La memoria es
creativa y selectiva,
borra recuerdos
y otros los falsifica.
M. Kundera.
La identidad.
Vivimos en un mundo de conceptos, entendidos, desde mi simplismo
mental, como las ideas que son humanizadas o idealizadas y que vienen a explicar
cuestiones inmateriales, que pueden ser o no ciertas, probables, posibles y
hasta imposibles.
Qué cosa más inmaterial que dios o el estado? Nada más es mencionarlos
y ya los visualizamos, al uno como ser humano poderoso, al otro como un mapa, una
bandera, un himno.
Y un artículo de prensa sirve
también para ver el lado erróneo del concepto. Se preguntaba en él por qué el polo
norte queda en el norte? Depende (para los chinos en tiempos de antaño, las brújulas
señalaban al sur! "En la cultura china el emperador mira hacia el sur, porque
de ahí es donde viene el viento, por eso es una buena dirección. El norte no es
muy bueno, pero te encuentras en una posición de subordinación hacia el emperador,
así que tienes que mirarlo", explica Brotton (…) No obstante, Brotton advierte
que estos primeros exploradores no se imaginaban el mundo de esa manera. "Cuando
Colón describe el mundo, tenía como referencia el este en el tope". Hay que
recordar que en aquella época "nadie sabía qué estaba haciendo ni hacia dónde
iban", insiste[1].)
Desde nuestro punto de vista
cerrado, hablamos de norte y señalamos allá (imagínese en dónde) y resulta que la
palabra norte quedó asociada, gracias a los primeros que hicieron mapas, a la parte
de arriba y norte es lo superior, lo mejor, lo de arriba, mientras el pobre sur
es el contrario. Una cosa es vivir en el norte y otra, es otra cosa. Y el concepto
no es propiamente acertado, pero como el punto de referencia era Europa y más arriba
de los reyes, solo dios y eso no siempre. Y entonces se hace la pregunta, ahora
que no somos tan provinciales, en dónde queda el polo norte si se ve desde el espacio?
Y si se le ve desde otra galaxia? Y si se le ve desde Plutón? Entonces nuestro concepto
de norte varía notoriamente. El norte puede estar en cualquier lugar, pudiendo
estar estático, todo depende como se vea.
Y entra Mónica a jugar. Preguntaba: Por qué antes ir a Ibagué, por ejemplo,
era un paseo y hoy ya como que no dan ganas de organizar un paseo a Ibagué? Antes
Ibagué era un pueblo y como tal uno iba a pasear a los pueblos. Hoy es una ciudad
y quién va a visitar una ciudad estando en otra ciudad? Antes Bogotá no se consideraba
sitio turístico, pero la noción cambió porque ahora hay una demanda de hoteles que
uno se pregunta y como para qué ir a Bogotá de paseo?
Antes uno pedía un pedazo de salchichón o cien pesos y el vecino
con el dedo gordo y su larga uña, no muy higiénica, marcaba con el extremo de la
uña el pedazo correspondiente. Hoy se habla de porción, ya no se corta con el viejo
cuchillo y naturalmente los cien pesos quedaron devaluados.
Es así como el concepto cambió y con el paso del tiempo va cambiando
a pasos agigantados. Una cosa era un concepto a principios del siglo XX, con la
tradición milenaria y, a medida que se acercaba a los cincuentas, los conceptos
se apresuraron a cambiar y nada qué decir a nosotros que nos tocó luego del sesenta
y del setenta acomodarnos a conceptos inimaginables para esas épocas. Nada más pensar
que jamás se nos ocurrió que íbamos a llegar al año dos mil y si llegábamos qué
susto! Y llegamos y nos tocó cambiar el concepto, en realidad todos, y adecuarnos
a ellos y lo que era imposible en nuestra niñez, hoy posible y ya hoy, para nosotros
que alguna vez fuimos niños, no nos parece que haya imposibles, porque gracias al
cambio de concepto, tenemos la capacidad de imaginar lo inimaginable.
El concepto de dios, con mayúscula o minúscula, como se prefiera,
en los últimos veinte años cambió totalmente hasta el punto en que ese concepto
en su mayoría a la juventud de hoy les es indiferente; para otros, como en viejos
tiempos, sólo un refugio para la desgracia o la tristeza.
Pero también cambiaron otros conceptos fundamentales, al menos
para mí. La decencia, la honorabilidad y busquen los sinónimos que quieran. Antes
vivir con lo ganado honestamente, era ser honrado. Hoy, esa noción es para los pendejos.
Quedé con ellos rezagado, aunque a pesar de algunos, me quedo rezagado, lo prefiero
así, prefiero dormir con tranquilidad a mi manera. Me queda una pregunta que hago
en voz alta para que sea contestada en la intimidad, donde nadie los vea sonrojar
si es que les aplica, qué tan honrado es? Valió la pena? (Aunque ahora hay que reconocer
que muchos pícaros que usando la religión se ocultaron en ella y hoy, siendo pastores,
creen que purgaron de esa manera sus pecados. Ya les llegará la hora cuando no podrán
esconderse con excusas ni disculpas, esos sí se ruborizarán, ojalá les pudiera ver,
pero seguro que son tan descarados que ya ni rubor tienen. Amén!)
Los tiempos cambian y con ellos los conceptos. Todo es relativo
y por eso todo depende de los ojos con que se vean.
A veces, las
apariencias más evidentes son las más engañosas.
Eliette Abécassis. Qumrám
Foto: JHB (D.R.A.)
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