Será que el hombre, por naturaleza, es un ser insatisfecho? Fue una de las preguntas que se me ocurrieron en el trajinar de pensamientos volátiles que me acompañan.
Me preguntaba también si existe
algún momento en que la insatisfacción ceda su paso a la satisfacción de vida,
debida como debería ser.
Parece que nunca lo estamos. Si
tenemos una cosa, ya queremos otra, adicional o diferente. Si no la tenemos
surge el deseo de tenerla o de inventarnos algo que nos satisfaga en su
momento, como rebeldía a no tenerla o de anhelar una mejor a la ya tenida.
Y es aplicable a cualquier
circunstancia de la vida. Familiar, profesional, laboral, social. Quién luego
de una satisfacción no queda expectante por algo más, haciendo surgir así la
insatisfacción.
Una pregunta que no he podido
satisfacer, tal vez al pensar en la insatisfacción al no tener una respuesta
válida.
… qué mejor manera de demostrar tu
independencia que comprando algo innecesario?[1]
Tal parece ser tu destino: llegar a la cima filosófica de la insatisafacción!
ResponderBorrarDESTINO ES DESTINO.
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