viernes, 1 de julio de 2016

ANTE LAS AMENAZAS, NO ME PUDE CONTENER


“Somos tan simples en el fondo
que nos volvemos insondables”.

Mika Waltari. Sinuhé el Egipcio


No he querido, hasta el momento, escribir sobre política, ni la tan anhelada paz, que según la Constitución es un derecho de los colombianos y una obligación del Estado, pero como todo en la constitución, se hizo para violarla! Por eso es espúrea! (consultando la palabreja, veo que no se escribe así, se dice espurio(a). Cada día se aprende algo y uno usándola para dárselas de letrado!).

No he querido escribir, porque como ven, en el solo primer párrafo ya me salió la mala leche que llevo dentro al solo pensar en esos temas. Por eso soy colombiano!

Sin mencionar toda la parrafada que hay en los documentos de la Habana, que más parecen documentos Conpes, -bla bla bla, compromisos, bla bla bla y todo queda en blablablá-, sale Santos enredando la pregunta del Plebiscito que aún no ha decidido bien, porque hizo cara y sello y la moneda quedó bailando y “ante la duda abstente” y él lo sabe muy bien, por eso dicen que es buen jugador de póker; luego que la paz hay que firmarla a la brava y a como dé lugar (persiguiendo el premio Nobel?); luego que si no hay paz, las Farc se van a tomar a la Colombia urbana, aquella que nunca hemos sentido violentada en la forma como lo han hecho los campesinos, allá bien lejos de las ciudades. Ahora, que si no hay paz va a subir impuestos, porque la guerra es costosa! Vaya barbaridad, acaso nuestro actual presupuesto, como el de los últimos 50 años no han sido presupuestos de guerra?

De antemano aclaro que no soy uribista, sino todo lo contrario! Tampoco soy gobiernista –sino todo lo contrario, me oigo decir-. (Aún no entiendo la lógica del poder, particularmente estando en el poder un loquito –porque alguna enfermedad mental ha de tener- y una mano de simpatizantes o adoradores, cómo metiendo miedo lograron llegar y mantenerse en el poder y estoy hablando de Hitler y del otro).

Me hago entonces, para no hacer muy largo este blog, simples preguntas, de una persona que desconoce el intríngulis de la política (aunque he de confesar que conocí alguito que con eso quede hastiado y vomitando), que no sabe nada de economías (a duras penas la propia), que tal vez no vea más allá de su nariz, pero creo que en  esta situación estamos más de uno y si no lo estamos, simplemente lo estoy, he de reconocerlo.

UNO

Plebiscito, referéndum o como quieran. Para qué? Acaso Santos no tiene suficientes poderes legales para firmar la paz, sin tener que buscar la refrendación ajena? Creo que lo que le hacen falta son otras cosas, según dicen, verraquera, para evitar malas interpretaciones. Me hace recordar cuando los jefes, temerosos, no querían tomar una decisión, por falta de calzones -no de atribuciones-, decidían según comité, al que se invitaba hasta a quienes no tenían velas en el entierro, por aquello de que si sale mal, ‘nos fue mal’. Pero bueno, si quiere suplir la falta de calzones con el plebiscito, vale, que así sea, pero al menos que hablen claro –si pueden-. Santos siempre ha sido de este estilito.

  
DOS
Por qué no se puede hablar claro sobre el tema? En el sólo intento de leer las parrafadas que salen de los abogados ‘de ambas partes en conflicto’, termina uno pensando en que es uno muy bruto porque no entiende lo que están diciendo, al no usar un lenguaje que llegue a la gente común, o al menos para mí, si resulto ser del no común. Cantos a la bandera, promesas que ambas partes saben que ya están incumpliendo, juramentos a la misma bandera, de cuyo rojo ambas se aprovechan. Como dije, ese documento es tan aburridor, largo e innecesario como un documento Conpes, cuando no es Confis. Por qué en política es tan difícil hablar claramente y con la verdad? Ya nos hemos habituado a la media verdad, a la mentira y a ambas entremezcladas. Sin rubor las decimos todas ellas, a pesar de que “Uno debe decir la verdad sobre aquello que es verdadero”. (Mika Waltari. Sinuhé el Egipcio). No es difícil, y me ha funcionado. “Un hombre prudente obra con cautela en previsión de todo lo que puede ocurrir” (Fallaci. Un Hombre) y Santos no lo es, no es prudente, es político, es avispado, es calculador y por eso se la pudo hacer a Uribe, nada más verle con su sonrisa de sorna. Curiosamente nada más se la conocí, como ministro de algo hace muchos años, ya vaticinaba que no era de confiar. Por la sonrisa le conoceréis!

TRES
Que la paz se iba a firmar no sé qué día. Y no se firmó y no pasó nada, porque hasta la sonrojada la pasamos por alto. (“Maldita sea, pensé, qué desleal es el rubor”. García Márquez. Memorias de mis putas tristes). En la administración pública lo peor es prometer para una fecha cierta, olvidando siempre que el diablo está en el detalle. Procuré nunca dar fecha fija y cuando me ponían contra la pared, luego del cálculo respectivo, señalaba una fecha con al menos una semana de más, por eso siempre cumplí con mis forzosos compromisos. Entonces concluyo este punto, qué tanto afán hay por firmarla para antier? (si ya habían arreglos desde que Uribe era presidente, año más, año menos, el Nobel puede esperar). Santos dice que así se acordó y se firma en este semestre y el Timochenko sale a desmentirlo. Y viceversa. En este país no pasa nada, todo sigue igual, a pesar de todo y de todos, entonces? Ya ni nos ruborizamos, ya nos acostumbramos! (Luego de escrito surgió el Show de la Habana, la paz se firma el 20 de julio, vamos a ver.)

