y supongo que ya también nos absolvieron de cualquier culpa. Somos hijos de su tiempo.

 

Viendo esos cambios y cómo ha cambiado el tiempo y sus costumbres, en muchos casos de añoranza, recuerdo con triste dejo aquellos tiempos de sabor a ajiaco de abuela, acompañado en el fondo por la vieja música colombiana, hoy todos ellos difuntos, de la abuela a la música.

 

Supongo que a eso se le llama nostalgia, de esa que no volverá.

 

Ya descansarás cuando estés muerto. (2)



Foto JHB (D.R.A.)

(1) Juan Sebastián Solís. https://www.elespectador.com/opinion/el-bocadillo-y-la-tradicion-de-tirarse-la-comida-columna-821943
(2) Arturo Pérez Reverte. Falcó.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

¡JUAN, ERES UN HÉROE!



Así inicia un correo que me llegó. Me llamó la atención porque que recuerde nunca me han dicho que soy un héroe y lejos de serlo, no he recibido reconocimiento de ningún tipo, si es que alguna vez lo fui.

El mensaje en su interior decía: ¡juan, eres lo máximo! Estamos increíblemente felices porque haces parte de la familia de Change.org Colombia. ¡Somos la comunidad más grande de cambio social en el país! Gracias a tus firmas muchas peticiones en nuestra plataforma se hacen realidad. ¡Por eso queremos compartir contigo estas súper noticias del último mes! (sic). Y comenzaba con una serie de logros obtenidos, tales como: En el Congreso se entregaron más de 30 mil firmas que apoyaban la moción de censura para Alberto Carrasquilla. Que yo sepa, la moción se hundió y las 30.000 firmas se perdieron. En Popayán, con el apoyo de más de 40 mil firmas se realizó un plantón en la alcaldía por la liberación de Takeshi. Se hizo el plantón y? Nunca he creído en los tales plantones, si he de ser sincero. 11.596 firmas lograron que se archivara el proyecto para extender el periodo de alcaldes y unificar las elecciones. Que yo sepa ese proyecto no se hundió por eso y menos por once mil y pico de firmas. Y lo mejor de todo, es que me consideran un héroe cuando realmente nunca apoyé ni firmé ninguna de las peticiones a las que aluden y de las que me hacen héroe.

Bueno, fuera del reconocimiento inmerecido, dicho no a manera de discurso de reconocimiento sino todo lo contrario, el manejo, por no decir manipulación, de la información, hasta en las buenas obras terminan generando una serie de mentiras que, en mi caso, sólo llevan a que me aleje de esas organizaciones que habiendo podido nacer con muy buenas intenciones, con el tiempo terminan endiosándose y creyéndose hacedores de verdad y, como en este caso, manipulando debilidades colectivas haciendo héroe al que simplemente ayudó alguna vez a un conocido con su firma, sin estar convencido. Y no me digan que once mil firmas hundieron un proyecto en el congreso o que faltó una firma para que el ministro fuera censurado. Se nota que no conocen el intríngulis de la política y lo marrulleros que son los que deciden allí.

¡Muchas gracias por todo tu apoyo!
Juntos podemos cambiar el mundo

¡Ya les creí! A propósito esa org es gringa y creo que ni siquiera han oído de un país que se llama Colombia y vienen a descrestar indios. Y no sigo con mi mala leche originada por un título que nunca perseguí, merecí ni deseé. Y qué héroe ni qué carajos, héroe por… mejor me callo.

Los animales buscan, nosotros somos rebuscados. Cada necesidad es lo que es (física, zoológicamente) pero también es todo lo que nosotros queremos que sea, lo que queremos que llegue a ser: de modo que cada necesidad satisfecha no produce sólo alivio y reposo, sino también inquietud, afán de más y mejor, siempre más y mejor. Antes te he dicho que el problema es que los hombres no sabemos lo que necesitamos; me refiero a que no sabemos lo que necesitamos porque no sabemos lo que queremos. Y «querer», para los humanos, es la primera y más imprevisible de las necesidades. Permíteme un poco de gimnasia dialéctica: los animales quieren (es decir, apetecen según sus necesidades) porque viven, mientras que los hombres vivimos… porque queremos.(1)

                   
Tomado de Google (2)


(1) Fernando Savater. Política para Amador.
(2) 22141004_10155575505450168_1293335619566068445_n.jpg

lunes, 19 de noviembre de 2018

EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ.



Gaviria, cuando se posesionó por allá en el año 90, gritó eufórico, aunque en ese momento no tan convencido de su papel presidencial, Bienvenidos al futuro(1) –inclúyase si se quiere el dejo pereirano que le era propio-.

Hoy leo que Duque ha dicho al presentar sus actividades de los primeros cien días: el futuro ya comenzó(2) -sin estar seguro si el que manda es él, supongo-.

Sé que la noción del tiempo es relativa, pero para el paisano corriente, presente, pasado y futuro son nociones que tienen que ver con el hoy, el ayer y el mañana. Pero para la demagogia las frases rimbombantes hacen la historia y siendo así, si el futuro de Gaviria empezó en el 90, querría decir que esta patria boba se quedó congelada durante veintiocho años hasta que Duque decretó que desde ya empezaba? O era un bienvenida latente hasta que le dijeran que mañana ya es hoy?

Otra de las frases sin sentido que se inventan gurús publicistas, mercado-tecnistas o qué sé yo y en ambos casos de euforia, los palaciegos los veo aplaudiendo con el mismo fervor con que fueron pronunciadas, sin darse cuenta que es solo una frase lanzada a los aires, un juramento de bandera, que en cualquier caso ni es cierta ni se va a hacer real, que sólo es quimera demagógica.

El punto es que con frases cortas que llegan al oído o al alma se logra el efecto deseado, poco importa la verdad que contengan y a eso nos hemos acostumbrado y nos creemos el cuento (como aquél de mano dura y corazón blandito? O cómo era que en el púlpito predicaba Uribe?).

Como sea, eso se llama manipulación y hoy, en pleno siglo XXI, en donde el avance en casi todas las ciencias es tan apresurado y a veces caótico, lo que resulta cierto es que nos gustan las frases demagógicas, para ocultar desde allí nuestra desesperanza.

En uno de sus cuentos dice Franz Kafka: «Por favor, deja que el futuro siga todavía durmiendo como merece. Ya que si uno lo despierta antes de tiempo, tiene entonces un presente dormido».(3)



De Google (4)


[1] https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-70158
[3] Fernando Savater. Política para Amador.
(4) https://cdn.memegenerator.es/descargar/547777

viernes, 16 de noviembre de 2018

¿CÓMO ME VERÉ DENTRO DE DIEZ AÑOS?



Cómo me veré dentro de diez años? Una buena pregunta que, en principio no tiene respuesta. La vida da demasiadas vueltas como para aventurarme a dar una respuesta, ni medianamente acertada. Si me preguntan cómo me siento ahora, podría responder que como me sentía hace veinte, porque es como si el espíritu se hubiera congelado en el tiempo y mantuviera la edad de aquellas épocas. Sin embargo, espíritu y espejo no van de la mano. El espejo me dice otra cosa y dentro de diez años me dirá otra muy diferente, pero creo que dentro de diez años, mi espíritu será el mismo que se congeló hace veinte, por eso, si me fuerzan a una respuesta, sólo puedo decir que dentro de diez años mI espíritu seguirá como hace veinte, aunque el espejo diga lo contrario.

Un escrito que me hice precisamente el 22 de febrero de 2005, para ver si lo leía diez años después y podía tener una respuesta. Han pasado trece años y ocho meses, día más, día menos y me lo encontré curiosamente.

La cuestión es que no recuerdo cómo era hace trece años: ya no tengo recuerdo físico, es decir cuando tenía precisamente cincuenta años, tanto que ya ni recuerdo en qué ni en dónde trabajaba para esa época, la diferencia es que en ese tiempo seguro andaba de paño y corbata, objetos hoy abandonados por la tranquilidad de la pensión. Hasta tenía reloj, objeto que igualmente fue desechado porque ahora muchas veces ni siquiera sé la fecha en que estoy y menos la hora, porque ya no estoy contra el tiempo, él es el que está contra mí.

Lo inocultable son las canas, la calva, las arrugas, el genio y la figura que se han modificado en más de diez años pasados, como podrá corroborar el espejo, el único que me puede decir cómo estoy hoy, porque desafortunadamente es el único sincero que no me puede mentir, así trate de distorsionarme.

Y así como lo escribí hace ya tanto tiempo, es una buena pregunta que no tiene respuesta, en principio, quién sabe qué pasará en diez años, si me vuelvo a hacer la pregunta (aunque la respuesta la sé de antemano, más cercano a la tumba).

Hasta que un buen día, con gran civilización y mucha tristeza, decidimos cortar para dejar de hacernos daño, pues coincidimos en que cada uno era el reflejo deprimente del otro. (1)


Foto: JHB (D.R.A)


(1) Santiago Gamboa. Los impostores.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

OTRO POQUITO DE POLÍTICA


… porque echar todas las culpas a los de fuera sirve de coartada para no sentirse responsables ni obligados perentoriamente a buscar soluciones por sí mismos. (1)

            Había quedado en que odiaba a los políticos, a su corrupción y sed de poder y que los partidos políticos, a mi modo de ver, hoy son iguales, sólo buscan el poder y enriquecerse a toda costa.

            Y entro a otro tema espinoso, los sistemas de gobierno. Al parecer no hay ninguno bueno y el menos malo, al decir de los que saben, es la democracia. Pero queda demostrado que la democracia ni siquiera es buena en el hogar, siempre se requiere de una mano dura, por no decir fuerte. Una de mis jefes, sabiamente en mi percepción, decía que bajo su mandato no había democracia, la única democracia posible era lo que dijera su dedo, sí o no. Y funcionaba bastante bien, a mi modo de pensar.

            Conociendo la historia y repitiéndola también, nuestras democracias se limitan a elegir a los que sabemos corruptos y ansiosos de poder, renegamos contra ellos, maldecimos cuando perdemos, pero siguen ganando los mismos directamente, a través de sus subordinados cuando no por conducto de sus hijos o familiares. Y para colmo, todos opinamos sobre lo divino y humano, estando fuera del ruedo, porque no nos atrevemos o no queremos entrar en él.

            Y dice Savater: La verdad es que la democracia se basa en una paradoja que resulta evidente a poco que se reflexione sobre el asunto: todos conocemos más personas ignorantes que sabias y más personas malas que buenas… luego es lógico suponer que la decisión de la mayoría tendrá más de ignorancia y de maldad que de lo contrario. Los enemigos de la democracia insistieron desde el primer momento en que fiarse de los muchos es fiarse de los peores.(2)

            La democracia por más régimen presidencial parlamentario, estado social de derecho o cualquier otra forma como quiera llamarse y así la soberanía resida en el pueblo, lo cierto es que no está funcionando tan bien como se pudiera desear. De igual manera a los llamados socialistas o comunistas, tampoco es que les vaya tan bien y de la monarquía constitucional ni hablar, pues el rey es simple figura decorativa, como también está demostrado. Y entonces?

            Eso es lo que me he venido preguntando sin encontrar solución alguna. Todos los sistemas de gobierno actuales están corruptos de alguna manera. Y los votantes cada vez más estúpidos, desde mi punto de vista, porque … los resultados son tan ambiguos y hasta oportunistas como cualquier encíclica papal. (3)

            Baste ver un comité, difícil obtener una decisión. Y cuando debe ser tomada, la mayoría prefiere esperar a que el que debe decidir, decida, bien o mal; si bien, palmaditas en el hombro; si mal, ya hay a quien echarle la culpa. Y eso que se habla de un grupo reducido. Ahora imaginar una ciudad o un país, congeniar y lograr consenso de todos los habitantes, siempre habrá discrepancia, odios generados por la opinión ajena, cuando no gritos para lograr imponerse. Y lo vemos cada día. Por eso no hay como pontificar desde mi confortable soledad.

