viernes, 29 de julio de 2016

CONTAGIO


“Las sociedades tienen realidades a las que prefieren no mirar de frente. Esa puede ser la razón por la cual los marginados terminan relegados a los extramuros y lejos de los centros de decisión. No los queremos ver, como si al no hacerlo dejaran de existir. Por eso es un reto cuando los indigentes se instalan a pocas cuadras del poder y la opulencia. Su sola existencia nos recuerda que algo no funciona. (…) Pero ¿qué pasa si no comenten un delito, si simplemente existen y se paran en la calle con sus ropas malolientes, su perro pulgoso al lado y su pequeño universo a cuestas? ¿Tenemos derecho a decirles “aquí no pueden estar” por ser pobres y excluidos? ¿Tenemos derecho a desplazarlos por miedo? (…) Las personas no desaparecen si alguien destruye su casa; buscan otro lugar, otro barrio, de pronto la calle donde vive usted.” Yolanda Ruiz. Un indigente nos mira (http://www.elespectador.com/opinion/un-indigente-nos-mira)

Un nuevo atentado (el del tren en Alemania y a punta de cuchillo, luego del de Niza con un camión, pasando por los sofisticados gringos y sus armas adquiridas en el agache). Parece que se trata de contagio. Gente joven. No he visto que gente mayor de 35 años (por decir algo) sean los victimarios actuales. Generalmente hombres. Estos hechos me llaman la atención.

Pienso que se trata de jóvenes sin futuro, sin objetivos, invisibles, como los viejos, pero antes de tiempo. Oyen cuentos, comen cuentos y propagan cuentos. Los mitos se propagan, se pegan al corazón, sin razón, todo por omisión.

Omisión de cariño, de salud, de educación, de justicia, de vida.

Cómo soñar, si los sueños mueren al abrir la puerta, al ver el más allí lleno de sus propias falencias.

Cómo vivir, si la vida sólo le ha enseñado esa, la de no vivir, la de sobrevivir.

Calles de miedo, de temores disfrazados de valentía, para no sucumbir en ella. Temiendo a cada paso, mirando con desconfianza y muchas veces, sin vergüenza, para ver qué pueden obtener sin demasiado esfuerzo.

Sin esperanza de mejor futuro, sin preparación para ese futuro, sin posibilidad de superar el salario mínimo, si lo hicieran “a lo bien”.

Joven amenazado, en su vida y en su hombría, debe sobrevivir, así sea simulando vida y hombría, aunque en el fondo del alma todo lo tema, todo lo sufra.

Saben que el camino de la legalidad no les llevará a mejores cosas, a mejor futuro, a mejor satisfacción. Para ellos “eso no paga”. Toca, porque no hay otra alternativa, el camino de la ilegalidad, del matoneo, del raponeo, del sicariato, de la sobrevivencia, de ellos.

Si quieren algo, saben que no lo obtendrán fácilmente, hay que sudarlo, hay que robarlo, así se hace fortuna prontamente, ya que no puede ser gerente para hacerlo más prontamente y de manera más pomposa exhibiendo.

Saben de antemano que no llegarán a viejos, para qué hacerlo si los viejos mueren de desolación, mirando el pasado que les tocó vivir, soñando con el futuro que nunca les tocó. Esos viejos son sus padres, su parentela, sus vecinos de lucha y verlos allí con las arrugas del alma, viendo que por más que lucharon, nunca lo lograron y los más, desfallecidos quedaron en el camino.

Sin seguridad, porque ni ellos están seguros. Ya nadie está seguro, ya nadie puede estar seguro porque ni a un seguro pueden acceder.

Fueron desplazados o nacieron del desplazamiento, sus abuelos no pudieron superarlo, sus padres, a duras penas, ellos, quién sabe, quién sabe.

Los congéneres que pudieron estudiar pasaron a otra esclavitud. Verles con largas caminatas de cansancio, tratando de superarse, porque superándose lograrán ser alguien, es la promesa. Pero luego, con título y todo, viéndoles correr y recorrer por un salario mínimo, por eso siguen allí. Por eso no los envidian, están atados a la esclavitud del trabajo; dos o tres horas de ida y otras tantas de venida, para correr a donde el patrón, que no le pagará lo que cree merecer. Sólo cansancio queda.

Cansancio de vida.

Y así día tras día. Ambos con la ilusión de un mejor mundo, al menos de un mejor país, aunque sea un mejor barrio, pero ese al menos, cada día más lejano.

Por eso no se hacen ilusiones, porque saben que podrán tener mucho, pero será por muy poco tiempo, en esa vida no se vive por mucho.

Mientras, yo, desde lo lejos, les observo. Condoliéndome, algunas veces, otras mirando hacia la invisibilidad, para no arriesgarme, otras con fastidio, porque sus aromas y pintas no se ajustan a mis estereotipos. Mirándolos como menos, porque a nuestros ojos lo son, mirándolos otras veces con miedo, porque son los más, tratando de pasar desapercibido para que no me envidien y me ataquen, en todo aquello que considero de mi propiedad, aún en ese mi propio miedo.

Evitar sus ojos para que no relean nuestro miedo, aunque saben que si les miramos directamente, mayor será su temor y en esto ganaremos, porque podemos ver que el miedo de ellos puede ser mayor que el nuestro, pero sin aventurarnos, porque su riesgo es mayor que el nuestro y ellos no tienen nada qué perder, porque nada tienen. Nosotros tenemos todo qué perder, porque creemos que tenemos todo, al menos más que ellos y así nuestro mayor enemigo es nuestro mayor miedo, no son ellos, somos nosotros mismos y nuestras pertenencias, el miedo al despojo.

Como toda mi vida, prefiero verlo desde lo lejos, desde mi vida cómoda. Pero aún así, me pregunto por ellos, con qué sueños viven?


