lunes, 19 de octubre de 2020

TODOS MIENTEN

             Una premisa básica y fundamental que guía al doctor House. Por demás muy válida y de allí que su primer diagnóstico no sea tan acertado, debido a las mentiras, medias verdades, omisiones o exculpaciones que el paciente da.

 

            Y no es solo a nivel médico. Fundamentalmente mentimos y especialmente cuando algo no quedó como debía quedar o no fue hecho como debía hacerse. Allí aparecen las mentiras, las medias verdades, las omisiones que permiten una exculpación, en el caso de que se llegue más allá de la búsqueda.

 

            Mentimos por vergüenza. Mentimos por temor. Mentimos a manera de exculpación. Todos mentimos.

 

            Y me preguntaba si eso era inherente al ser humano. Si es un rasgo atávico[1]. Si viene en nuestro ADN, pues todos, para evadir responsabilidad tenemos una disculpa en la punta de la lengua.

 

            Y lo curioso de todo es que aún sabiéndolo, seguimos mintiendo, mintiéndonos, sin vergüenza ya.

 

            Y fuera de todo eso somos egoístas o tal vez sea por eso?

 

—A nadie le gusta enterarse de las desgracias de la gente que nos cae bien, la verdad —afirmó el camarero.
—Es cierto —dijo Brunetti asintiendo, y respondió con otro cliché—: pero la vida es así, se empeña en decirnos lo que no queremos oír.(2)


Tomado de Facebook
119047415_3225983977486105_2819688976526435887_n.jpg


(1) Es decir, propio del pecado original, si se pudiera afirmar, pues se define como semejanza con los abuelos o antepasados lejanos. Aparición de caracteres propios de antepasados. El atavismo suele atribuirse a la expresión de un gen que habría quedado inactivo en algún momento de la historia filogenética de la especie. En términos mendelianos, el atavismo se ha explicado como resultado de la herencia de dos genes recesivos. Wikipedia.

(2)  Donna Leon. El huevo de oro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario