miércoles, 6 de diciembre de 2017

TEMAS ESPINOSOS

La culpa (no) es de la lengua que habla, si no de los hombres que la inventaron, pues en ella las palabras justo y piadoso, simplemente no tienen femenino.(1)

Había tratado de evadir un tema porque levanta ampollas y lo considero irracional, dentro de mi limitada mente.

Distracción nacional! Se armó la de Troya porque en una invitación que Francia hizo a escritores nacionales, si mal no recuerdo, sólo se seleccionó a una mujer –que creo que no aceptó la invitación y no por ser la única, creo que por compromisos adquiridos-.

Como sea, contra el grupo seleccionador saltaron rayos y centellas, que si es que no hay mujeres lo suficientemente merecedoras, que el grupo era machista y supongo que las negritudes debieron también saltar y los homosexuales y todas aquellas minorías ofendidas.

Me molesta aquello del 50%. Que en todo debe haber 50% o bien de negros, o bien de indios, de maricas o de mujeres pues de lo contrario uno queda tildado de machista. Dios me libre! –léase como simple exclamación, pues de lo contrario y sacándola de contexto aparecerá como racista, como machista, como medio hombre, aunque en últimas pueden pensar lo que se les dé la gana- (Ya se le salió la mala leche! Oigo en mi recóndito cerebro y sí, por el tema levanta ampollas, dije).

Y lo peor de todo es que a algún honorable congresista, tratando de ser igualitario y de avanzada –de esos líbranos Señor! Y léase como se quiera pues se trata de limitados mentales o políticos, por sinonimia- decidieron el cincuenta por ciento para llenar las vacantes, para igualar la sociedad –a la fuerza-.

Para el caso que me ocupa, la invitación a escritores, entendí que la escogencia la realizó un grupo, conocedor del tema y decidió elegir a los escritores seleccionados, que por algo lo son, independientemente del sexo, raza o posición ideológica o sexual.

Recuerdo en mis tiempos mozos que se seleccionaban candidatos, si a ello se le puede denominar selección, buscando el equilibrio legal y de esa manera llegaron unos esperpentos de literal bruteza a ocupar cargos y el desequilibrio que generaron, Dios nos libre! –léase literal-. En alguna oportunidad al hacer el comentario sobre las limitaciones mentales del candidato, la respuesta fue simple: Toca!

Y por eso me molesta que en todas las listas tengan que incluir una mujer, porque toca. Llegará el día en que en las ternas deban estar incluidos uno de cada raza, condición sexual, feministas y las ternas serán de ocho, supongo. El mundo está tan loco que a eso podremos llegar.

Como dice  Ana Cristina Restrepo Jiménez(2):

Ni los anaqueles de mi biblioteca ni la lista de canciones de mi dispositivo se guían por leyes de cuotas. El criterio de elección no es “ser mujeres”, sino la calidad de la obra… pero con frecuencia el género parece nublar la vista.
Muchos prefieren denominar “medida transitoria” a la discriminación positiva de las mujeres (o leyes de cuotas). Dicho tránsito ha de continuar hasta domar a la bestia.

Por curiosidades de la vida, en el transcurso de mi recorrer laboral la gran mayoría de mis jefes fueron mujeres, casi todas ellas de un bagaje profesional alto, con las cuales me fue bien y ni yo las culpé de machismo ni ellas a mí; fue una buena experiencia, con la ironía de que casi todas ellas preferían trabajar con hombres, como lo manifestaban en voz alta.

Es por ello que hoy me pregunto, acaso no es posible que una terna sea compuesta de tres personas, independiente de raza, color, sabor, inclinación sin que se pueda tildar de machista, racista, negligente, malqueriente por la misma selección?

Ese es el problema de los defensores de aparentes minorías que se vuelven tan ofensivos, tan displicentes, que tras su defensa se vuelven intolerantes y terminan en armar caos donde todo debería ser armonía, si me apropio de frases de San Francisco, naturalmente acomodadas para el caso.

Y la ironía llega al extremo, que en eso ya el bajo perfil se mantiene, en que la palabra que en femenino identificaba al poeta, poetisa –a pesar de las tendencias contrarias- hoy ellas se llaman y se hacen llamar poetas y se ponen bravas si se les llega a corregir.

Conclusión, quién entiende a quién?

Dios nos ayude! –léase literal o significativamente, léase como quiera que de todos modos de una simple exclamación, el tierrero se puede armar-.

… En verdad hay cosas que el mismo Dios no entiende, aunque las haya creado. (3)


Óleo sobre papel. JHB (D.R.A.)

(1) Saramago. El evangelio según Jesucristo.

(2) Nosotras que nos queremos tanto- https://www.elespectador.com/opinion/nosotras-que-nos-queremos-tanto-columna-723696

(3) Saramago. El evangelio según Jesucristo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario