Todo tiene dos lecturas, pero por virtud del
eufemismo sólo puede ser leída de una manera y a partir de la duplicidad de la
lectura, la tergiversación se hace presente, apoyada de ese eufemismo que hace
que la vida se trastoque.
Antonio Caballero(1) habló del acoso y desde el inicio aclaró: Es
malo confundir esas cosas con el verdadero abuso sexual, porque esa asimilación
banaliza y disculpa este) y naturalmente todo el mundo se le vino encima,
particularmente aquellas llamadas feministas que resultan ser fanáticas. Y
habló verdades, según mi lectura.
Una cosa es acoso, otra el chabaquismo, otra el pedirlo (no a
la manera chabacana de que si no me lo da se lo rapo), porque para pedirlo hay
que saberlo hacer y de acuerdo con la lectura que se le dé, se lo dan, o no; pero no hay que
confundir la vulgaridad con el abuso sexual, que es una cosa grave.
Y hablando del tema, -de las dos lecturas,
aclaro- se ha abusado de tantas cosas que resultan en últimas tan
intrascendentes pero que están en el orden del día. Hoy cualquier muerte de una
mujer ya es feminicidio, así sea muerte natural agregaría yo con ironía. Y ni
hablar del problema gramatical de la y
las, que supone que no es lenguaje incluyente (que tampoco sé qué carajos
es) y machista (y no se especula que el machismo nace por la línea materna? Según
dicen). Y los de sexo indefinido cuándo entrarán a exigir el derecho a que los
llamen lo o los?
Desde que todo tiene dos lecturas y se lee
desde el punto de vista que no es, la estupidez ha cogido cancha y por eso me
repito –mentalmente-: Dios nos libre de tanta estupidez, no hay derecho!
… creo que ya
había alcanzado ese estadio en el que prefería los peces a los seres humanos.(2)
Óleo sobre papel. Técnica espátula. JHB (D.R.A.)
(1) http://www.semana.com/opinion/articulo/columna-antonio-caballero-acoso-sexual-donald-trump/550970
(2) Robert Harris Conspiración Saga: Cicerón – II
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