viernes, 30 de agosto de 2019

EUFEMISMO


Palabra o expresión más suave o decorosa con que se sustituye otra considerada tabú, de mal gusto, grosera o demasiado franca. "‘trasero’ es un eufemismo de ‘culo’". Eso enseña la definición(1) y a ella me atengo.

Es cierto que, no por purismo idiomático sino por giro idiomático, diría yo, si se trata de una palabra de mal gusto o grosera, el eufemismo resulta apropiado aunque precisamente hoy por hoy, cuando debería usarse es cuando menos se usa y así ve uno en las conversaciones actuales que de cada tres palabras dichas, dos de ellas son groserías cuando no vulgaridades que, aunque siendo sinónimos, el uno va más allá del otro en cuanto asonancia y decencia.
                                                                                                  
Nada más oír conversación ajena –telefónica o presencial-, muy notorio hoy en las mujeres cuyo recato se perdió en estos menesteres, y si va acompañada de sentimientos de odio, ira, malgenio, piedra o putería, sin eufemismo, las groserías no tienen límites y no preciso transcribir ninguna de ellas, porque todos ya hemos presenciado estas actuaciones. No es tema de este blog.

Con la proliferación de derechos –y limitación de obligaciones, pienso- y la de minorías –que se creen mayorías-, para no ofender, para no dar pie a discusiones insulsas, para no generar problemas, en una palabra, nos hemos venido sometiendo al hablado que los gringos llaman políticamente correcto –no sé de dónde deviene esa proclividad gringa a  no asumir responsabilidades-. Por eso es que antes se decía ese viejo, luego ese hijueputa al mencionar al presidente. Pero no es el caso preciso, porque precisamente aquí se está dejando el eufemismo de un lado y alcanzo a advertir mi contradicción.

Pero bueno, hemos cambiado el lenguaje por simple temor, el miedo a la reacción social, a la de grupo. Por eso ya no decimos deje de comer tanto que ya está muy gorda y preferimos el no me malentiendas ni lo tomes a mal, pero estás comiendo un poquito demasiado y así vas a terminar gordita. (Naturalmente si deviene de conversación ajena el poquito demasiado es usado precisamente para minimizar el mensaje). Y de allí que el diminutivo haya echado raíces porque de esa manera pareciera que no se ofende aunque termina siendo despreciativo. En este caso admiro a los españoles que por lo francotes van diciendo las cosas: la madre que te parió, que se te parta ese culo y otras semejantes que al menos no son eufemísticas, aunque a uno le suenen malsonantes.

En consecuencia, cuando no se trate de grosería ni de ofensa, las cosas deberían decirse tal como son: Está gorda! Porque tratándose de grosería o de ofensa o pelea el eufemismo no aparece ni por las esquinas, se sale de los chiros la revendedora que uno lleva. Frase acuñada en mis tiempos y hoy en desuso, al parecer, por lo que solo los viejos me entenderán. Que el pobrecito y el diminutivo desaparezcan y que las cosas sean como son, pues al pan, pan y al vino, vino, no hay de otra y que se ofenda el que quiera ofenderse ya estoy muy viejo para no decir lo que tengo que decir.

He dicho!

No soy receptáculo para tu dolor.
Lady Gagá.
Tomada de Facebook.
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miércoles, 28 de agosto de 2019

SACANDO EL QUITE



            Sigo preguntándome por qué cuando uno es responsable de una acción que contraviene algo no lo es de la consecuencia. Si llegué tarde a una cita no basta la excusa para exculparse, simplemente se llegó tarde y punto. Si me pasé un semáforo, aceptar que hizo un hecho incorrecto. Pero siempre se tiene la excusa a flor de piel para evadir la responsabilidad del hecho no querido. Siempre y ahora es más común ver que cuando alguien hace un reclamo, el culpable necesariamente tiene que exculparse así sea con una explicación estúpida, como generalmente lo es.

            Acaso no nos enseñaron a aceptar la responsabilidad de nuestros actos? Y de sus consecuencias, naturalmente? Y de habérnoslas enseñado cómo carajos siempre estamos dispuestos a minimizar nuestra responsabilidad, buscando el perdón con el pobrecito. Pero parece que se convirtió en deporte nacional, siempre buscamos una razón que condone nuestra irresponsabilidad, que la disminuya, que se evapore para sentirnos tranquilos, de que no hicimos nada o al menos que no causamos mayor daño o que eso le puede pasar a cualquiera. El problema es que no nos enseñaron a aceptar nuestra responsabilidad, a admitirla y, de ser el caso, a pagar por ello.

            Eso mismo ocurre con el síndrome del tubo, ante una situación no querida siempre se busca al que tuvo la culpa y el tema se concentra en eso y no en buscar inmediatas soluciones.

Me pregunto si estos actuares no son el inicio de la corrupción, del que no me descubran y si me descubren minimizar lo más posible, porque eso es precisamente corrupción, de la moral, de la ética y eso es lo que nos está matando.

