lunes, 3 de diciembre de 2018

PAPA FRANCISCO PROPONE MODIFICAR UNA PARTE DEL PADRE NUESTRO


La noticia la encontré al leer el periódico(1) y me emocioné al ver que el Papa de pronto había leído mis pensamientos. Pero como todo en las noticias, la noticia no era tan cierta como pensé. Tenía entendido que el padrenuestro en cualquier idioma era lo mismo, pero no, al parecer las variaciones se surten de pueblo a pueblo. Lo que el Papa buscaba era modificar el padrenuestro en italiano, al parecer corrigiendo un sentido a las frases de caer en la tentación(2).

Y naturalmente caí en la tentación de presentar mi protesta más sentida, ya que siempre he pensado que una parte debe ser totalmente eliminada y es aquella que dice “como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.

            Ese pedacito para mi gusto debe ser eliminado. La frase genera una dicotomía que hace de la oración –en sentido literal y religioso- inútil. Perdóname como yo perdono al que me ofende. Por una parte es mentira, porque yo no perdono al que me ofende, lo ofendo más, me mancillo con la piedra que me generó y hasta puede que lo maldiga. Y si le pido a ese Dios que me perdone como yo perdono, se está condicionando el perdón a una aparente verdad que realmente es mentira pues solo obtengo perdón si perdono. Ya sé que es una oración de mera repetidera que pierde sentido al ser repetida en automático. Pero insisto, sólo se obtiene el perdón divino si se perdona al ofensor humano y los humanos no estamos diseñados para perdonar cuando nos ofenden y más cuando esa ofensa, además de agresiva, es sin causa, sin motivo y es la que le genera a uno más piedra y ese ofensor, ahí sí, no tiene perdón de Dios.

            Más coherente es eliminarla y así queda como una solicitud a ese Dios para que sea benevolente y perdone las ofensas en que ese pecador, de nacimiento y persistencia, ha incurrido, así sin que exista condicionalidad alguna. Si se me permite la alusión, sin eufemismo naturalmente, es tanto como decir perdóname como yo perdono a ese hijueputa que me ofendió!

            Siempre que he oído el padrenuestro en las raras, por no decir escasas veces que voy a misa, -debido a compromiso ineludible- aunque advierto que me encanta entrar a las iglesias a fotografiarlas por dentro, miro a la gente con los brazos extendidos, como se suele hacer en los tiempos modernos, y me pregunto si esa gente no ha caído en la nota que para obtener esa absolución debió iniciarla con el alma pura, habiendo perdonado a aquél que se le atravesó, al que lo insultó sin razón, al que le robó sin motivo, al uribista o petrista fanático que le grita porque se sienten autorizados para hacerlo, al que a diario se entromete en vida ajena y le saca a uno la piedra? Y si me oyera algún cura decir lo que estoy diciendo, seguro le sacaría la piedra, le ofendería en lo más íntimo de su alma, aunque para su sanidad mental lo mejor que podría decir, perdónalo porque no sabe lo que dice y así zanjearía el asunto para su tranquilidad mental. (Si alguno me leyera, tranquilo que siempre que toco temas religiosos termino sacándole la piedra a ese contertulio, por lo tanto no soy motivo de perdón ni de ofensa).

            Pero como la iglesia no me para bolas, tanto como yo la mantengo alejadita, si no es para fotografiarla, quería solo expresarme sobre un punto que me parecía contradictorio (sin que quiera decir que es la única contradicción que he encontrado en ella). Un nuevo motivo de excomunión, pero afortunadamente como soy invisible para el estado, de igual manera lo soy para la iglesia. Amén.

Como es natural, no le dije nada importante en la confesión y, en cambio, inventé algunos pecados veniales para que él me los reparara con la absolución.(3)

Foto: JHB (D.R.A.)



(1) https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/papa-francisco-propone-modificar-una-parte-del-padre-nuestro-articulo-824038
(2) El padrenuestro actual en italiano incluye una frase que dice "non ci indurre in tentazione", que en español podría traducirse como "no nos induzcas a la tentación", y ahora será cambiada por "non abbandonarci alla tentazione", "no nos abandones a la tentación" en español.
(3) Gary Jennings, Robert Gleason y Junius Podrug. Sangre azteca.

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