Oí
decir: he tomado una decisión muy
personal. Me pareció un verdadero pleonasmo y naturalmente mi pensamiento
comenzó a funcionar sin sentido, porque una decisión siempre implica que es
personal y el muy utilizado no le
quita la personalidad que tiene la decisión.
Por definición la decisión es: Determinación definitiva adoptada
en un asunto. O Firmeza, seguridad o determinación con que se hace
una cosa.(1) Lo que implica que por naturaleza
es personal, sin necesidad de darle intimidad mayor por el hecho de usar el muy, insisto.
Y hablando de decisiones, el asunto
que me llevó a escribir, está en que el mundo gira alrededor de la decisión. Me
centraré en las personales. Uno siempre decide, tomar café o gaseosa, acostarse
o levantarse, irse en bus o en taxi, aceptar o no alguna cosa y naturalmente
toda decisión conlleva una consecuencia, generalmente la deseada.
Y también hay
decisiones alternativas, de lo uno o de lo otro, como mencioné, cuando se
presentan alternativas.
Y
hay decisiones delegadas, sin perder la noción básica de haber decidido
sujetarse a ellas. Son decisiones que se adoptan de antemano o son implícitas,
como la de sujetarse a la determinación de la mayoría o a la de un poder
superior. Es aceptar ir al paseo sujetándose al itinerario adoptado por otro.
Al aceptar se ha decidido que otro decida por uno y por ese hecho la decisión
fue la de delegar y someterse al querer del delegado. Eso pasa con la
democracia, decidí que otro mandara y así gane el que yo no quería, me toca
aceptar –aún a regañadientes- que otro decida, aunque sea minoría.
En
cualquier caso tomamos decisiones, acertadas o no, todo el tiempo, aunque lo
que más nos gusta es delegar la decisión final, porque si va bien, nos
favorece, pero si va mal tenemos a quién echarle la culpa, ante la
imposibilidad de aceptar que habíamos decidido por nosotros mismos.
Siendo
así, siempre seremos responsables de nuestras decisiones, buenas o malas,
personales o delegadas, porque siempre habrán de ser personales, ante el temor
de tomarlas directamente o por la subordinación aceptada.
Decisiones (Ave María)
Cada día (Si señor)
Alguien pierde, alguien gana Ave María!
Decisiones, todo cuesta
Salgan y hagan sus apuestas
Ciudadanía!(2)
Cada día (Si señor)
Alguien pierde, alguien gana Ave María!
Decisiones, todo cuesta
Salgan y hagan sus apuestas
Ciudadanía!(2)
Óleo sobre papel. Espátula. JHB (D.R.A.) |
(2) Rubén Blades. Decisiones.
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