CUATRO
Que si no firmamos cuanto antes la paz, las Farc van a tomarse las ciudades, las capitales. Eso solo huele a infundir miedo, para que cegados por ese mismo miedo, echemos cuanta bendición quieran los involucrados en esa firma. Toda la vida, creo que todos convivimos con el miedo y el miedo a la guerrilla, que en cualquier caso fue lejana para nosotros mismos, ya que en medio de esa ‘guerra’, a Dios gracias, nunca nos tocó directamente. Si en los mejores tiempos de la guerrilla no pudieron con las capitales, ahora que hay hasta drones –sin la!-, será que pueden? –con la, tenemos demasiados-. Con Uribe de pronto sí nos hubiéramos cagado del susto, porque como quiera, el señor ese infunde miedo –solo recuerdo los tiempos en que en las entidades se oía la palabra: Llamada de Presidencia… Dios nos ampare y nos favorezca, creo que más de uno se orinó literalmente en los calzones-.

Debo advertir que hemos sido privilegiados, los que hemos vivido en estas tierras, porque en más de 50 años de violencia en este país, lo que fue la violencia como tal no nos tocó; a algunos, las bombas de Pablo Escobar en Bogotá, sí los llegaron a afectar.

No estamos ya viejos para dejarnos infundir miedo? Las Farc están en capacidad de penetrar las ciudades capitales? Me perdonan, pero lo dudo. Tienen plata, sí, pero gente para esos efectos? Salvo que recluten a las llamadas Bacrim o con el nuevo nombre que eufemísticamente les puso el señor ministro de defensa, confieso que aún no me lo he aprendido.

Y ya que digo ésto, interviene uno de mis yoes, el más venenoso que tengo, recordándome que tenemos, desde hace muchísimo tiempo -y los del IGAC pueden confirmarlo-, sistemas de rastreo muy avanzados –algún conocido me decía que el acceso a satélites es tal, que desde ellos se podía ver a cualquier persona orinando en un platanal-. Que la guerrilla no se ha exterminado ha sido por dos factores: 1) Los militares se volvieron miedosos –miedo a la Procuraduría, miedo a que no los asciendan, qué mejor comodidad de la guerra desde el escritorio haciendo plata?- y ellos saben en donde están los que quieren buscar, porque resulta mejor hacerse rico antes del generalato! 2) la cobardía gubernamental para tomar la iniciativa y dar las órdenes, con verraquera y calzones puestos.

Todo es tan sencillo cuando uno no decide nada y se limita a obedecer.” (Eliette Abécassis. Qumrám).

Para efectos de que la guerrilla contraataque nuevamente después de los diálogos, necesitamos, ahí sí, un dictadorcillo que no le tiemble la mano ordenando la bala (ya van conociendo otra faceta de mis dualidades, no creo en la democracia - dijo Winston Churchill: "La democracia es el peor sistema, excepto todos los demás"-).

“Entonces comprendí que la mayor alegría del pueblo era poder gritar todos a la vez, sin que importara nada lo que se grita ni por qué se grita, pero al gritar con los demás uno se siente fuerte y está convencido de la justicia de la causa por la cual se grita.” (O. Fallaci. Un Hombre). (Adoro la democracia, me oigo decir del más irónico de mis yoes, el que se parece al Dr. House).

CINCO
Que si no se firma la paz, subirán los impuestos, porque la paz es muy costosa, acaba de decir Santos, con profunda ‘sabiduría’. Que recuerde, toda mi vida ha sido fiscalmente pensada como economía de guerra. Nada más ver los rubros de defensa y los aumentos que han tenido –beneficiándose claro está, los militares; y la mayoría de no muy buena procedencia, pero dejo este veneno y continúo-. Por tanto, es falso lo que dice Santos, pues el presupuesto nacional está diseñado para la guerra, sólo baste ver los rubros y modificaciones que se le hacen. (La insensatez del inteligente es siempre mayor que la del tonto”. Mika Waltari. Sinuhé el Egipcio, sin pretender endilgarle lo primero a Santos). Por el contrario, si la paz se firmara, el efecto debe ser contrario e inmediato, bajar impuestos, porque ya no se necesitan tantos pesos para la guerra –me criticarán  por el facilismo del argumento, pero lo veo así, tal vez en otras oportunidades pueda explicarme mejor-.

Ahora, alguien se habrá preguntado por los costos que hasta el momento ha demandado la Habana y que desde la era de Uribe se han gastados? Cuánto gana cada uno de los negociadores del gobierno mensualmente? Cuánto se ha ido en viáticos y pasajes? Cuánto han costado los hoteles –incluidos todos los servicios? Pues Fidel no da nada gratis-. Hasta acá una parte de la pregunta. Ahora, si la extendemos con malicia un poco más, y los costos generados por la guerrilla, incluidos los habanos, y demás gastos, quién los ha cubierto? Pues Fidel no da nada gratis. (Se parece a la pregunta que al parecer nadie se ha hecho: Cuánto le costó al país todas las gracias de Uribe cuando amaneció decidiendo cuál ministerio se fusionaba con cual, cuál empresa eliminaría y cuál crearía? Alguien se lo ha preguntado? Una vez hice el ejercicio de una de ellas y casi termino llorando, porque se acercaba a algún punto del PIB –que aquí entre nos no sé para qué carajos le sirve a la gente de a pie- además de todo el robo que entrañó todo ese tejemaneje). 


Solo puedo culminar este blog, con la siguiente frase que la Fallaci puso en boca de Mao: “Cuando señalas con un dedo a la Luna, en lugar de mirar a la Luna los estúpidos miran el dedo” y quedan soñando con que vieron la paz, agrego yo. (Va a pasar lo mismo que el metro de Bogotá, se morirá y no lo verá! Me indica el más venenoso de mis yoes.)


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