viernes, 20 de junio de 2025

MUERTE DIGNA

             Procurando ser previsivo en esta vida, ya que de la otra me es difícil determinar, he firmado un documento en que manifiesto mi deseo de terminar la vida de una forma digna[1], tal como la he vivido hasta el momento.

             En estos días llegó a mi mano una declaración en tal sentido bastante buena, con profundo sentimiento, más que legalista, de filosofía de vida, por lo que me permito transcribirlo para ser compartido para quienes puedan estar de acuerdo con ella y la hagan conocer, porque considero que lo peor que le puede pasar a uno es morir indignamente, con sufrimiento y con la palabra pobrecito en boca ajena. 

AUTORIZACIÓN DE MUERTE DIGNA O EUTANASIA PASIVA, EUTANASIA ACTIVA Y ASUNTOS DE SALUD. A quienes cuiden de mí, ya sean familiares o parte del equipo de salud, solicito el cumplimiento de mi voluntad.

SEGUNDO. MUERTE DIGNA. (Eutanasia pasiva) A mi familia biológica, familia social (personas de mis afectos), a mis médicos, a cualquier institución médica bajo cuyo cuidado yo estuviere, a cualquier persona responsable de mi salud o de mi asistencia en la enfermedad manifiesto: la muerte es un hecho natural como el del nacimiento; en la vida el ser está incluido dentro de los conceptos ético-morales, donde la dignidad es el deber ser de este proceso humano y así se debe entender la muerte, más que cualquier otro momento de la vida, ya que en la mayoría de los casos de trauma o enfermedad el ser humano puede quedar impedido frente a la toma de decisiones relacionados con su muerte. La modernidad nos ha traído el avance tecnológico y especialmente la ciencia médica se vale de él para mantener hasta el último momento la vida, muchas veces desnaturalizando el sentido mismo de la existencia y reduciendo a la persona a un estado de indignidad, por ello prever la toma de decisiones que atañen a nuestra propia existencia es simplemente facultar a otros, quienes en estos momentos pueden servirnos de intérpretes validos para evitar la indignidad, el sufrimiento, la degradación y dar paso a la naturaleza misma de los hechos y así poder encontrar el descanso en la muerte . No temo a la muerte por sí misma, pero sí a las miserias de la enfermedad, de la dependencia y del dolor sin esperanza, de igual manera abusar involuntariamente del amor, paciencia y abnegación de mis familiares y amigos. Por ello y al amparo de la Constitución y las leyes, en caso de no poder manifestarme de forma cociente en los momentos que me encuentre enfermo, solicito que sean observadas las siguientes disposiciones, producto de mi clara y manifiesta voluntad expresada ante notario con plena capacidad legal y en pleno uso de mis facultades mentales: si se presentare una situación en que no subsista esperanza de tratar o curar mi enfermedad, (entre ellas y a manera enunciativa: coma o muerte cerebral, o encontrarme con una enfermedad crónica con intensos sufrimientos) pido que no se utilicen métodos, medicamentos o medidas extremas que tengan por objeto prolongar sin razón o inútilmente mi vida o mantenerla por medios artificiales, lo cual no excluye que se me suministren los cuidados necesarios para aliviar mis sufrimientos, es decir que me auxilien solo con cuidados paliativo.

TERCERO EUTANASIA ACTIVA: Si me llegase a encontrar con una enfermedad terminal y con graves e intensos sufrimientos pido que me ayuden activamente a morir. Estas decisiones las tomo después de una cuidadosa reflexión y como fundamento en el artículo trece (13) de la ley veintitrés (23) de mil novecientos ochenta y uno (1981), normas sobre ética médica y el principio de autonomía de la voluntad que sirve de sustento a la Constitución Política de Colombia y el fallo de la Corte Constitucional sobre eutanasia.

CUARTA. DONACIÓN DE ÓRGANOS. Manifiesto mi voluntad de que al momento de fallecer se haga donación de los órganos que puedan servir para trasplantes y se lleven a cabo oportunamente todas las diligencias para ello.

QUINTA. TRATAMIENTO. UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS. Quiero expresar claramente y sin que quede duda, que se tengan en cuenta estrictamente y al pie de la letra las siguientes indicaciones adicionales:

A. Si por algún motivo (proceso natural de enfermedad o evento accidental agudo) ingreso a una Unidad de Cuidados Intensivos, únicamente permaneceré en ella en la medida que hubiera amplias posibilidades de recuperación de forma que consiga llegar a unas condiciones vitales dignas. Si a pesar de los esfuerzos realizados persisten las precarias condiciones vitales y no recupero el control consciente, deben interrumpirse los procedimientos de tratamiento.

B. Prefiero, en la medida de lo posible, morir en mi casa y solicito que únicamente se permita que mi organismo continúe su curso vital hasta cesar sus funciones, sin soporte extraordinario de ninguna naturaleza lo que incluye alimentación por cualquier vía, excepto analgésicos si llegare a necesitarlos.

C. Si me sobreviene un paro cardiaco o respiratorio, ordeno que no intenten procesos de resucitación.

D. En el evento que los médicos y/o cualquier otro profesional de la salud o persona particular pretenda impedir el cumplimiento de estas disposiciones, les solicito a quienes otorgo poder, ordenar el cumplimiento de las mismas. Igualmente pido a ellas o a cualquier persona que lo desee, que presenten queja para iniciar investigación administrativa y/o disciplinaria, eventualmente otra ante el Tribunal de Ética y si es del caso, tutela o demanda ante el Juez o Tribunal que corresponda para obtener la indemnización de los perjuicios morales causados a las personas allegadas por la negativa a cumplir con estas disposiciones.

SEXTA. EXEQUIAS: Cuando muera deseo que mis exequias se lleven a cabo con la mayor sencillez posible, sin velación. Deseo ser cremada. No es necesario que guarden luto por mí y tampoco que visiten mi tumba, sé que me recordarán. Finalmente, desde ya agradezco que me quisieran y me permitieran quererlos, me dieran felicidad y múltiples satisfacciones y que me auxiliaran y apoyaran en vida.

             No hay más que añadir.

No nos preocupemos hasta que no llegue el momento de preocuparse. Ahora está en manos de Dios.[2]

Tomado de Facebook
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[1] Dice Google y su IA: la "muerte digna" se refiere al derecho de las personas a morir con autonomía, libre de sufrimiento y de acuerdo a sus propios deseos, especialmente cuando enfrentan enfermedades terminales o condiciones irreversibles. Esto implica el acceso a cuidados paliativos, la posibilidad de rechazar tratamientos médicos que prolonguen artificialmente la vida, y en algunos casos, la eutanasia (tanto activa como pasiva). 

[2] Palabras rotas. Karin Slaughter.


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