miércoles, 8 de enero de 2020

ELOGIO A LA VEJEZ?


Cumplí 64 años. Nunca me imaginé llegar a esta edad, porque confesándolo, de joven ni siquiera pensé en eso, nunca pensé en llegar a cumplirlos.

Sinceramente en mi juventud nunca pensé en ser viejo, en llegar a viejo. Nunca lo pensé y hoy estoy frente a esa realidad.

Y eso me llevó a pensar: cuándo perdí mi juventud? Cuándo la adultez? Cuándo me volví viejo? Al pensionarme no es que me haya sentido viejo, me sentí libre de no estar esclavizado a un trabajo –confesando que fueron muy pocas veces en las que renegué el tener que trabajar-, de tener un ingreso seguro por no hacer nada. Es la misma circunstancia como si fuera connatural, lo que le hace sentir viejo. Apenas natural recoger algo caído en el piso en tres tiempos, cuando antes se hacía en dos y mucho antes bastaba un solo tiempo.

Ya me ceden el paso y el puesto, aunque cuando estoy entre congéneres, viejos, adultos mayores o ancianos me va mejor, porque los viejos son ellos y porque resulto ser el más joven, al menos por ahora.

La edad se lleva en el alma, diría mi mamá. Otros dirán que vieja es la cédula. El espejo es que nunca miente, ni siquiera cuando está adormilado y menos cuando estoy tomado (tres copas de vino son suficientes).

Dentro de diez años serán setenta y cuatro –lo mismo que dentro de un año serán 65 o dentro de veinte 84, a los que no aspiro a llegar, si Dios me da la vida (nótese una gota de sarcasmo y otra de ironía, porque uno nunca sabe).

Y surge otra pregunta y cuándo pasó todo ese tiempo? Cuándo pasaron 64 años, que desde la distancia de la infancia eran demasiado tiempo. Pasar todos esos años, son muchos y a pesar de que los recuerdos deben ser proporcionales, son relativamente pocos y hoy, ya más difusos.

El tiempo en la distancia se ve lejano, si de pasado se trata; si de futuro es, ya es próximo e inefable, lo que no ha de dar sentimientos de temor, sino de cumplimiento, de consuelo, del trabajo cumplido.

Para el cerebro humano, cualquier respuesta es mejor que ninguna.(1)

Foto: JHB (D.R.A.) Cuadro de Alberto Hernández.

(1) Dan Brown. Origen.

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