“Pero ¿qué pasa si no comenten un delito, si simplemente existen y se paran en la calle con sus ropas malolientes, su perro pulgoso al lado y su pequeño universo a cuestas? ¿Tenemos derecho a decirles “aquí no pueden estar” por ser pobres y excluidos? ¿Tenemos derecho a desplazarlos por miedo?” Yolanda Ruiz.


miércoles, 27 de julio de 2016

BANALIDADES



“O sea, nunca se dio mayor esplendor técnico y científico. Pero tampoco hubo nunca tantos movimientos ideológicos fundados (o mejor, desfondados) en lo irracional, dogmático o inverificable; sobre todo, jamás se dio tal abundancia de partidarios del arrebato intuitivo o la certeza sanguínea entre la élite de servidores de las altas funciones espirituales, llámeseles ‘intelectuales’ como es habitual o ‘clérigos’ en el sentido laico de la palabra que utiliza Benda. Y cuanto más irracionales fuesen, mayor audiencia alcanzaron entre la multitud. En una palabra, nunca los humanos supimos hacer tantas cosas con la razón y nunca nos aburrimos tanto con ella y de ella…” F. Savater. El arte de ensayar.

Cuatro noticias que en un mismo día salieron, en primera plana de periódicos (versión internet) que me hicieron pensar: o soy muy estúpido leyendo lo que estoy leyendo o el mundo está más estúpido que nunca. Y pensé en escribir, sin eufemismo de ninguna especie, como una forma de desahogar la piedra por la insulsidad, la banalidad y la pendejada humana.

No hay derecho, hasta dónde ha llegado la estupidez humana (según mi punto de vista, algunos dirán otra cosa, pero allá ellos).

Cada artículo dice:

UNO

En video: periodistas amamantan en vivo en noticiero argentino. La iniciativa pretendía mostrar apoyo a una madre que echaron de una plaza pública mientras le daba de comer a su bebé en el norte de Buenos Aires.” (http://www.semana.com/mundo/multimedia/argentina-periodistas-amamantan-en-vivo-en-noticiero/482925.)

Ahora mostrar la teta se puso de moda, como una forma de rechazo al rechazado amamantamiento público de un hijo. Y ese rechazo de esas señoras se volvió por el lado del fanatismo, como un rictus: Ahora, ‘como protesta debo mostrar en público mis tetas!’ Este acto de amamantar en público no es nuevo, desde chiquito recuerdo yo que en el bus, en la plaza de mercado, en un parque, las mujeres amamantaban tranquilamente a sus bebés y nadie ponía misterio, pero con una diferencia notoria a hoy día, en aquellas épocas se usaban la ruana, el chal, la bufanda, la pañoleta o el mismo pañal y con el pudor propio de las mujeres de aquellas épocas, se amamantaba de esa manera a los niños, cubriendo lo más visible de la teta, no del niño. Naturalmente las señoras ‘bien’ no lo hacían, salvo que estuvieran en visita de cierta intimidad y en todo caso el chal o la pañoleta ocultaba el acto correspondiente. Nunca supe de escándalo alguno, ni de abuso por este ritual materno. Supongo que eran otras épocas. Lo que sí recuerdo es el viejo chiste que decía que una vez en un bus iba una señora amamantando a su criatura y un señor que iba de pie mirando hacia abajo no podía apartar la vista de la teta de la señora y la señora incómoda le miró por lo que el señor no tuvo otra opción que improvisar diciendo: Señora, no me creerá pero su hijo me acaba de invitar a tomar onces. (Bien contado era risible en mi época, cómo cambian éstas!).

Esto demuestra que los extremos son peligrosos y causan, en cada extremo, el fanatismo correlativo. Y hoy por hoy, si hemos de ser sinceros, las mujeres buscan mostrar todo lo que puedan, se las suben, se las acomodan, las dejan al aire libre, aún sin brasier, las simulan o camuflan dependiendo de si quieren que se les vean más o menos grandes, incitan, como ellas saben hacerlo y después, se emberracan con los hombres porque se las vieron o porque las eludieron.

Amamantar es un acto natural, que no debe ofender, pero este acto igualmente debe ir acompañado de prudencia, porque hoy por hoy, hay demasiados locos haciendo explotar el mundo.

DOS

“¿Qué haría si le dicen que su próxima mascota es homosexual? En este video, de la campaña #gayturtle, la discriminación es la reacción más común cuando los compradores que hacen parte de un experimento social.” http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/gayturtle-que-haria-si-le-dicen-que-su-proxima-mascota-es-homosexual/482906

 

Pregunta e investigación más estúpida no he oído, últimamente (porque de investigaciones y preguntas estúpidas es otro tema más cotidiano). Acaso uno necesita a la mascota para su satisfacción sexual como para hacerle la pregunta? Acaso una mascota responderá a una pregunta tal como: Papito usté qué prefiere, perro o perra? La homosexualidad humana, perdón, la homosexualidad animal ha existido desde siempre, por exceso de una hormona. Y lo peor de la campaña tortuga gay… pobres tortugas. Deberían al menos haberla bautizado como #investigadorestupidin, o algo parecido.

Sentí la investigación y la pregunta un atentado contra mi inteligencia, de allí la piedra que me dio. (Pero no se enoje, que no es con usté… No me pude contener, hay estupideces que me nublan la razón).

TRES

“La aplicación para insultar a Donald Trump. "Gran perdedor" y "cerdo gordo" están entre las frases de Donald Trump que los usuarios de Facebook pueden usar empleando una app de la campaña de Hillary Clinton.” (http://www.semana.com/tecnologia/articulo/la-aplicacion-para-insultar-a-donald-trump/482903)


Sé que es política y que en política todo vale. Pero uno debe tener y mantener un mínimo de decencia, así sea Trump que al parecer se merece todo, pero de pronto es el presidente que los gringos necesitan, para que ayude a acabar con el imperio o, cosas se han visto, de pronto lo vuelva a su justa proporción –que no sé cuál es, pero lo frase quedó muy bien construida!-.

CUATRO

“Dice el rector de la Universidad Externado. “El baño mixto es una pequeña solución para la discriminación”. Desde el lunes todos los estudiantes de esta universidad, sin importar su género, compartirán estos espacios. La medida obedece a un asunto de equidad.” (http://www.elespectador.com/noticias/educacion/el-bano-mixto-una-pequena-solucion-discriminacion-recto-articulo-644788)

Estamos preparados para una locura como ésta? Sólo quiero recordar la universidad más liberal, la de amplio pensamiento, la más humanista, en la que por persecución sexual ya varias personas se han suicidado por el bulin[1] que les han hecho. Sí, los Andes.

Solo voy a pensar en voz alta. No me imagino un anciano como yo, en un centro comercial, orinando en orinal –aunque ya recomiendan que a mi edad debo hacerlo sentado- y entren una patota de muchachitas gritonas y festivas –como suelen ser ahora- y mientras orino las miro y fijo que me acusarán de viejo verde, que me vieron masturbarme frente a ellas, por el solo hecho de estar sacudiéndomelo, pues ellas no saben que los hombres nos lo sacudimos a la hora del reingreso a su posición inicial.

Cuando uno tiene una necesidad fecal, perdón dije que sin eufemismos, entonces retomo, cuando uno tiene una cagada en un centro comercial, por ejemplo, y ve todas las puertas del baño cerradas (entiéndase por puertas de baño cada uno de los cubículos que hay dentro del baño mismo) y para no estar uno empujando puerta a puerta para ver cuál anda vacío, uno siempre acostumbra, como película de espías, a mirar por lo bajo para ver si ve o no pies que demuestren su ocupación. Si lo ven a uno en esa posición de búsqueda de inodoro, fijo lo van a acusar de viejo verde pervertido. Y cómo se defenderá uno?

Y no quiero imaginarme un grupo de muchachitos en el baño con grupo de muchachitas, haciendo o no bulin? Acaso los baños no necesitan y requieren de cierto grado de intimidad –salvo el de mujeres que les encanta la colectividad del momento-.

Con el respeto que me merece el doctor Henao, a quien respeto como jurista, será que no se presta este experimento para consecuencias que después se lamentarán al extenderse a toda la comunidad? Se imaginan un baño público abierto a todos los públicos? Es necesario el experimento? Soy de mente estrecha, pueden pensar, pero hay experimentos que es mejor no hacer, como no es recomendable traer a la vida nuevamente a los dinosaurios.

Anónimo de Facebook




[1] Para los puristas "bullying: nombre masculino. Acoso físico o psicológico al que someten, de forma continuada, a un alumno sus compañeros". 

lunes, 25 de julio de 2016

SI VE QUE SÍ PUEDE ESCRIBIR BONITO?


Mi alter ego siguió insistiendo en cambiar de rumbo en la forma de escribir mi blog. Con el tiempo he entendido que las cosas suceden, cuando suceden y por ello, sin afán, cada vez que escribo dejo que las palabras que resultan sean producto de su momento, independiente del aparente estado de ánimo con que es escrito. Digo aparente porque, afortunadamente, voy escribiendo sin dejarme llevar por pasión diferente a la de escribir, aunque en algunos temas, sí que me dejo llevar, como habrán podido corroborar.

Un amigo, al que volví a ver, fue otro que hizo el comentario de que mis blogs estaban muy pesimistas, muy oscurantistas, muy propio de mí, según supo concluir con su mirada.

En el primer blog escribí que el objeto de escribir, era escribir para mí, con el sentimiento que quisiera ponerle, indiferente al lector. Pero no sé si influyó el deseo de aceptación, de lucirse o de hacer un paréntesis, para demostrar que sí escribía bonito (¿) y hoy, por diversas razones me llevaron a recordar el cuento que a continuación transcribo, escrito curiosamente un 11 de septiembre, de 2001.

Tómenlo como un descanso o si prefieren, paren acá y tomen un descanso a mis blogs y esperen el siguiente, si eso place. 


El mendigo o apariencias que engañan

Allí viene un mendigo con su presencia de mendigo abandonado, vistiendo ropa sucia de diferentes colorines que impiden descubrir el color original de su atuendo. Sucio como mendigo abandonado. En una mano con su costal lleno de cachivaches que ni él sabe para qué han de servir; en la otra, una lata de cerveza que a leguas se ve que contiene bóxer, ese disolvente de rico aroma que les trastoca la mente y les hace vivir en un mundo de ilusión, que les ayuda a evadir esa realidad en que viven, de esa mendicidad, de ese mundo atroz que les rodea, de esa realidad en que están rodeados de “personas de bien” que rehúyen de su propia presencia, de todos esos transeúntes que le evaden en su andar, que ni siquiera les miran a los ojos porque son invisibles a los suyos, que ni siquiera les consideran seres humanos...

Allí viene ese mendigo, con su figura de locura y suciedad. En un principio cuando el ojo radar lo detecta produce la primera reacción de alejamiento, es desechable y por eso produce esa reacción, la reacción de la “gente de bien”. Un primer impulso lleva a esconder cualquier objeto que pudiéramos tener a la vista ajena: reloj, arete, un sobre, argolla, anteojos, cualquier cosa que tememos perder. Una vez protegida toda nuestra materialidad viene el siguiente impulso, el del imán que rechaza a la persona, por estar sucia, por ser aparentemente peligrosa, mendiga, posiblemente loca y por... no ser “gente de bien”...

Venciendo todos esos resquemores, no me pregunte por qué, el imán que tengo no lo rechaza de inmediato, por el contrario decido no cambiar de rumbo, decido continuar el camino y pasar junto a ese mendigo... No me pregunte por qué, pero la mano va hacia la moneda con intención de ser entregada y el pensamiento decide dar esa moneda si ese mendigo la solicita. No me pregunte por qué, pero así sucedió y de la unión de mano y pensamiento, como en una relación de amor, la sonrisa afloró y el sentimiento de entrega, pensamiento y sonrisa hacia ese mendigo se hizo sincero y le perdí el miedo, le perdí el temor y con seguridad seguí el camino hacia el encuentro. No me pregunte por qué...

Fue una sonrisa sincera la que le di y él...

...

Me miró a los ojos, unos ojos que no estaban tristes sino que reflejaban una cierta alegría, sería la alegría de encontrarme...? -me dije, a manera de consuelo.



Se paró a mi lado mientras yo pasaba al lado suyo y haciendo el ademán propio de un militar, con la seguridad de un militar, se puso firmes mientras yo pasaba a su lado y mientras se ponía firmes, con voz militar me dijo: SALUDOS JEFE! Y puso su mano en la frente, con saludo militar. A continuación, volvió a la posición de descanso militar y agregó: QUE DIOS LO BENDIGA JEFE... Y continuó su camino... y yo el mío... No me pidió una moneda, me dio su bendición...

Foto: JHB (D.R.A.)

viernes, 22 de julio de 2016

DECADENCIA


Estuve viendo la transmisión del Tour de Francia. No es que me apasione el tema del ciclismo, como creo que lo dije en otra oportunidad, pero lo veo para conocer mundo, desde mi cómoda cama. Es así como, gracias a la vuelta a España, el giro de Italia (pronunciado con y de yiro, para que se sienta la sangre italiana!, siento que me dicen), vengo conociendo las partes de los países del mundo que un turista no conoce por estar enfocado en los grandes monumentos que turísticamente son dirigidos al parecer por la genética dominante.

Como dije, sin conocer del tema ciclístico, que es lo que menos me interesaba, desde las primera etapas veía cómo los ciclistas se iban charlando en el recorrido, como si fueran de turismo, cosa que me llamó la atención, dado que en las vueltas a Colombia, de mi época naturalmente, porque hoy ya pasa desapercibida, desde la primera etapa salían a ganar, sin esperar estrategias, ni el carbono o las lentejuelas que ahora dominan los “caballitos de acero”.

Inicialmente hago un paréntesis. (Abro paréntesis, falta que diga! Ejem, contesto con indiferente menosprecio). Por aquello del “caballito de acero” veo cómo los locutores deportivos van ayudando a degenerar el idioma y en la etapa de hoy, el locutor colombiano, tal vez ya contagiado por la palabrería del argentino Sábato, hablaba con insistencia y con una propiedad propia de un académico, de la “entrante semana”, se le oía como cuando uno oye hablar a un fantoche que quiere descrestar. Pero bueno. La idea es que los honorables locutores, creyéndose cultos de una parte y maestros del arte, por la otra, han venido generando un idioma paralelo que, a nosotros los legos (será a usté, que es al único que no está fanatizado con los deportes, oigo que me recriminan). Está bien, a mí, ese idioma que están generando no es de mi agrado, no sé a los demás, porque creo que soy, estadísticamente, el cero cero cero cero uno por millón, que considera que sentarse a ver un partido es una pérdida de tiempo, aunque he de confesar que contradictoriamente sí me gusta ver una ronda de golf o de gimnasia, por ejemplo. Cierro paréntesis para ser congruente.

Continúo con el Tour. Decía que en varias etapas parecía más que una carrera una reunión de amigos departiendo por el camino en subida a la Calera o al Alto del Vino, sin intención de sudar pero si de tomar cerveza nada más llegados a la cima. Esa apreciación se hizo patente cuando los mismos locutores dejaban ver que esa modorra hacía que la transmisión se atrasara hasta media hora. Adicionalmente en el mismo Tour se han venido presentando una seria de irregularidades administrativas, imprudencias de grupos de apoyo, todo lo que me ha llevado a pensar en que la seriedad del Tour se está viniendo abajo. Y los mismos locutores, que son los que saben del tema, se han quejado de algunas decisiones administrativas e improvisaciones, demostrando malestar.

Y a que viene toda esta disquisición. A Europa. No es que me preocupe lo que le pase a Europa, sinceramente, me tiene sin cuidado; sin embargo lo veo como el fenómeno, que no sé si los que saben lo han visto o no, pero creo que, así como ha iniciado en Estados Unidos, que ha venido en declive, como áreas de liderazgo y de empuje. Bélgica, la más respetada de Europa en un tiempo, hoy es un hazmerreír y no lo digo yo, el liderazgo de Bruselas ha caído de tal manera que ya sus opiniones son oídas como por necesidad, pero no por su seriedad. Lo demostraron los hechos de los últimos atentados, la falta de seguridad que tenían, las incoherencias e improvisaciones de las decisiones que a raíz de ello adoptaron y dejo constancia que no son opiniones mías, aunque sí las compartimos. Las oí en noticieros europeos y en la prensa. Las percibí, aún antes de que otros con más autoridad lo dijeran! (Uyyyy no, el sabihondo! Me replica el humillativo que tengo también dentro de mí. A lo que le refuto, con ese mismo tonito, deje y verá que en unos años, cuando relean estas palabras… ni profeta que fuera!).

Las experiencias de los atentados, cuando involucra la necesidad de intervención de varios países europeos ha hecho que salgan las quisquillosidades de cada cual, con aquello de que yo lo vi primero, yo tengo mejor tecnología, mataron más de mis nacionales, etc. Reculando en decisiones que anuncian con bombos y platillos y al otro día en contradicción, sin que ya se sonrojen al decirlo. Es allí donde se ve que la Europa unida no funciona, por los nacionalismos, por los celos y por el deseo de predominar, no de unificar. Es un motivo de más para seguir insistiendo en que la Comunidad Europea no está funcionando y difícilmente va a funcionar. Soy pesimista con ese experimento (Ya empezó a comprenderme, me dice mi pesimista!). Curiosamente en el Espectador apareció un artículo cuyo título llega como caído del cielo: Un mes desastroso para el mundo! (http://www.elespectador.com/noticias/elmundo/un-mes-desastroso-elmundo-galeria-643667).

Pero tampoco es el punto propiamente el que quería mencionar. Mi pregunta es: será que este mundo se está volviendo loco? Y la más suspicaz: Será que nos estamos enfrentando a la caída de imperios? Tal como ocurrió con el romano, Europa y Estados Unidos al unísono? La sintomatología, para mí, un lego en predicciones, en estudios y en conocimiento, parece indicar que efectivamente el mundo occidental está en declive. Nos estamos volviendo más agresivos, más intolerantes, serán síntomas? Y me pregunto: Alguien importante, conocedor del tema y no invisible se habrá dado cuenta?

Y continúan las preguntas que no tendrán respuestas y que pueden resultar incómodas: en cuánto tiempo se produce una caída de ese tipo? Serán pensamientos de un pesimista? (Téngalo por seguro, oigo decir). O de alguien que a la distancia lo siente? Y parece que el contagio es de medio mundo: Europa y Estados Unidos, Medio Oriente, Corea del Norte, centro de África, por mencionar algunas. Pero curiosamente Putin, por no decir Rusia, calladito, tal vez lo habrá notado y está esperando haciéndose el pendejo, para coger la tajada que le corresponde en la hecatombe. China, con su mirada de desconfianza, igualmente pasiva, haciéndose la pendeja, como saben hacerse los pendejos profesionales.

Y vuelve y juega, soy un invisible para decisiones y cuando hablo de Estados Unidos, China, Rusia aparentemente estoy hablando de países, con millones de millones de pobladores que deciden, pero que son igualmente invisibles a mí, cuando realmente las decisiones del curso de la historia está en manos de unos pocos, poquísimos que me aventuro a decir que no llegan a cincuenta cristianos. En manos de ellos estamos millones, esa es la ironía. Y lo mejor, los elegimos o ellos se eligieron solos? (Buena pregunta!)

Al comentar el tema en voz alta, mi alter ego dice: No será que se están haciendo reales las predicciones de los indios hopis? (No los recordaba y menos que tenían profecías, pero no quiero entrar en ellas ni en las de Nostradamus, ni otros, porque nunca he entendido los mensajes celestiales ni de dioses o humanos, porque todos ellos hablan en idiomas insondeables y enredados. Siempre he pensado por qué Dios no puede hablar claro? Toda profecía es enredada, por eso es mejor dejárselas a los abogados, expertos en interpretaciones! Puede que en el futuro se hable en este blog al respecto. Sólo puedo decir a mi alter ego: “… Pero Pluma Blanca no podrá presenciar todo esto. Ya estoy viejo y me queda poco tiempo. Tu quizás lo verás. A su tiempo, a su tiempo…”[1]) 

A propósito y como para ampararme otra vez en palabras ajenas, la columna de Esteban Carlos Mejía[2], hablando de Rubem Fonseca (ni idea quién era, hasta que supe que es escritor brasileño y hasta ahí con mi ignorancia[3]), precisa en mi defensa: “A él se debe esta joya, que suscribo al pie de la letra: “El escritor debe ser esencialmente un subversivo, y su lenguaje no puede ser ni el lenguaje mistificador del político (y del educador), ni el represivo del gobernante. Nuestro lenguaje debe ser el del no-conformismo, el de la no-falsedad, el de la no-opresión. No queremos poner orden en el caos, como suponen algunos teóricos, ni siquiera hacer el caos comprensible. Dudamos de todo siempre, incluso de la lógica. El escritor tiene que ser escéptico. Tiene que estar contra la moral y las buenas costumbres. Propercio puede haber tenido el pudor de contar ciertas cosas que sus ojos vieron, pero sabía que la poesía busca su mejor materia en las ‘malas costumbres’ (véase Paul Veyne). La poesía, el arte en fin, trasciende los criterios de utilidad y nocividad, incluso los de comprensibilidad. Todo lenguaje muy inteligente es mentiroso”. Y a renglón seguido, añade: “Estoy diciendo esto hoy, pero no aseguro que dentro de un mes crea aún en esta o en cualquier otra afirmación, pues tengo la buena cualidad de la incoherencia”. Oh, dioses y demonios, esto es música para mis oídos: “la buena cualidad de la incoherencia”.

Y me gustó la siguiente frase que me sirve para escudarme finalmente en mis escritos y poder concluir por hoy:Fonseca dice que un escritor debe tener el coraje para mostrar lo que la mayoría de la gente teme decir.”

Amén, por hoy.



[1] http://www.taringa.net/post/info/12027393/Indios-Hopi-Las-9-predicciones-del-fin-del-mundo.html
[3]Tello Garrido nos narra un comentario que le hizo Fonseca durante una visita a México sobre los motivos que lo llevan a mantenerse al margen de los reflectores literarios: Al parecer Rubem Fonseca prefiere pensar que un escritor puede decir todo lo que a él le parezca importante, independientemente de lo que los lectores puedan opinar al respecto, pero siempre a través de sus obras y no como personaje público que dicta sentencias en cuanto tiene un micrófono enfrente. Él mismo me comentó después que John Updike le había dicho alguna vez que la fama es como una máscara que los hombres suelen ponerse, y que resulta peligrosa porque devora el rostro original, le impone gestos, niega la identidad de quien se la ha echado encima.” (Wikipedia) 

miércoles, 20 de julio de 2016

ANDO FILOSOFANDO


Una cosa es verdad,
no dos.

Grafiti

No entiendo mucho de filosofía. Puedo concebirla como que filosofar es ser, ser es pensar, pensar es filosofar. Siendo así, ser es vivir, filosofar es vivir. Es decir, ando filosofando (Pero qué profundidad de pensamiento, me dice el yo cínico). A ese no hay que pararle bolas, tiene su venenito!

Pero la cuestión está, creo, en que uno debe filosofar en sintonía con su mundo real, no en ideales generados por otros, es decir tanto filosofar como vivir deben ir de la mano.

Pero uno dice una cosa –filosofa- y vive otra –realidad-, porque las circunstancias (si sirven las excusas, continúa aquél) llevan a la separación de uno con otro (Ahora en qué se metió Juan? En qué me metió? Inquiere el desconfiado).

De los mejores libros de filosofía que leí en épocas pretéritas (pero muy pretéritas), uno era la historia de la filosofía (publicación de la BAC –Biblioteca de autores cristianos, ediciones que eran de lujo, papel de seda, creo que se llamaba y el tomo era del Humanismo a la Ilustración, naturalmente si confío en mi memoria, ayudada por la Web). (No lo recuerda bien por lo del pretérito, bien pretérito. Ah! pero Internet me ayuda, es del cura Guillermo Fraile, dominico español, curiosamente).

Era interesante, pasaba por todas las corrientes y teorías (recuerdo que el cura, que para serlo, parecía que no tomaba partido, se limitaba a exponer, sin mayor crítica, porque la crítica la hacían precisamente los que se oponían, los que hacían la antítesis, la tesis, los que apoyaban, los eclécticos y uno terminaba, en todo caso, sin saber cual teoría o corriente era la verdadera, porque cada teoría y todas al mismo tiempo, o la gran mayoría, le dejaban el sinsabor de que es ésta, pero también la contraria. (Juan, ya está filosofando, ya se está enredando… Hágame caso, deje las cosas como están, dice el pesimista).

Siempre me pregunté, por qué hacen las cosas tan difíciles, especialmente en este tema? En teoría, porque dicen que la filosofía es cosa seria.  -Si hoy me preguntan sobre lo leído en aquella época, en lo leída en menos pretéritas, en materia de filosofía termino enredado, como me recuerda en pesimista aquél.

Y en el tiempo apareció otro libro fabuloso, releído unas cuantas veces, pero como verán… Digo, que apareció El Mundo de Sofía. Si bien decía lo mismo de la Historia, éste le quitaba la seriedad a la filosofía, lo volvía más lego, por no decir popular.

Luego de leerlo, una y otra vez, de igual manera terminé en las mismas y preguntándome: Por qué la filosofía no puede ser más simple? Al menos más casera. Con tanta teoría a través de los tiempos, cómo esperan que sobrevivamos? Aún sigo a la espera de una respuesta, al menos medianamente aceptable. (Seguirá esperando, dice el pesimista de marras).

También es cierto que son tantas las corrientes y escuelas, que nada más pensar en lo que dijeron los maestros, lo que los alumnos transmitieron y tergiversaron los enemigos, ya uno termina alejando el tema. Hice un intento, pero me rendí, aún en el rincondelvago, tratando de saber cuántas escuelas y corrientes filosóficas ha habido. De entrada quedé listo para el paseo: de cuál quiere saber? Europea? India? Musulmana? Judía? Oriental? De qué época? Griega? Prejónica? Jónica? Medioevo? Ilustración? Moderna? Postmoderna? Con eso ya fue suficiente ilustración, será por eso, me pregunto, que la mayoría tiene a la filosofía rebajada a términos de palabrería, de pérdida de tiempo y de blablablá? (La tilde de la última palabra la puso automáticamente el Word, y estoy de acuerdo con ella, no sabía que así era! Cada día se aprende algo, cada día se enseña algo, dijo uno de mis críticos).

Y pensando en eso, parece que la historia olvidó –no sé cómo catalogarlo- mencionar si hubo una filosofía indígena –maya, azteca, chibcha, siux?- y si hubo una negra, africana. Hubo algo en esas zonas? Debió haberlo, nunca he escuchado al respecto y por eso solo, dejo escrita mi protesta.

Y pensando también en el tiempo, cada época ha tenido sus movimientos, sus corrientes (Pues claro, la escuela pasó al movimiento, el movimiento a la corriente… dijo… quién dijo eso?), siendo para nosotros la más conocida la europea, por la influencia occidental, pasando por una época naturalmente en que la filosofía se confundía con la religión y los padres de la iglesia eran quienes la determinaban, para pasar al humanismo, a la ilustración… como cuántas teorías puede haber? Creo que los puntos suspensivos al respecto son más de tres.

Esto es muy enredado y complica la cosa, con lo que me llevaría a concluir que efectivamente en la filosofía como en la religión, hay mucha palabrería, pero es un asunto hasta interesante.

Eso me lleva a un paréntesis: Nunca he oído sobre filosofía negra, no la de raza, sino a la que debe existir, así como existe la magia negra. De allí a que si llegara a descubrirla y si compruebo que hay infierno, que debe ser el cielo para ellos, me matricularía. Uno debe tener la mente abierta, porque uno nunca sabe! (“Las matemáticas son consistentes, por eso Dios existe. Pero no podemos demostrarlo. Por eso el diablo también existe” Andres Weil) Cierro paréntesis, antes de ser excomulgado (Nuevamente? Me dice el incrédulo? O es el cínico?).

Y ya que lo menciono, los cínicos. La curiosidad me llevó a releer, en versión de internet, natural y curiosamente, si se le ve desde el punto de vista más elemental, el cínico sería muy bueno ejercerlo en los tiempos modernos, si nos atenemos a que, en resumidas cuentas: Reinterpretaron la doctrina socrática considerando que la civilización y su forma de vida era un mal y que la felicidad venía dada siguiendo una vida simple y acorde con la naturaleza. El hombre llevaba en sí mismo ya los elementos para ser feliz y conquistar su autonomía era de hecho el verdadero bien. De ahí el desprecio a las riquezas y a cualquier forma de preocupación material. El hombre con menos necesidades era el más libre y el más feliz.

De las anécdotas predicables a los cínicos más famosos, vale la pena transcribir:

De Diógenes:
§ “Cuando fue puesto a la venta como esclavo, le preguntaron qué era lo que sabía hacer, y él contestó: “mandar; comprueba si alguien quiere comprar un amo”.
§ “Una vez le preguntaron por qué la gente daba limosna a los pobres y no a los filósofos, a lo que respondió: “Porque piensan que pueden llegar a ser pobres, pero nunca a ser filósofos”
§ “Cuando le invitaron a una lujosa mansión le advirtieron de no escupir al suelo; acto seguido escupió al dueño, diciendo que no había encontrado otro sitio más sucio.

De Antístenes, de quien dicen fue el creador:

·  “Una vez le preguntaron qué había aprendido de la filosofía; respondió: “A ser capaz de hablar conmigo mismo”
·  “Hay que prestar atención a nuestros amigos, porque son los primeros en descubrir nuestras debilidades.
·  “Decía que por todo equipaje se debería llevar solo el que en el caso de naufragio, pudiera nadar con él.
·  “Al preguntarle qué cosa era mejor para los hombres, dijo: "Morir felices".

Y como dije, la teoría ha evolucionado hasta que Con el tiempo, el concepto de cinismo fue mutando, y hoy se asocia a la tendencia a no creer en la sinceridad o bondad humana, ni en sus motivaciones ni en sus acciones, así como una tendencia a expresar esta actitud mediante la ironía, el sarcasmo y la burla.”

Y si le paráramos bolas a la teoría original, que bueno ser cínico (pero sin ironía! dice el cínico), entre menos tengo, menos necesito y como todo lo tengo, nada necesito, podría decirse. Y lo que más me gustó, la posibilidad de poder morir feliz, pudiendo ser feliz! (En vida, entiéndame, no envidia, dijo el poeta? El docto? El anónimo? Dije simplemente yo).

Tengo mucho talento,
para los problemas.
Grafiti




La fuente del blog está en: https://es.m.wikipedia.org/wiki/Escuela_c%C3%ADnica

lunes, 18 de julio de 2016

RECORTES DE PRENSA


Previendo que algún día se me acabara la labia, (difícil en usted, dice la ironía) he tenido la manía de ir guardando artículos que pueden nutrir mi blog en el futuro, aunque de antemano ya sé que el guardar no me conduce a nada, porque o bien olvido en dónde lo guardé, o bien por descuido mental no recuerdo para qué lo hice o si ya se perdió el momento para rememorarlo.

 

Revisando precisamente este tema, me encontré con una serie de artículos, los que copio a continuación, en la parte que me interesó (tan vivo, por eso se llama esta vez recortes de prensa, advierte el sapo que hay en mí). Casi todos ellos dicen lo que me hubiera gustado decir, pero como ya está dicho, me pregunto: vale la pena la repetición, en estos casos? (Excúsese, excúsese. Deje los eufemismos y diga las cosas tal como son… Le paré aquí al acusetas, porque ya no tengo tanto rubor para ir repartiéndolo cada vez que quedo en evidencia).

 

Futurología[1]

“Si es difícil predecir el pasado, con mayor razón lo es conocer el futuro”. El pasado tal como lo conocimos o lo aprendimos va modificándose, de forma que hace irreconocible el conocimiento previo.”

Europa rota[2]

“Europa nunca ha estado unida. Ni ahora ni en ningún periodo de su historia ha aclimatado la unidad política en sus pueblos desde la perspectiva del territorio. La suya es una historia de rupturas consigo misma; con su geografía y su población. De las guerras que han asolado a la humanidad.”

La voz del pueblo no es infalible[3]

“Está de moda, aquí y en el mundo, escuchar o pretender escuchar la voz del pueblo soberano, sin intermediarios, como resultado del agotamiento y el descreimiento ciudadano en la democracia representativa tradicional. En el papel esa democracia directa se ve  impecable, como la más elaborada expresión del sueño de Abraham Lincoln - del gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo -. Pero algo parece estar fallándole cuando esa voz popular acaba por hacerle  el juego a intereses que riñen con el interés general.” 

Los otros, los que no tienen ni quieren el poder[4]

“Por esta vez no hablemos de los que quieren o tienen el poder, sino de aquellos que no lo quieren. Hablemos de quienes no buscan riqueza ni reflectores. De los que no gritan ni destruyen. Son centenares de personas que, sin proponérselo, pueden estar sembrando las bases de una revolución silenciosa. Hablo de esos hombres y mujeres que en los últimos años se han vuelto unas figuras recurrentes que aparecen con ideas simples pero poderosas. Son de todas las edades, variados estratos, sobre todo de clase media, con un denominador común: quieren regresar a la esencia, buscar una vida tranquila, en paz con los otros y con el planeta, sin acumular. Quieren dejar de perseguir el éxito y la fortuna.”

Juan Esteban Constaín (catuloelperro@hotmail.com)
“Y lo que ha terminado por ocurrir es lo que muchos optimistas previeron también, y es que al final, más que un dilema entre los dos mundos, el digital y el de antes, lo que hay es una síntesis y un complemento. Y muchas de las maravillas de lo nuevo han servido sobre todo para valorar más las maravillas de lo viejo. Como ha pasado con los discos de vinilo, que están otra vez en furor gracias a que suenan mejor y a que se compran por internet. Ahora leo la noticia alentadora de que Amazon, la célebre tienda virtual, acaba de abrir en Seattle su propia librería de verdad. Una como las de siempre, con techo y goteras y gente adentro. Una librería con libros de papel, porque a veces nada tiene más futuro que el pasado.”

El verbo que hiede[5].
¿Cómo comienzan las riñas callejeras o domésticas que dejan uno o cinco muertos? ¿Qué chispa incendia el potencial homicida de las barras bravas del fútbol? En el inicio de estos hervideros están las palabras. Las palabras no se quedan quietas, crecen o menguan. El tráfico vehicular es muestra de la gradación de los insultos entre conductores, desde el primer grito superlativo hasta la esgrima de la palanca de acero o el batir de la pistola. Los improperios pelan los dientes de lobo, tiñen de púrpura las caras, ponen a rugir la sangre por los canales venosos. A continuación vienen los empellones, mazazos, perforaciones, desplomes. La lid empieza con el verbo. Se encrespa con los desafíos. Revienta con las sentencias sumarias: !muérete! De la lengua, baja la repugnancia al puño. El brazo ejecuta la condena signada por las interjecciones. … la siguiente proposición del poeta William Ospina: "El lenguaje puede ser un arma. Puede servir para serenar o para intranquilizar, para explicar o para confundir, para acusar o para absolver, para investigar o para distraer".

 

Percepciones[6]

“A cuenta de las primeras impresiones, de las percepciones, fui ejecutado y ejecuté, fui despreciado y desprecié, y juzgué y fui juzgado. Por cuenta de esas impresiones, mil veces me dejé llevar por aquello que decían en los periódicos y en la televisión y en la radio y la gente en la calle sobre un color de uñas, una marca de ropa, una comida, y confundí la parte, una mínima e insignificante parte, con el todo. Creí en quienes decían que la primera impresión era lo que valía, y hasta llegué a contar ocho segundos en uno que otro primer acercamiento y, convencido, le dije que sí o le dije que no a alguien por aquellos ocho segundos, como lo aconsejaban los defensores de las primera impresiones. Fui estúpido, cada vez lo comprendo con mayor claridad. Fui estúpido por creer en la veracidad de una percepción, por no entender que las percepciones estaban ligadas a un pasado, a unos discursos que nos taladraron, al bombardeo de los medios, a los mandamientos de la iglesia y los dioses, a las charlas del barrio, en fin, a todo aquello que nos formó. O nos deformó. Las percepciones, hoy lo comprendo, me llevaron durante muchos años a repetir los lineamientos de quienes las defendían. Defendí su sistema de vida cuando concluí, por una primera impresión, que una compañera de la universidad no era digna porque tenía los zapatos embarrados y olía a campo. Defendí sus mandamientos y su bien y su mal cuando me alejé de un visionario porque fumaba marihuana. Defendí su estupidez cuando huí de la amiga de una amiga porque no había pagado sus impuestos. Defendí a los multiplicadores de lo mismo con los mismos cada vez que me incliné por creer en la ciencia de la percepción. Y me equivoqué, y fui cómodo, y fui injusto y arrastré en mi injusticia a unos cuantos en nombre de las percepciones. Fui facilista con ese facilismo para todo de los colombianos. Por muchos años, viví de percibir en lugar de pensar, y rechacé lo distinto, y juzgué y condené, hasta que un día vi en alguna noticia que la percepción de los colombianos sobre cualquier tema era tal. Luego encontré encuestas sobre percepción y estudios sobre percepción, nunca sobre pensamientos o experiencias. Era más importante creer que saber, juzgar que comprender.” 

¿Será que yo no tengo pregrado?[7]
“Con los recientes escándalos respecto a personalidades con altos cargos públicos que no tenían los estudios que decían tener, me desperté en medio de la noche, empapado en sudor, y me cuestioné: ¿será que yo no tengo pregrado?”

Aquí hago un paréntesis. Tengo legalmente adquirido el diploma de bachiller y el profesional, del cual tengo tarjeta profesional (aunque ni idea en dónde está archivada, creo que solo la he usado dos veces en mi vida). Sin embargo, por muchos años y aún en retiro, han sido recurrentes los sueños en que me veo cursando unas materias pendientes de la carrera, lo cual me preocupaba en el sueño para el desempeño laboral, supongo y suponía, y dentro del mismo sueño, aparece un tranquilizador sujeto, idéntico a mí, que me tranquiliza diciéndome: es un sueño, recuerde que usted ya tiene tarjeta profesional, pero aún así la duda persiste. Los sueños recurrentes, ya tendré que hablar de ellos.

El gran engaño[8]

“La pregunta no es: ¿quiere usted la paz?, sino esta otra: ¿aprueba usted lo que se está negociando para obtenerla? Tan sencillo como eso. Sustituir una pregunta por la otra, es decir, omitir la segunda para formular solamente la primera, que es fácil de responder afirmativamente, constituye el gran engaño al que se está sometiendo a la opinión nacional. Todo el mundo lo entiende, pero no muchos lo dicen, porque les cae la descalificación de quien se atreve a cuestionar esa esencial pregunta sobre la paz. Todo ser sociable quiere la paz, pero responderlo en elecciones no refrenda nada, no aprueba nada; a menos que se trate de esconderle algo al votante detrás de esa pregunta capciosa, de aquellas que desestima el derecho en pruebas de confesión y testimonio.”

Insisto, por qué no se le puede decir pan al pan y vino al vino? El eufemismo reinante?

 “Dios te bendiga”[9]

“Dios se apiade de mí –si es que existe- pero hay una expresión que me cuesta enorme dificultad entender, aceptar y asimilar de buen grado. Es cuando me dicen “Dios te bendiga”.  Esa frase me la dicen personas cercanas a mis afectos y la recibo de buen grado, porque significa que quieren lo mejor para mí, pero también la escucho de personas que acabo de conocer y me producen desconfianza, pues suena en el ánimo de aparentar bondad. Y si se lo dicen al primero que conocen, qué pereza. Es como cuando te dicen “amigo” la primera vez que te ven: algo se traen entre manos. … Un día le escuché a mi madre decir que “Dios no le dio inteligencia a todo el mundo pero se la dio a usted, y eso tiene que agradecérselo”. Ante lo cual, no resistí la tentación de preguntarme: ¿y por qué son precisamente las personas menos inteligentes las que más le agradecen a Dios por lo que no les dio? … Sea como fuere, sigo esperando con infinito anhelo (a falta de fe) el día en que Dios resuelva salir de su anonimato y aparecerse al planeta entero, y resuelva así de una vez por todas quién es el único y verdadero, si el Yahvé de los Judíos o el Jesús de los Cristianos o el Mahoma de los musulmanes o el Brahmán de los hindúes o el Zeus de los griegos o el Júpiter de los romanos o el Quetzalcóatl de los toltecas, y con su viva presencia refute para siempre las sospechas de quienes afirman que su silencio sepulcral es la prueba reina de que nunca ha existido.”

Paréntesis. Eso me ha pasado, muchas veces siento que ese Dios te bendiga es más un insulto, una forma como me quieren ofender y entonces… me abstengo!

Deponer la codicia[10]

“La paz sí es responsabilidad de todos, pero especialmente de la clase dirigente, que con su comportamiento deshonesto y corrupto motivó varias generaciones a persistir en la lucha armada, que dejó como resultado las estadísticas que describe el editorialista. Según como se plantea, es el pueblo raso quien debe asumir todas las responsabilidades para hacer que los propósitos gubernamentales empiecen bien y lleguen a un mejor fin. ¿No estarán olvidando las estadísticas que por violencia social se presentan todos los días en puertas de clínicas y hospitales, debido a que los recursos de la salud han sido sistemáticamente saqueados sin que haya responsables y, si los hay, están en su mansión/cárcel disfrutándolos, mientras la tragedia diaria de la salud continúa? No solamente es “hacer las paces en las calles y en las casas”, también es necesario hacerla en los despachos oficiales, pensando que cualquier actuación corrupta afecta los propósitos buscados. Es ponerle fin a esa codicia asesina. Resulta que violencia no sólo es tener un arma en la mano para imponerse violentando o asesinando a quien no comulga con la misma ideología; es también desfalcar instituciones o empresas que necesitan de esos fondos para fomentar la búsqueda de una mejor calidad de vida de todos y cada uno de los colombianos; violencia es también autolegislar en favor de un grupo de privilegiados que elegimos para que con sus propuestas de campaña abrieran nuevos y prometedores horizontes, para que algún día en este hermoso país exista una igualdad social digna entre todos, pero que se convirtieron en insaciables depredadores económicos del fisco para su beneficio personal. Es violencia también que, con todas las evidencias y pruebas de esa corrupción, la justicia no encuentre méritos para castigar debidamente a los culpables.” 

Y hasta aquí dejo, ya que el veneno lo pusieron otros, aunque mis pensamientos son compartidos y les agradezco que lo hayan dicho por mí.





[1] José Fernando Isaza. http://www.elespectador.com/opinion/futurologia