He de confesar que me molestan muchas de las cosas que se
publican en las redes sociales y naturalmente he caído en replicar muchas de
ellas –por ejemplo cuando Petro está involucrado, por el malestar que me empezó
a generar su nombre desde que se metió de alcalde-, siempre tratando de
señalar, sin prueba ni denuncia ante autoridad, la comisión de un delito.
No es que me emberraque, simplemente me emputa, que de buenas
a primeras se empiece a hacer señalamientos sin conocerse la realidad o verdad
de la acusación. Un ejemplo reciente es que en el feis se empezó a tildar al
fiscal general como asesino de Pizano. A simple vista se ve que el mensaje
carece de toda veracidad en cuanto no creo que el fiscal sea asesino, pero el
enjuiciamiento por redes da lugar a que el hecho sí lo cometió.
Naturalmente hice un comentario semejante al dicho y terminé
debiendo. Me gustaría decir en el feis que fulanito mató o robó a alguien que
me cae mal o al que odio, simplemente por venganza o porque quiero causar
polémica. Ese alguien cómo recupera su honra respecto de sus conocidos? A ese
es el punto al que quiero llegar y aclaro que me refiero a que se juega la
honra de un desconocido, sin prueba, sin conocer la realidad, pero se ajusticia
sin piedad, porque en redes sociales vale todo y la mentira prevalece mucho.
Ahí es donde debemos cuidarnos, verificando la información y no ser culiprontos
(he de confesar que en muchos casos he caído pero también con el tiempo he
venido teniendo cuidado en lo que replico). Sinceramente no me gustaría ver mi
honra expuesta injustamente en las redes, ni en ningún otro lado.
Todo escrito de las redes sociales debe leerse con beneficio
de inventario y ante la duda, si no hay forma de corroborarlo por el mismo
internet en páginas que den alguna señal de seriedad, uno debe abstenerse de
jugar con la honra ajena, mientras exista la duda. Cuando no la haya es otro
cuento, pero que lo haya decidido una autoridad, no un cualquier aparecido en
la red. Sólo así podemos depurar el contenido de la información y podremos llegar
a confiar en lo que realmente es cierto. Y si quien lo publica tiene pruebas,
pues denúncielo ante la autoridad no ante las redes que está conformada por un
grupo de irresponsables culiprontos.
He dicho!
La semana pasada la defensa de Carlos Mattos dejó que
se le vieran las orejas al burro. En entrevista con La FM, la abogada Mildred Hartmann
aseguró que su cliente era víctima de una persecución por haber cometido un “delito
cotidiano” que no reviste gravedad.
Primero vale la pena aclarar que no existe la tal clasificación
de “delito cotidiano” y si existiera eso no lo hace menos grave. En la conversación,
la doctora Hartmann también comparó la presunta acción de su cliente con la de sobornar
un policía. En medio de la entrevista aseguró: “¿Quién no le ha dado plata a un
policía?”. Pues yo no y tampoco millones de colombianos más, que sabemos que eso
también es un delito. (1)
Tomado de Google. memegenerator.es
(1) Luis Carlos Vélez. Mattos y los delitos
cotidianos. https://www.elespectador.com/opinion/mattos-y-los-delitos-cotidianos-columna-816650
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