Hay situaciones que resultan más que vergonzosas,
vergonzantes (1),
como cuando a uno lo cogen con las manos en la masa y por más explicación exculpatoria
que trate de dar, lo que uno hace es
ahondar más el problema.
Pero la que más rubor, piedra, vergüenza y
desesperación es entrar a baño ajeno y que esté tapado –o lo haya tapado uno, o
por ser el que rebosó la copa o el inodoro, si se prefiere-. Y no me refiero a
que al descargar la cisterna, después de orinar, el agua reverbere cual
manantial sin control alguno. Esa es llevadera. La vergonzante es luego de que
uno hace sus necesidades (dígalo claro
-oigo decir-: después de una cagada, sin
eufemismo!), el agua rebosa, el bollo flota sin deseos de irse y uno está
de visita. Y para colmo es un inodoro de los que suministra agua en cuentagotas.
No, no, nooo, piensa uno, no se vaya a salir el agua y la deposición al piso, por favor… Pues
de ocurrir, la vergüenza ya no tiene límite. Y ahora qué hago? Pero digamos, como me pasó, que afortunadamente
el agua no se salió de la taza. Y ahora?
El agua de la cisterna a cuentagotas, lo que hace la espera más eterna. Y
habiendo bajado el agua, el bollo continúa en posición de flote. Volver a
intentarlo, rogando que el agua no se reboce de la taza y la misma angustia se
antepone. Mirar si hay chupa para desatorar la tubería y si la hay, hacerle con
cuidado, pues al estar lleno de repositorio puede terminar salpicando el baño.
Y luego, esperar a que esté llena la cisterna, para bombear nuevamente hasta
que lo que flote se vaya al desagüe totalmente y ahí sí, respirar profundo,
limpiar lo que hay que limpiar y dejar las cosas como si nunca se hubiera
entrado a ese incómodo baño. Salir con cara de yonofuí y hacerse el pendejo,
aunque alguien, entre ellos el dueño, pudo haber oído las tantas veces que se
vació la cisterna sin explicación, desde el que está afuera. En mi caso, estaba
en casa de un hermano y la cosa era de más confianza. No le dije que el baño
estaba tapado, no por vergüenza ni por hacerme el pendejo, sino porque
simplemente se me olvidó comentarlo por entrar en otra conversación que terminó
desviando mi atención y la situación vergonzante pasó al plano de olvido, como
acontece a nosotros los viejos. (Si me llega a leer que recuerde que el baño de
visitantes puede tener problemas de atoros, para que le haga revisión y otro no
pase por la misma situación).
Esas no son cosas para
contar, diría mi mamá,
pero son situaciones cotidianas que ahora en la distancia me causan risa, por la
situación en sí misma, aunque he de confesar, no me preocupó lo que se pensaran,
otra de las ventajas de ser viejo, aunque sí pensé en su momento: mire este mierdero que me tocó (literal
y alegóricamente).
Son cosas que pasan y que al contarlas me hacen
sonreír. Qué cagada!
No os preocupéis por el día de mañana,
el día de mañana habrá de preocuparse de sus asuntos. Bastante tiene el día de
hoy con sus padecimientos.(2)
Óleo sobre papel, espátula. JHB (D.R.A.) |
[1] [persona] Que
procede de modo encubierto o disimulado por vergüenza. https://www.google.com/search?q=vergonzante&oq=vergonzante&aqs=chrome..69i57.1506j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8
[2] Milan Kundera. La broma. Citando a Mateo 6:25.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario