Una premisa básica y fundamental que guía al doctor House. Por demás muy válida y de allí que su primer diagnóstico no sea tan acertado, debido a las mentiras, medias verdades, omisiones o exculpaciones que el paciente da.
Y no es solo a nivel médico.
Fundamentalmente mentimos y especialmente cuando algo no quedó como debía
quedar o no fue hecho como debía hacerse. Allí aparecen las mentiras, las
medias verdades, las omisiones que permiten una exculpación, en el caso de que
se llegue más allá de la búsqueda.
Mentimos por vergüenza. Mentimos por
temor. Mentimos a manera de exculpación. Todos mentimos.
Y me preguntaba si eso era inherente
al ser humano. Si es un rasgo atávico[1].
Si viene en nuestro ADN, pues todos, para evadir responsabilidad tenemos una
disculpa en la punta de la lengua.
Y lo curioso de todo es que aún
sabiéndolo, seguimos mintiendo, mintiéndonos, sin vergüenza ya.
Y fuera de todo eso somos egoístas o
tal vez sea por eso?
(1) Es decir, propio del pecado original, si se pudiera afirmar,
pues se define como semejanza con los abuelos o antepasados lejanos. Aparición
de caracteres propios de antepasados. El atavismo suele atribuirse a la
expresión de un gen que habría quedado inactivo en algún momento de
la historia
filogenética de la especie. En términos mendelianos, el atavismo se ha explicado como resultado de la herencia
de dos genes
recesivos. Wikipedia.
(2) Donna Leon. El huevo de oro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario