El ingenio
humano parece que no tiene límites. Y no me refiero a los grandes pensadores o
científicos sino a la gente como uno. Y hoy es más notorio en la medida en que
la información fluye a la velocidad de la luz, particularmente a través de los
llamados memes.
No demora
en ocurrir una noticia cuando ya sale un meme, demeritando, burlándose del
personaje, haciendo graciosa la situación, menospreciándola o despreciándola,
criticándola, aunque por lo general, haciendo un apunte, oportuno y jocoso, que
se difunde en cuestión de segundos. En la misma medida, al desaparecer la
noticia, desaparece el meme y se convierte en olvido, cambiado por una noticia
de más actualidad.
En cada
país se tiene su personaje preciso, por bruto, por ignorante –a pesar de
ostentar una alta posición, a la que creo que no se llega por esa misma
condición-. Y las preferidas están cuando se trata de altas figuras a las que
se les deja por los suelos. Pero resultan tan acertados los comentarios que le originan,
particularmente los que contienen sarcasmo, que todo el mundo saca su tajada
bien comentándolos, elaborándolos o compartiéndolos.
Tenemos una
alta capacidad de burla, producto de ese ingenio tan innato, pareciera. Y lo
mejor es que tales memes nacen de la gente común, de cualquier persona que
termina en el anonimato, por lo general.
Ese ingenio
es el que nos hace más divertida esta vida.
…
tengo dentro de mí un sistema de seguridad contra la vergüenza que funciona muy
bien y me impide abrirme demasiado ante la gente, manifestar mis sentimientos
delante de los demás…(1)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario