Somos proclives a lo fantasioso, al oscurantismo, a lo esotérico, al morbo que le rodea y en cuanto se trate de ello nacen las teorías conspirativas, con masones o templarios de por medio, cuando no de ovnis circundantes, por lo cual igualmente se involucran las puertas a otras dimensiones.
Pues bien, leyendo una novela negra[1]
me encontré con una leyenda escocesa nacida a partir de la construcción de una
iglesia o más bien, por su nombre de una capilla que, por sus formas, propias
de la mitad del siglo XV, bien podía aspirar a un rango superior. Y en esta
capilla se pueden reunir todos los elementos citados en el párrafo anterior,
con el dato adicional de que allí se filmó parte del Código da Vinci,
advirtiendo que hoy por hoy está prohibido tomar fotos o filmar su interior.
Se trata de la Capilla Rosslyn que queda en
Escocia, más precisamente en un pueblo llamado Roslin, cercano a Edimburgo
-esta ubicación no me dice nada, es como si me hablaran en chino, pero es para
posar de precisionista-. Su estilo gótico y cuya construcción, como cosa rara
de la época, duró aproximadamente 40 años -aunque no es tan raro, aún hoy, por
ejemplo, la construcción de la nueva iglesia principal de Circasia, luego del
terremoto, ya lleva bastante y hasta ahora no se ve que haya adelantado
demasiado, pues ni fachada principal tiene-.
La capilla está llena de
misterios, de una parte están los hombres verdes (cabezas humanas rodeadas
de hojas, ramas y flores que normalmente nacen desde la boca. Hay más de ciento
diez hombres verdes en la capilla Rosslyn[2]). Otra es la presencia de
tallas de mazorcas (una de sus tallas más famosas son una serie de mazorcas
de maíz que adornan un arco de una ventana. ¿Cómo es posible que fueran capaces
de reproducir este vegetal cuando todavía no había sido traído a Europa tras el
descubrimiento de Cristóbal Colón?), explicaciones al respecto son muchas,
que no es maíz, que es trigo; que la familia Sinclair, patrocinadora de la
iglesia, había ido a Canadá cien años antes de Colón, etc. Igualmente existen
en el techo unos cubos que han sido denominados cubos musicales (En varios
lugares de la capilla, adornando las arcadas, hay una especie de cubos que
sobresalen, cada uno con un código diferente tallado encima. Se cree que
podrían ser interpretados como una música (y entonces se abriría un portal a
otra dimensión) o que se trata de un código que nadie ha sido capaz de
descifrar. Hay más de doscientos en total). También han mencionado que se
han visto ovnis y que hasta uno de ellos se estrelló en su jardín. Como se ve,
la capilla está llena de misterios, reales o imaginarios, vaya uno a saber.
Pero lo realmente llamativo es
una leyenda que nació a partir de su construcción y se llama precisamente la
Leyenda del Aprendiz. Pues resulta que el maestro albañil encargado de hacer
las columnas de la capilla recordó, por su belleza, alguna referencia a alguna
elaborada en una iglesia de Roma y terco como maestro que era, decidió ir hasta
Roma para verla personalmente y poder copiarla con exactitud para hacer la
réplica en la capilla. Ya sabemos que para la época un viaje de Escocia a Roma
tomaba su tiempo y más pensando en lo que podría ser ida y regreso. Pues el
maestro se fue a Roma teniendo en la cabeza poder hacer la réplica perfecta de
lo que quería. Mientras el maestro estaba fuera, un aprendiz que tenía una
noche tuvo un sueño muy particular, en él vio la talla de una columna que le
deslumbró. Como dije, el viaje de su jefe era largo y éste, ni corto ni
perezoso, decidió empezar a trabajar en la columna que en sus sueños había
visto, mientras esperaba el retorno del maestro.
Transcurrió el tiempo y el
maestro albañil retornó cuando el aprendiz ya había terminado su obra y al
entrar a la capilla lo primero que hizo fue a buscar la columna para empezar en
su tallado. Pero oh! Sorpresa, se encontró que la columna ya había sido tallada,
lo que le hizo enojar, pero enloqueció al ver que el tallado era idéntico al
que había ido a buscar a Roma. En ese arrebato de celos, ira y odio, tomó un
mazo que encontró a su alcance y la emprendió contra el aprendiz dándole con él
hasta que le mató.
Sobra decir que el maestro
albañil fue encontrado culpable de asesinato y fue debidamente ahorcado, según
la costumbre de la época.
Desde ese momento la columna pasó
a llamarse la columna del aprendiz.
(Hasta alguien ha mencionado que
dentro de ella está el Santo Grial), vaya uno a saber, pues nadie se ha
atrevido a dañar la talla, debido a su perfección.
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