En la mayoría de casos, al menos en
la mayoría de las veces en que tuve que enfrentarme a una entrevista laboral,
terminaba con la sensación de no saber si mis respuestas habían sido estúpidas,
demasiado concretas y si me había vendido bien.
Sin olvidar el primer filtro que se
da al enviar una hoja de vida. La foto, esa primera impresión puede determinar
que se vaya directo a la caneca, por eso nunca le puse foto, a pesar de las
exigencias que así lo requerían. Uno feo y sin plata cómo va a quedar bien en
una foto y menos en esas tomadas a última hora, de afán. Y peor cuando uno
estaba recién egresado, sin malicia sobre el mundo laboral y la inexperiencia que
brotaba por todos lados, eran angustiosas esas entrevistas.
Siempre odié las entrevistas porque
me llevaban a ser mentiroso, a sentirme un fraude al pretender decir lo que el
entrevistador quería oír, mas no lo que realmente deseaba decir.
Entre esas preguntas, que siempre he
considerado vergonzantes por no decir estúpidas, así los que saben crean que
tienen un trasfondo, están las siguientes:
Por qué
deberíamos contratarte a ti y no a los otros aspirantes?
Por qué duraste tan poco tiempo –o tanto tiempo- en el
anterior empleo?
Cuál es tu mayor defecto?
Cuáles son tus aspiraciones laborales?
Por qué estás buscando trabajo?
Háblame de ti.
Háblame de algún error que hayas cometido en un trabajo
anterior?
Particularmente me daban
piedra preguntas que aún considero estúpidas, como el háblame de ti. Otras que resultaban
hipócritas en sus respuestas, como cuál es tu
mayor defecto. Ni por el berraco se lo voy a decir! Pensaba. Por qué estás buscando trabajo? Me hubiera
gustado decir que para no morirme de hambre. Errores? Ni uno, que me acuerde, podía recitar. Y sobre
aspiraciones laborales, si ya saben cuánto es el sueldo, qué importa lo que uno
diga, si uno siempre pretende merecerse toda la plata del mundo.
Hoy, ya
tarde, me encontré en alguna red social las respuestas que hipócritamente
quieren oírse, o tips que llaman ahora. A la pregunta de háblame de ti,
recomiendan: No le interesa tu
vida personal, si tienes dos hijos, si estás divorciado o si amas a los
animales, concéntrate en hablar de tu ‘yo profesional’.
Y tu mayor defecto? No caigas en las respuestas cliché: ‘soy muy
perfeccionista’, ‘soy demasiado responsable’, ‘me estreso si algo no sale
bien’. No te ayudan y mucha gente responde eso. (En el caso de un
informático) … puedes decir que tu
debilidad es la comunicación en público; es decir, sería bueno que aprendieras
a soltarte cuando hablas ante una concurrencia, pero tu trabajo será programar,
no organizar eventos. De esta forma serás honesto, pero no pondrás en riesgo el
puesto. Honesto? Pero bueno.
Tan honesto como este consejo que
dan a la pregunta de aspiraciones salariales: Si es la primera entrevista, no te conviene ponerte precio todavía.
Puedes hacer tiempo con respuestas como “busco un salario competitivo pero no es
lo único que me interesa, me gustaría saber más sobre las funciones y retos del
puesto” o “me parece que necesito más detalles sobre el puesto para saber cuál
sería el sueldo adecuado”.
Por qué
deberíamos contratarte? La respuesta hipócrita está en las siguientes frases: Deja la inseguridad a un lado y véndete.
Este es el momento de hablar bien de ti mismo, destaca tus competencias, cualidades y experiencia.
Ejemplo: “La experiencia que he adquirido en X área me permite contar con las
habilidades necesarias para alcanzar y superar sus expectativas del puesto”.
También te ayudará hablar sobre la empresa, por ejemplo: “sé que la empresa
busca posicionarse en el mercado, y me interesa ser parte del equipo que se
encargue de cumplir ese objetivo”. Muestra tu pasión y habla de cómo trabajarás
para alcanzar las metas clave de la empresa. En otras palabras, véndete a
través de la hipocresía.
Y finalmente está el ya te llamaremos. Que en la mayoría de
casos es la palabra amable para decirle a uno que se olvide del trabajo y que
siga buscando. O una excusa que me dieron, que según mi hoja de vida estaba
sobrevalorado para el puesto al que me presenté y por eso no me contrataban.
Y por último, la pregunta fatal: en dónde te ves dentro de diez años? Sin
comentario adicional conociendo mi mala leche.
Ya hoy, las nuevas
generaciones pueden consultar en línea toda la hipocresía y manejo de la
mentira para acceder a una entrevista laboral. En mis tiempos tocaba improvisar
y echarse la bendición y mentirse a uno mismo con aquellas frases tan
consoladoras para esta pobre humanidad, agobiada y doliente: si una puerta se cierra…, o no hay mal que por bien no venga, o lo que es de uno… Frases que uno
necesita oír para poder sobrevivir en este mundo.
Conclusión, logré desahogar un
enquiste de mi pasado, hoy lejano, afortunadamente.
Como solía decir mi
madre, antes o después todos tenemos que desprendernos del pasado.(1)
Tomado de Facebook. 68836502_651281202034112_2026764392325971968_n |
(1) Dan
Brown. La conspiración.
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