            Oriana Fallaci sostenía que todos los ísmos eran malos: Esta es la época de los ismos - comunismo, capitalismo, marxismo, historicismo, progresismo, socialismo, desviacionismo, corporativismo, sindicalismo, fascismo - pero nadie se percata de que todo ismo rima con fanatismo. Esta es la época de los anti - anticomunista, anticapitalista, antimarxista, antihistoricista, antiprogresista, antisocialista, antidesviacionista, anticorporativista, antisindicalista, antifascista - pero nadie se percata de que todo ista rima con fascista. Nadie dice que el verdadero fascismo consiste en ser anti por principio, como quien agarra una rabieta, negando a priori que en cada corriente de pensamiento haya algo justo o algo susceptible de ser utilizado para buscar lo justo. El sentido e incluso el significado de la libertad se pierde al encasillarse en el dogma, en la ciega certeza de haber conquistado la verdad absoluta, sea ésta el dogma de la virginidad de María o el dogma de la dictadura del proletariado o el dogma del Orden y la Ley, cuando la libertad es el único concepto inapelable e indiscutible. Tanto es así, que la palabra libertad no tiene sinónimos, tan sólo extensiones o adjetivos: libertad individual, colectiva, personal, moral, física, natural, religiosa, política, cívica, comercial, jurídica, social, artística, de expresión, de opinión, de culto, de prensa, de huelga, de palabra, de fe, de conciencia. En última instancia, ella es el único ismo o sea fanatismo admisible, porque sin ella un hombre no es un hombre y el pensamiento no es pensamiento.(4)

            Con esto ya no sé qué pensar, pero en cualquier caso, se requeriría reinventar una forma de gobierno, supongo que con amalgama de todos los conocidos y de los que se conocieron, pero pareciera que no aplicaría a toda la humanidad, pues el ensayo de la ONU ha quedado evidente que es un estado inoperante, corrupto, ineficaz e ineficiente como cualquier otro(5). Y también está la falta de líderes de la talla de Churchill, entre otros. Hoy gobiernan solo demagogos que se escudan en discursos que todos queremos oír, pero que realmente terminan haciendo lo que se les da la gana. Un privilegio de la democracia.

            Tristemente debo reconocer como dice irónicamente Savater(6), nuevamente:

¡A callar, que no todo el mundo puede ser rey! Los que han nacido para obedecer no deben entrometerse en las deliberaciones de los que nacieron para mandar.

Tomado de Google (7)

(1) Fernando Savater. Política para Amador.
(2) Política para Amador.
(3) Ob. cit.
(4) Oriana Fallaci. Un hombre. (Biografía de Alekos Panagulis).
(5) Eric Frattini. ONU, historia de la corrupción. Un libro bastante interesante, para quienes quieran asquearse.
(6) Ob. cit.
(7) Meme-Vargas-Lleras.png

lunes, 12 de noviembre de 2018

POLÍTICA



"Cuando se tienen 20 años, uno cree haber resuelto el enigma del mundo; a los 30 reflexiona sobre él, y a los cuarenta descubre que es insoluble."(1)

Ya que pasó la fiebre política de elecciones y que cualquier traspiés o desacierto del actual gobierno lo vienen cobrando con todo e intereses aquellos de la oposición o de los que simplemente no votaron por el ganador, como es mi caso, cayó en mis manos la Política para Amador, de Fernando Savater. Libro interesante, por demás, sin estar de acuerdo en muchas cosas, estando de acuerdo en muchas otras.

Y eso me llevó a pensar en la política y en su simiente, los partidos políticos de hoy. Reflexioné un poco, verificando mi historia política de identificación partidista para ser más preciso y dentro del contexto colombiano. Sinceramente nunca fui ni godo, ni liberal, ni verde, ni anapista, menos comunista, ni de ninguna secta intermedia. Usé la política según intereses si era necesario; mi mamá me dijo diga que usté es conservador, como su papá y eso fui. Afortunadamente para acceder a los puestos que tuve nunca se requirió definición ni empujón político. Por el contrario, una de mis jefes sabiendo mi desinterés por la política me dijo en alguna oportunidad, diga que usté es godo y su jefe es el senador fulanito y así no lo joden. Así fue. Pero sí conocí de primera mano muchas historias de la porquería, por no decir podredumbre, de los políticos y eso ayudó más a que mi odio hacia ellos sea erizante e hiriente.

            Pero bueno, fuera de mi repulsión, el tema no pudo pasar desapercibido por mi vida, producto de estudios universitarios, de curiosidad histórica, lecturas varias. Y hoy me pregunto, como me pregunté en algún blog anterior, sobre los partidos políticos. Ya no la entiendo muy bien; antes un poco más, releyendo la política inicial de este país, de qué se trataban los partidos, cómo se identificaban, su filosofía, porque viéndolo bien, por estas épocas todos son iguales, lo único distinto son los nombres.

            Qué buscaban los godos de antaño? Se resumía en patria, familia y tradición –como la iglesia que era uno de sus baluartes-. Los liberales? Libertad, sobre todo económica. Los comunistas? Ni idea, porque de comunidad y socialismo poco se veía y eso que las sectas eran innumerables. Y los partidos nacientes en ese momento y hoy murientes como la Anapo, MRL y no sigo.

Y hoy qué persiguen? Pareciera que no hay ideales claros, no tienen vocación filosófica y todo se centra en el pastel que quiere cada uno tomar. He pensado en qué se diferencian los partidos hoy y no encuentro distinción, tanto que ni siquiera distingo las vertientes. Qué es centro, qué es derecha, qué es izquierda, qué es ser verde, o comunista y mucho menos entiendo qué es ser de centro derecha o izquierda o de centro centro; el enmermelado es lo único cierto, la tajada del pastel hace bailar al político. No les importa nada más, mantenerse comiendo pastel, indiferentes a los demás, a las necesidades ajenas. Y tras todo ello: poder, no para compartir sino para aferrarse a él, enriquecerse y querer más poder. En esto todos ellos se identifican.

Hoy, políticamente no soy nada, aunque pudiera decir que soy una amalgama del todo y de la nada, me gusta el gobierno fuerte y firme; odio a los políticos, naturalmente; creo en la necesidad de una sociedad igualitaria, pero no demasiado; en un estado justo, equitativo, libre de toda contaminación. Pero sé que eso es mucho pensar con el deseo y por eso me toca aguantarme con lo que tengo, bien o mal.

Esto da para seguir hablando, pontificando o echando globos, que dejo un espacio para otro blog, mientras me esperan mis cuadros.

De nuevo la cuestión: ¿es bueno o malo este resultado? Te contesto, como antes, que pasó hace tanto tiempo que ya no me acuerdo y que me da igual.(2)


Imagen de Google (3)


(1) August Strindberg. (1849-1912) fue un escritor y dramaturgo sueco. Considerado como uno de los escritores más importantes de Suecia y reconocido en el mundo principalmente por sus obras de teatro, se le considera el renovador del teatro sueco y precursor o antecedente del teatro de la crueldad y teatro del absurdo. Wikipedia.
(2) Fernando Savater. Política para Amador.
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viernes, 9 de noviembre de 2018

¿CÓMO SABERLO?


Encontrado en Facebook(1)

La imagen con que inicio este blog me hizo pensar en algo semejante que alguna vez en la vida, en medio de mi ocio, me pregunté. El tema en su momento lo dejé a un lado por ser una pregunta impertinente o simplemente sin respuesta o una pregunta vergonzante, si he de ser más sincero.

Ante la imposibilidad de seguir huyendo de esa vergonzosa pregunta no hay otro camino de enfrentarla, si quisiera perder el miedo a lo que otra persona pueda pensar de mí.

Pero como la edad lo permite todo, ya desvergonzado me vuelvo a hacer la pregunta: Cómo me ven los otros?

La respuesta es sencilla, siempre y cuando la subjetividad no se acomode en este escrito. Me ven tal como fui ante esos ojos que me vieron y me evaluaron. Algunos viéndome como buena persona; otros, como un quisquilloso de mirada enfadada, permanente, para otros más. Risueño o energúmeno. Amistoso o desagradable, según la ocasión. Algunos ojos me vieron con los ojos que mis ojos les vieron.

Y puedo seguir describiendo circunstancias, situaciones, aún pensando que algunos ojos me vieron en todas las facetas posibles y en todas las evoluciones que el tiempo ha permitido.

La conclusión es sencilla: cada uno me vio como me vio en su momento, como me conoció, según circunstancia, según situación. Por eso algunos me quisieron, otros me odiaron, qué se le va a hacer. Y hoy, cómo me pueden estar viendo? Por ser pregunta vergonzante, impertinente y hoy intrascendente, simplemente me tiene sin cuidado, los ojos ven lo que quieren ver, lo que recuerdan haber visto o lo que permitió el engaño, ya estoy viejo para esas maricadas.


Pero te confieso (ahora que no nos oyen los tontos) 
que me llevo muy bien con lo que es la vida 
pero no con la vida como es. (2)

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(2) Fernando Savater. Política para Amador.