Me miro
en el espejo y me pregunto si ese de ahí soy yo.
Sin
pretender ser repetitivo, aunque a los viejos que vivimos del recuerdo no es
permitido y todo se nos perdona, volvió la canción a mi mente nada más me
levanté y vi un reflejo en el espejo.
Así fue, me
vi de reojo en el espejo y me pregunté, mientras la melodía avanzaba, si ese de
ahí era yo, pues en mi recuerdo no era tan viejo, tan arrugado ni tan feo como
me veía. Pensé que así me veían los niños, como un viejo, un abuelo, un
anciano, cada cual escoja el apelativo que quiera.
Y ese
reflejo era yo y nada qué hacer, la realidad, una vez más, mató al recuerdo y
así ha de ser aceptado y así he de aceptarme, ya no hay reversa. Y con el tiempo
seré más viejo, el espejo no puede mentir, así como va y aún a pesar de lo que
diga el cerebro que siempre trata de llevarme la contraria.
Pensamientos
de semana santa!
No sé si estoy aquí como huésped o como preso
—contestó Nicholai con franqueza, y lo dejó estar.
- Como en la vida misma. —El monje dejó
escapar una risilla—. ¿Somos su huésped o su prisionero?
—Supongo que según lo que dicta la vida.
Tomado de Facebook
136096098_2527929210834107_2313693687429011130_o
No hay comentarios.:
Publicar un comentario