lunes, 13 de junio de 2022

ENTREVISTA

             No le conocía como escritor y luego de dos libros que llegaron a mis manos, me gustó la forma como escribía. Alonso Sánchez Baute. Líbranos del bien y al diablo la maldita primavera. La primera de personas que conoció y que a la vez estuvieron en mandos contrarios -un para y un guerrillero- y el segundo su confesión sobre sus propias inclinaciones. Libros interesantes, libros para recomendar.

 

            Y como escritor, en una entrevista[1] hizo unas precisiones que me llevaron a reflexionar sobre el arte de la escritura, recordando que el que escribe la historia es el que fija un derrotero, aun cuando no tenga la razón o la tergiverse o simplemente se las dé de historiador. Aunque bien pensado, pareciera que esa es parte de nuestra propia historia, cuando diariamente la escribimos, donde prima la subjetividad, pues no somos capaces de aceptar la realidad y verdad de nuestra propia vida. De allí que la tergiversemos para poder salir un poco indemnes de un ejercicio que a la larga es inútil.

 

               

—(…), la ficción es una mentira, que es lo que hacemos los escritores: mentir. Básicamente para eso nos pagan, para echar mentiras, ¿no?; de eso vivimos o tratamos de vivir, que es otra cosa. Sin embargo, lo que es claro es que la ficción es la que suele decir la verdad. Si bien lo que te estoy contando es mentira, lo que yo te estoy diciendo es una verdad. Y por eso la ficción molesta tanto, porque tú sabes que detrás de esa historia hay una verdad. Y es a esa verdad a la que le tienes miedo. Así como el resto del país le tiene miedo al miedo impuesto por el poder, el poder le tiene miedo a la verdad y esa verdad está contada en la ficción, en el arte, en la literatura, en el teatro, está contada en la fotografía de Jesús abad Colorado, por ejemplo. Y, por supuesto, eso le molesta al país, pero le está abriendo los ojos al ciudadano común. Hay un grado de lucidez y es llevar luz adonde ellos no quieren que haya luz, adonde se quiere que permanezca la ignorancia para poder seguir manipulando.

—Alonso, ¿al contar esta historia el escritor es responsable de algo?

—Bueno, primero que todo, yo no tengo ninguna responsabilidad como escritor, salvo el hecho de contar una historia, que es lo único a lo que estoy obligado a hacer. Contar la historia de forma honesta es realmente mi responsabilidad como escritor. Mi responsabilidad también va al hecho de escribir un libro sobre eso. El solo hecho de escribir la memoria, así sea en ficción, ya implica asumir una responsabilidad como escritor, ya estoy metiéndome en el papel al que inicialmente yo ni siquiera estaba llamado —inicialmente y todavía—.

                Una sola reflexión, eso quería plasmar.

Tomado de Google
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