Como anillo al dedo o con base en la lectura de un artículo me dio pie para este escrito. Sandra Borda escribía:

Esa tendencia a minimizar los efectos de violar una norma cuando somos nosotros mismos los perpetradores y otros los que sufren las consecuencias está profundamente arraigada en nuestra cultura. Cuando alguien decide no hacer una fila y colarse, la reacción ante el reclamo es ‘ay, pero deje el escándalo’, y esto no es otra cosa que un intento de minimización de lo que se ha hecho. Cuando alguien comete plagio y se defiende diciendo que ‘solo fue un parrafito’, se intenta banalizar la trampa.
En síntesis, cuando somos nosotros quienes violamos las normas tendemos a verlo todo más pequeño, más inofensivo, menos crucial. Nos preguntamos: ‘Pero ¿cuál es el daño?’, y siempre pedimos un poco de flexibilidad de los otros: ‘No hay que ser tan rígidos; al final, no es un crimen’, ‘Igual, tampoco es como si hubiera matado a alguien’.(1)

Estamos llenos de mañas aprendidas y sigo preguntándome por qué carajos siempre estamos buscando trivializar nuestras acciones incorrectas?

La culpa —pensó Gabe— es una emoción hecha a la medida de cada persona.(2)

Tomado de Facebook


(2) John Katzenbach. Personas desconocidas.

lunes, 26 de agosto de 2019

SIGO ESPERANDO EL BALOTO



            Como buen colombiano sigo apostándole al Baloto, para ver si me lleva a la absoluta riqueza, aunque dicen que los que se la han ganado se la han tirado en pocos años y les ha generado un estrés tal que han terminado deprimidos. Yo sigo jugando por aquello de que si no lo compro tengo el cien por ciento de posibilidades de no ganármelo, pero si lo compro, las posibilidades son cincuenta cincuenta, pues al comprarlo tengo al menos un cincuenta por ciento de posibilidades. Pensamiento de iluso, lo sé y si mi diosito me lo da, le juro que no me lo voy a tirar ni estaré deprimido, ya sabré sacarle el jugo, llevo muchos años ensayando las distintas fórmulas para su administración. A propósito, nada de aquello que unos tantos millones para mi mamá, otros para mis hermanos, ni para fulanito. Como decía uno de mis hermanos, cuando me gane la lotería no me volverán a ver y a la familia, ni mierda! No se hagan ilusiones. Lo tengo claro.

            Decía que si lo compro tengo al menos cincuenta por ciento de posibilidades de ganármelo o no? Así vaya este pensamiento contra las leyes de las probabilidades. Lo que no me he dicho es que ese cincuenta por ciento compite contra un montononón. Y me puse a averiguar(1). Antes del cambio de fórmula del Baloto uno tenía una posibilidad entre 8'145.060; con el cambio de esquema, la posibilidad es una entre 15'401.568, pero me digo que diosito que todo lo oye, que todo lo ve, puede hacerle una zancadilla a las probabilidades, que puede ser ley, pero que hecha la ley, hecha la trampa y para Él nada es imposible. A pesar de todas esas promesas hechas durante tantos años, he llegado a la conclusión de que no es cierto que Dios oye todo, al menos conmigo, parece que es sordo, demasiado sordo, aunque no le he prometido construir una iglesia, será por eso? Detrás de toda buena obra siempre hay un interés mezquino y como n
o me ha hecho la buena obra el mezquino es Él.

            Si soy racional, ni el Baloto ni la divina providencia me harán el milagro. Pero qué carajos, sigo intentándolo, uno nunca sabe, solo mi diosito lindo lo sabe todo…

Se presentó con (...) los santos oleos; pero, apenas se acercó a ella para impartirle la extremaunción, y comenzó a recitar: «Ego te absolvo in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti…», Caterina le interrumpió, enfadadísima y abriendo los ojos de par en par. «Ni se te ocurra, muchacho», rugió. «A mis setenta y seis años me voy del mundo con un buen acerbo de sabiduría y sabiendo perfectamente dos cosas: que no he hecho nada que debáis perdonarme ni tu Dios ni tú, y que tu Dios no tiene tiempo para mí. Ni yo para él».(2)

Tomada de Facebook. 

viernes, 23 de agosto de 2019

PAÍS DE LAS LEYES



De vez en cuando, en ratos de ocio o de aburrimiento, me pongo al día viendo las leyes y decretos que se expiden en este país de leyes. Cada día me asombro de la redacción y ortografía de esas normas y pienso que por eso este país está como está, pues no hay unificación ni siquiera de forma –lo que antiguamente se llamaba técnica legislativa-, lo que da pie a que cualquier leguleyo se agarre de una coma, mal colocada. Por eso estamos como estamos, insisto.

            Abundan ahora los decretos corrigiendo yerros, cuando no, como lo vi en alguna oportunidad, un decreto derogando al anterior precisamente por la falta de cuidado. Cada norma tiene su título y ahora la moda parece que el título se limita a señalar Por el cual se modifica un Decreto, sin decir cuál (1) o "Por el cual se deroga un decreto"(2), sin aclarar cuál. Y qué decir de la actual numeración de artículos, por ejemplo, el de un yerro de este mismo decreto citado corrigiendo el Artículo 2.2.4.1.1.11.1. que uno no termina por entender esa numeración -copia de costumbres gringas-. Antes se decía el artículo 38 del código tal, ahora es el artículo tres punto dieciocho punto tres punto cinco punto…

Y me dio, entre risa y piedra, una joya que encontré. Una ley reciente(3) que hace un homenaje a la memoria de quien en vida fuera uno de los congresistas destacados del Congreso colombiano, y reseñar su historial de hombre público. Pero dentro del articulado no se menciona el nombre del cristiano exaltado, sólo en el título POR MEDIO DE LA CUAL LA NACIÓN RINDE HOMENAJE Y EXALTA LA VIDA PÚBLICA DEL ILUSTRE CIUDADANO FERNANDO TAMAYO TAMAYO, EX CONGRESISTA DE COLOMBIA Y SE HONRA SU MEMORIA COMO FIGURA EJEMPLAR DE NUESTROS TIEMPOS. Sólo por allá en el artículo 5º se dice que uno de los salones del congreso llevará por título Fernando Eustacio Tamayo Tamayo, no sé si se trata de la misma persona. En mi vida había oído el nombre del preclaro hombre homenajeado. Busqué en Internet, porque pensé que era un personaje importante del que no me había enterado, pero parece que allá tampoco lo conocen, ni existen fotos suyas, con lo que en los tiempos modernos se dice todo. Sin embargo debía ser importante porque se autoriza la publicación de sus memorias, referidas en el artículo anterior, como documento de importancia para ser difundido en los escenarios académicos e instrumento ejemplarizante para las futuras generaciones. Ahí sí quede más loco y Para preservar la trayectoria de su actividad parlamentaria, la mesa directiva del honorable Senado de la República ordenará compilar los proyectos de ley de su autoría y ponencias presentadas, lo mismo que los debates e intervenciones más relevantes en los que actuó ante el Congreso Nacional. Supongo que saldrá un cuadernillo pues si lo ignora Internet el resto colombianos ni sabíamos que existía, pero será ejemplarizante para las futuras generaciones. Y para colmo de los exabruptos Como tributo de admiración y reconocimiento a su dedicación en bien del desarrollo de la ciudad capital y del país, desde su condición de Concejal, Representante a la Cámara, y Senador de la República, hasta el día que en cumplimiento de su labor congresional, una desafortunada falencia física produjo su deceso, el Ministerio de Cultura ordenará la elaboración de un busto con su figura, indicando su instalación en un sitio estratégico de la ciudad capital. Tirándose la plata en desconocidos, me dije. Pero bueno, hay que tener en cuenta que murió de una desafortunada falencia física y no hay muerto malo.

Hablando de muertos hay otra ley(4) en que El Congreso de la República de Colombia instituye la Medalla "ALMIRANTE LEONARDO SANTAMARÍA GAITÁN", que será representada a través de una medalla con la imagen en alto relieve del Almirante "LEONARDO SANTAMARÍA GAITÁN", entrelazada con los colores azul y blanco, de acuerdo con las especificaciones contenidas en el anexo. Por chismes de Internet era el comandante de la armada en su momento y murió de un infarto. Pero sin desviarme con chismes, la idea era criticar el manejo del idioma. Uno, el nombre entre comillas. Lo otro, la técnica legislativa que se impuso ahora con las normas, decir aquello de que están contenidas en el anexo y nunca publican el anexo, cuando se contradice con aquello de publíquese y cúmplase, por lo tanto la ley queda medio publicada, es mi otra pregunta. Y hablando de anexos, si alguien se tomó la molestia de ver el último plan de desarrollo, esa norma sí que da tristeza. Copie y pegue. Si no me creen, miren en la página de la presidencia de la república la famosa ley (2.127 páginas), numeradas a mano, si lo pueden observar con detalle(5). Un mamotreto en que se notan diferentes redacciones, estilos y… ni para qué decir más, sólo en las siglas que el anexo trae se tiran 24 páginas. Es el país que nos merecemos.
                                                                                  
Otra curiosidad, dos años después La nación se vincula a la conmemoración y rinde publico homenaje al municipio de Argelia, departamento del Cauca, con motivo de la celebración de los 50 años de su fundación, al cumplirse el 8 de noviembre de 2017(6). Eso se llama sentido de oportunidad. Y valga la oportunidad para señalar que nación, cuando tiene la propiedad de nombre propio, lleva mayúscula, pero su uso es indiscriminado y en un mismo texto se usa con mayúscula y con minúscula, mientras que para colocar palabras que no llevan mayúscula, como lo indica la Academia, se riegan en mayúsculas, como se verá con la ley de cultos. Y el otro comentario que vale son los números, asociarse a los cien años de un pueblo(7) y tienen que colocarle entre paréntesis en números, como si uno leyera dos veces los cien (100).

Y siguiendo con cosas curiosas, dizque se inventaron el día nacional de la libertad religiosa y de cultos(8) (el decreto habla de Día Nacional de la Libertad Religiosa y de Cultos, el exceso de mayúsculas aludido). El 4 de julio. Aplicación. En dicha fecha, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio del Interior, y en articulación con las entidades territoriales, coordinará con las Iglesias, Confesiones, Denominaciones, Comunidades Religiosas, Federaciones, Confederaciones, Asociaciones de Ministros y distintas Organizaciones sociales religiosas, jornadas de reflexión institucional, de oración, actos religiosos y conmemorativos de difusión y socialización sobre el respeto e igualdad de religiones y cultos; permitiendo en estos espacios de diálogo y debate, en todos los ámbitos de la vida social, cultural y política, el efectivo disfrute de las garantías del ejercicio de la libertad religiosa y de cultos en el territorio nacional. Este año no me acuerdo de haber hecho una jornada de reflexión ni de oración, como ordena la norma, ni supe que se hubiera llevado a cabo. Leyes que nacen muertas ante la imposibilidad de un aborto, prohibido por la religión, me consuelo. Babosadas patrióticas.

            Y si sigo con grandilocuencias, aún tratándose del terruño de mi mamá, en que poéticamente escribieron la ley(9), que dice: La presente ley tiene como finalidad que la Nación se asocie a la solemne conmemoración de la fundación del municipio de Ocaña, que tuvo lugar el 14 de diciembre de 1570 y rinda un homenaje público a través de distintos reconocimientos de carácter histórico, cultural y material, como contribución al municipio y sus habitantes por su aporte sustancial a la consolidación de la nacionalidad colombiana, su fundamental concurso a la causa emancipadora exaltada por el Padre de la Patria al llamarla "Ocaña Independiente", destaca la contribución de su acervo humano al caudal de las letras y las artes colombianas, reconoce la profunda vocación patriótica de sus gentes, su culto y espiritual talante. (…) En el año 2020 se declarará en Colombia al municipio de Ocaña como "Destino turístico cultural, religioso e histórico de los colombianos". Es necesario declarar que un pueblo sea destino turístico? Por aquello de que una ley ordena y dispone y debe cumplirse al pie de la letra? El papel aguanta todo, pero como decían los ancestros se respeta la ley pero no se cumple; o como le oí a algún costeño, por aquí esa ley no pegó.

Y para culminar, al disponer la publicación de un acto legislativo, el decreto copia textualmente: Ordénase la publicación del Texto Definitivo del Proyecto de Acto legislativo N.° 11 de 2016 Senado - 260 de 2016 Cámara "POR El CUAL SE INCLUYE EL ARTíCULO 11 A DENTRO DEL CAPíTULO I DEL TÍTULO 11 DE LA CONSTITUCiÓN POLíTICA DE COlOMBIA" (Primera Vuelta): ACTO LEGISLATIVO No. ----------------------------------- "POR EL CUAL SE INCLUYE EL ARTíCULO 11 A DENTRO DEL CAPíTULO I DEL TíTULO 11 DE LA CONSTITUCiÓN POLÍTICA DE COLOMBIA" (primera Vuelta) EL CONGRESO DE COLOMBIA. Nunca había visto una ley con rayitas (textualmente contiene todas las rayitas incluidas en la norma) y lo peor del caso es que tiene 4 hojas de consideraciones para decretar dos artículos, el segundo de los cuales contiene la sacrosanta fórmula jurídica que dice que rige a partir de su publicación y deroga todo, pero todo lo demás… Fuera de la maña de hacer enmendaduras en numeración, con aquello del artículo 11 A o 23 Z.

Definitivamente, por algo nos llaman el país del Sagrado Corazón. Y no sigo con la criticadera, me explayé más de lo mandado, porque pueden terminar llorando como lo hice, suplicando que a quienes hacen las leyes les den un cursito de ortografía y redacción, aunque sabiamente dice el viejo dicho: Lo que natura no da, Salamanca no presta.

Colombia es el país con más abogados del mundo. Aquí los abogados (más de 400.000) son una plaga, una maleza, una manigua. Se levanta una piedra y salen abogados como hormigas. Hay más de cien facultades de derecho. Vivimos sumergidos en un zumbido de leyes, decretos, normas, ordenanzas, sentencias, tribunales, juzgados, apelaciones, fueros, edictos, cartas, cortes, códigos, apostillas, actos, actas, artículos, escrituras, resoluciones, trámites, sentencias, veredictos, estatutos, exenciones, preceptos, partidas, plebiscitos, pericias, gacetas, referendos, tratados, reglamentos, vigencias, prescripciones, multas, sanciones, comparendos, constituciones, constituyentes, codicilos, reformas, legisladores, togados, procuradores, notarios, secretarios, asistentes, auxiliares, acusados, empapelados, reos, absoluciones, citados, condenados, aforados, presos, detenidos, apoderados, contralores, fugitivos, leguleyos, defensores, magistrados, fiscales, vicefiscales y fiscal general de la Nación.(11)

Foto JHB (D.R.A.)


[1] Decreto 1179 de 2016.
[2] Decreto 1083 de 2016.
[3] Ley 1963 de 2019.
[4] Ley 1991 de 2019.
[6] Ley 1994 de 2019.
[7] Ley 1965 de 2019. Ley 1956 de 2019. Hasta el Caro y Cuervo cae en pecados al no saber utilizar la puntuación: … quien fue (…) y es el actual rector (…). Tiene las calidades… Sobre al último punto pues no es una oración independiente sino consecuencia de la anterior.
[8] Decreto 1079 de 2016.
[9] Ley 1983 de 2019.
[10] Héctor Abad Faciolince. Mil años de cocaína. https://www.elespectador.com/opinion/mil-anos-de-cocaina-columna-861334

miércoles, 21 de agosto de 2019

PENA DE MUERTE



            Un tema bastante álgido. El que es malo, el que es hampón, por miedo a la cárcel no deja de serlo. A pesar de todas las doctrinas penalistas existentes la cruda realidad demuestra que el nivel de regeneramiento es mínimo y el sistema penitenciario es peor, por cuestión de hacinamiento, de falta de cárceles, de corrupción dentro del mismo sistema y de la abundancia de hampones que hay, así sea de lo que llaman cuello blanco. Me imagino que a lo largo del mundo y del tiempo se han pagado infinitud de investigaciones para su remedio y supongo que todas llegan a la misma conclusión: no hay remedio y se ganaron la plata sin esfuerzo.

            Mantener un preso en Colombia costaba para 2016(1) aproximadamente $1.500.000 mensuales, que salen de impuestos. Si esta cifra se redondea, al año este costo representaría al menos $180.000 millones en gastos de manutención para el país, lo cual es equivalente a pagar la carrera universitaria de casi 5.000 estudiantes colombianos. (…) Hay 136 cárceles en Colombia, ubicadas en 29 departamentos y 6 regiones. (…) las cárceles del país tienen la capacidad para albergar 78.055 presos, pero la población es de 121.831 personas en la actualidad. De estos, 81.198 están condenados, 39.892 están sindicados y 741 están en proceso de actualización. Y siguiendo con cifras, El Espectador señala: El número de trabajadores que prestan un servicio para el INPEC es de 15.795, siendo la mayoría de su nómina los 12.848 custodiadores, según cifras entregadas por la entidad.(2)

            No sé si dentro de esas estimaciones se cuenta lo que es salud, porque pobrecitos, ellos también tienen derechos, generalmente más que los de las víctimas y el gobierno paga la cuota moderadora –y la afiliación?-. Y si consideraron mantenimiento, administración y todo lo que conlleva esa tarea, la suma sigue sumando.

            Es sabido que la cárcel no regenera, degenera, lo tengo claro. Inocentes, puede haberlos, con esta justicia colombiana es lo más seguro. Y se puso de moda entonces la cadena perpetua(3) que al decir de Yesid Reyes una ley no hace ningún cambio, no aporta nada, en su decir, en cuanto que son leyes que solo buscan votos y admiración política, nada más.

            Siempre pensé, viendo películas gringas de principios del siglo pasado, cuando el preso tenía que trabajar para pagar su estadía. Se hicieron carreteras, se mejoró la infraestructura gringa -punto a su favor-, por qué no ponerlos a trabajar en carreteras y tapando huecos en las ciudades? Trabajo es lo que hay. Alguien se ha imaginado a un preso 24 horas sin hacer nada? Buscando pelea, tratando de someter y no dejarse someter? O a lo gringo, sacando músculos en el gimnasio, para estar en forma cuando salgan?

            Entonces llego al punto crucial. La pena de muerte –no al estilo gringo que nunca cumplen-. El costo de mantener a los hampones, de toda ralea y clase, es demasiado costoso, no cumple su finalidad, el índice de criminalidad va en aumento, las cárceles no aguantan, la corrupción interna es grande y no me salgan con que son seres humanos. Seres humanos fueron los violados, los muertos, los agredidos, en una palabra las víctimas. Suficiente razón para apoyar la pena de muerte? Para mí, sí. Dirán y si fuera usted? Pues lo mismo, si la hice debo pagarla, qué vaina no? Tal vez la vida cotidiana sería otra cosa. Pero son meras ilusiones que me hago porque también tengo claro que ellos tienen más derechos que yo, que sí pago los impuestos y por ende, los mantengo.

            Inhumano? Puede que sí, pero a problemas críticos y crónicos, soluciones radicales, no hay de otra.

… yo llegué a la conclusión de que los pobres no son mejores que los ricos, que ricos o pobres los seres humanos no se merecen un carajo, que luchar por ellos es de ingenuos o de imbéciles.(4)

Tomado de Facebook


[2] En materia de sueldos: el grado 11, posición que le hace merecedor de un salario de $1.242.451. Datos de agosto de 2018. Es decir que se paga más por el preso.  https://www.elespectador.com/economia/cuanto-le-cuesta-un-preso-al-estado-asi-es-la-inversion-en-las-carceles-de-colombia-articulo-800550
[4] Oriana Fallaci. Un sombrero lleno de cerezas. Aunque sea cita fuera de contexto.

lunes, 19 de agosto de 2019

PEREZA



            Señalaban los que sabían que la pereza era la madre de todos los vicios. Wikipedia dice que La pereza es la negligenciaasteniatedio o descuido en realizar actividades. La religión cristiana, clasifica la pereza como un vicio capital ya que genera otros pecados (…) Todos los seres vivos que se mueven, tienden a no malgastar energías si no hay un beneficio, que no tiene por qué ser seguro e inmediato: puede ser algo probable o que se obtendrá en un futuro.

            La pereza se escuda, generalmente, en la procrastinación pero a diferencia de ésta, lo que la pereza hace es postergar indefinidamente, hasta que ya no aguante más el vainazo, la orden o el desorden. A pesar de que tengamos tiempo, que no estemos haciendo nada, hay tareas o labores que son tan aburridoras que preferimos postergarlas, dejarlas para otro día, para otro momento. Cambiar una pila, un bombillo, tender la cama, hacer un arreglo que, en cualquier caso, no demanda tiempo, a pesar de estar perdiendo el tiempo haciendo postergaciones innecesarias.

            Mi mente no se acomoda a que genere otro pecado pues viéndolo así, no sé cómo con pereza se puede dar el lujo de la lujuria, la envidia, la avaricia o la gula, tal vez la ira, de la piedrita que da tener que hacer lo que no se quiere hacer, tal vez la soberbia también, de no hacer lo que hay que hacer. Parece que la iglesia se pifió por ese lado.

            Y por definición la pereza es inactividad, hermanada con el aburrimiento? Pregunta que por el momento queda inconclusa.

            Y la solución es tan sencilla, como hacerlo de inmediato, no permitir que doña pereza se instale y cuando uno termina de hacer lo que tenía que hacer piensa en lo pendejo que se fue al postergar lo impostergable. Y adicionalmente, si se hubiera hecho a tiempo, no se sufría del complejo de culpa que carga la misma pereza, que es postergación, que es inactividad, que es sinrazón que en últimas no valía la pena dejar de hacer.

            Por eso, para que no me tilden de perezoso, prefiero procrastinar, dedicar tiempo a pensar cómo se hace lo que debo hacer, cómo hacerlo con alguna efectividad y esperar que el vainazo correspondiente llegue y me haga hacerlo, aún a la brava, pero procrastinando!

… ¿por qué ha tardado tanto? Sabe que la puntualidad es una de las armas de las que se sirve Dios para recordar a los hombres que son mortales. (1)


Óleo sobre papel, espátula. JHB (D.R.A.)


(1) Mario Escobar - El Papa Ario.

viernes, 16 de agosto de 2019

IMPERFECCIONES QUE SE OCULTAN


            Sabio dicho aquél que dice que no hay muerto malo? Y eso me hizo preguntar, no recuerdo de dónde provino la idea ni de qué acontecimiento, pero pensaba por qué todos los muertos eran buenos y a punto de ser canonizados, según decían deudos y vecinos, cuando la realidad era otra?

            Acaso está mal hablar del difunto, de sus virtudes y bondades, de su maldad y sus pecados? Parece que es mal visto dentro de la hipocresía de nuestra sociedad. Y naturalmente la iglesia no está exenta del pecado. Recuerdo que en las exequias el cura se acerca a cualquier deudo, pregunta sobre el número de hijos, nombres, una que otra bobada y en su discurso de despedida da un panegírico como si el difunto hubiera sido conocido íntimo y recurrente católico y era un padre –o madre- impecable, entregado a su familia, respetuoso de la ley divina, allegado a sus allegados, devoto y en últimas era un hijueputa, si he de decirlo sin eufemismo. En más de una ocasión me he reído –en silencio, claro está- cuando oigo ese discurso falso en que se ensalza a un muerto que era una verdadera joyita. Por eso cuando muera, esperando no pasar por la iglesia, no se diga nada de mí, que cada cual recuerde lo que debe recordar y que en últimas, en el último adiós, si es que lo hay, digan: ese sí era la cagada! Con eso basta.

            Realmente no hay muerto bueno, solo un ser humano que dejó de vivir, lleno de conflictos, con sus cosas buenas y malas, como cualquiera de nosotros, con virtudes y defectos, unos más malos que otros, otros más buenos que los de más allá, pero ninguno de nosotros lo suficientemente bueno como para ser ensalzado de tal manera que no fueron capaces de ser ensalzados en vida.

            Y como nos encanta el eufemismo, el dicho completo dice que no hay novia fea ni muerto malo –ni recién nacido feo, claro está-. De esa manera evitamos decir la verdad, a pesar de que la verdad la pensemos, así no la expresemos. Hasta en eso somos hipócritas.

Los hombres de la generación que ya se extinguía, cuya vejez había esquivado la guerra, opinaban, sin embargo, que París declinaba con ellos. Lamentaban el fin de la cortesía y de una cierta forma francesa del ingenio, herencia, según afirmaban, del siglo XVIII, y que ellos habían conservado intacta. Olvidaban que sus padres y sus abuelos habían dicho otro tanto; olvidaban también que ellos mismos habían agregado algunas reglas a la cortesía y que no habían recuperado «el ingenio», en el sentido en que ellos lo entendían, más que en su vejez(1).

Tomada de Facebook.


(1) Maurice Druon. Las grandes familias.

miércoles, 14 de agosto de 2019

LA HUMANIZACION DE LAS MASCOTAS



            Entro en terreno resbaladizo. Es cierto que se han llegado a los extremos en que las personas, en su afán de no soportar su propia soledad, adoptan un animal con el fin de vestirlo como a la criatura que no se tuvo, que se fue, que nunca vino. Fiesta de cumpleaños, fiesta de socialización, con bombos y platillos, bombas y serpentinas, como si los animales lo percibieran. Zapaticos para que no se ensucien, aunque la verdad oculta es para que no le haga regueros en su casa. Abrigos porque el pobrecito siente mucho frío –aunque se oculte que es para que no deje tanto pelo-, como si Dios no les hubiera dado la piel que tienen precisamente para que soporten los avatares de la vida y las inclemencias del clima. Todos esos extremos de humanizar a un animal me molestan, porque no los dejan ser lo que son, animales, llámense perros o gatos o pájaros o lo que quieran.

            Sin embargo, casi siempre he tenido, directa o indirectamente, mascotas, particularmente perros y a ellos me referiré. Según la ley ya no son cosas muebles (aquellos bienes que se pueden trasladar de un lugar a otro, creo que citaba el código civil), son seres sintientes y ya con determinados derechos, aunque pienso que no se requiere que la ley lo decrete así, porque el maltrato de cualquier animal (de elefante a sapo) no puede permitirse, por la sencilla razón de que es un abuso que causa dolor y daño a ese ser sintiente.

            Pero bueno, no tengo las virtudes de San Francisco, bueno por naturaleza. El compartir diariamente con un perro le va enseñando a uno un camino que normalmente no encuentra con los seres humanos. Atentos, así pareciera que no entienden, a todas las bobadas con las que uno termina hablándoles. Leales, en cuanto que están o al menos lo aparentan, cerca de uno. Y son sintientes. Quien haya compartido con un animal cada día se asombra más de lo inteligentes que son, así digan que los inteligentes somos nosotros.

            La intimidad que se genera con ellos es de tal naturaleza y pureza, si se quiere, que no está supeditada a la mentira, al deseo de dominio, al compromiso ni a ningún valor humano que permita la humillación, a pesar de conocer a ciertos personajes que tienen un animal porque es de mi hijo o excusas similares que terminan envenenando esa relación, casi como con los odios matrimoniales que se soportan porque toca soportarse.

            El animal a su vez despliega toda su sabiduría, sin querer nada a cambio –supongo y allí la pureza de la relación-. Nada más sentir un lengüetazo –de agradecimiento, de saludo, de cariño o de apoyo-; una pata dirigida a hacer notar su presencia; un bostezo para indicar la hora de la comida, si a uno se le olvidó o si le preguntó si tenía hambre; el movimiento de cola como respuesta a la pregunta de si quiere salir a pasear; o el hacer movimientos de querer que lo acaricien; o el dormir a su lado. Y no importa el genio que tenga el animal, como lo tenemos nosotros, puede ser arisco o faldero, siempre están presentes, siempre son compañía y nuestros silenciosos interlocutores, aunque a veces no tan silenciosos. Algunas veces pareciera que quisieran hablar y mascullan sus respuestas, sus alegatos, sus sinsabores. Ellos son así. Y por eso me pregunto, en estos casos cómo no humanizarlos, si en muchos casos se está mejor con ellos que con el resto de humanidad, que carece de casi todos esos valores animales.

            Les hablo en mi idioma, porque no sé el de ellos, a duras penas he logrado aprender algo del de ellos, aunque también se saben expresar con gracias y movimientos, que poco a poco han venido enseñándome y trato de comunicarme, de expresarme como ellos, en su propio idioma, es decir, sin olvidar que son perros y que si merecen respeto precisamente debo pensar como perro, pensar que son perros, que son animales que de cualquier manera el tiempo los volvió sometidos. Pero eso sí, ahora agradecidos, en cuanto estén en buenas manos.

            Así he venido humanizando a los perros que tocan mi corazón, por permanencia o de paso por este mundo. Diógenes, si mal no estoy, dijo: Cuanto más conozco a la gente, amo más a mi perro. El filósofo sabía de lo que hablaba.   

 se dio cuenta de que las ideas pueden abrir heridas: “Es imposible alumbrar con la antorcha de la verdad sin quemar una que otra barba”. (1)

De Facebook


[1] Georg Lichtenberg. Aforismos. Edición de Juan Villoro.

lunes, 12 de agosto de 2019

FRASES SIN FUTURO


            Al parecer, hoy más que nunca, cierto formulismo hipócrita hace que abunden las frases que no tienen futuro, a duras penas un presente, al ser formuladas, pero que quedarán sin historia.

            Me refiero a esas despedidas personales, por redes o por celular que ahora se hacen como mecanismo de deshacerse rápidamente de esa situación. Oiga, nos tenemos que ver. Yo le echo una llamadita nada más pueda. Nos tenemos que reunir para recordar viejos tiempos. Me llama cuando pueda. Llámeme usted porque como vive tan ocupado.

            Tras esas frases se esconde el deseo de no tener trato alguno, el no volver a saber de esa persona, el para qué recordar viejos tiempos si no los tuvimos, el no lo llamaré ni usted me llamará, porque hoy somos dos desconocidos que no nos queremos reencontrar.

Pero se queda bien diciendo tales frases prometedoras, esperanzadoras y no se carga ninguna culpa si lo que no se piensa que haya que suceder, no sucederá, aunque el destino tiene sus caminos secretos, por aquello de que de esta agua no beberé.

Y la situación ha llegado hasta el extremo de que antaño, al recordar a una persona al menos se le hacía una llamada al año, la de su cumpleaños, así terminara con el tenemos que vernos. Hoy se sale fácilmente de ese compromiso anual, basta con unos cuantos caracteres de saludo en una red social y se quedó divinamente, si además se le agrega el futuro que nunca se piensa concretar: nos tenemos que ver.

Naturalmente la crítica me aplica, porque hay saludos de compromisos de esos jartos que uno quisiera evitar y por eso el nos tenemos que ver lo he utilizado, más ahora en que se me dificulta salir de mi zona de confort, en que montar en bus ya me hace pensar veinte veces la salida; cuestión de pensionados. En otras, saldría gustoso, pero viven tan ocupados

Frases sin futuro formuladas en un presente sin conclusión, frases que carecen de todo sentido y que las creemos aún siendo mentiras.

pero el problema de aquel hospital psiquiátrico era que todo el mundo se miraba y se ignoraba al mismo tiempo.(1)

Óleo sobre papel, espátula. JHB (D.R.A.)


[1] John Katzenbach. Historia del loco.

lunes, 5 de agosto de 2019

¿MACHISTA YO?


            Como van las cosas uno ya no sabe en qué lugar acomodarse. Supongo que he sido machista, por educación –materna, aclaro-. En estos tiempos la situación está en que cualquier comentario que se haga termina tildado en algún extremo.

Para ilustrarme un poco busqué en internet la palabra feminismo. Se declara como un grupo social y político que trata de reivindicar los derechos de la mujer y leyendo un artículo menciona la definición que trae la Academia de la Lengua, como: Doctrina social que concede a la mujer igual capacidad y los mismos derechos que a los hombres. Y la articulista que la menciona agrega: Así de breve, falsa y tendenciosa la asume la Academia de la Lengua (patriarcal)Y ahí es en donde me emberraco, si la definición es clara y decente, a mi modo de ver, la feminista que escribió está demostrando lo que es, feminista de extrema que no acepta las cosas sino que para demostrarse a sí misma termina lanzando improperios. Creo que allí radica el problema básico, el fanatismo que se le mete a las cosas.

Y por eso es que ya uno, al menos como hombre –si no se ofenden los hombres, me digo-, no puede opinar, porque cualquier cosa que diga –en chiste o en serio- ya es tildado de machista, de tendencioso. Tanto es así como ya no se puede echar un piropo porque los improperios le caen. Claudia López(1) al no tener argumento de respuesta serio arrancó contra el periodista y lo tildó de machista y con el genio que tiene doña Claudia, lee este blog y me manda linchar. Pero qué se le va a hacer. Con ese genio y esas salidas doña Claudia ya perdió mi voto, que inicialmente era para ella. Seguiré votando en blanco.

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Viene en mi auxilio Yolanda Ruiz(2): He visto a muchos hombres desconcertados, desubicados o francamente asustados ante unas mujeres empoderadas, reclamando derechos, hablando duro y sacando de la oscuridad realidades de discriminación, abuso, violencia física o sicológica, que permanecieron silenciadas o que se aceptaron durante años como parte del paisaje. Y a eso nos han llevado, para evitar problemas no hay como el silencio, así sea despreciativo –y tíldenme como se les dé la gana, que a mi edad ya poco importa-. Y agrega la columnista: Un joven de unos treinta y tantos comenta con perplejidad que en ocasiones se siente atacado cuando sus amigas reclaman por la discriminación de las mujeres: “yo no tengo la culpa ni soy machista y me miran a veces como si fuera un monstruo”. Otro que pasa de los 60, que marchó con las feministas para reclamar derechos, dice que respalda la batalla pero siente que las jóvenes de hoy se pasan y van al otro extremo. Otro hombre de 28 años con su acento costeño se pregunta: ¿ya no se puede ser galante con una mujer porque todo es machismo? Y aparece el dirigente político que no sabe leer el momento y le da su respaldo a un candidato que tiene cuestionamientos de género. Esto va más allá de una denuncia, es un asunto político, no judicial. Es tolerancia cero ante la más mínima sospecha de violencia de género o discriminación. En efecto, ya estamos en tolerancia cero, lástima me digo.

Y con lo de doña Claudia, Felipe Zuleta(3) escribió: Por cuenta de las redes, esto se volvió una tendencia y un tema de conversación. Mujeres vs. hombres, feministas, homosexuales, lesbianas, monjas, locos, ángeles y demonios opinaron sobre el tema concluyendo que lo que todos buscan es la victimización, deporte nacional hoy favorito. Agrega el articulista: Pero eso y su preferencia sexual —lo digo yo, que soy abiertamente homosexual— no le dan derecho para maltratar a nadie como lo hizo. 

A dónde vamos a llegar? Es lo que ahora me pregunto. Debemos dejar de victimizarnos, de estar buscándole a todo el quiebre y, ante la falta de argumentos, dejar de ser groseros con argumentos tan pobres y para cerrar la discusión, que no la hubo, nada como que le griten a uno que es machista. Pues sí, puede que lo sea y? Por eso he decidido apartarme y guardar silencio en tales casos, pero eso sí, con ese silencio despreciativo que acompañado con igual mirada dice todo lo que pienso. Y como he dicho, a mi edad no me jodan si no quieren que se me salga todo el machismo que pueda cargar.

Con todos los problemas que ya tiene este mundo, para echarse uno más? He dicho! –así suene intolerante!-.