viernes, 7 de febrero de 2020

REFLEXIONES SOBRE LAS ENTREVISTAS LABORALES



            En la mayoría de casos, al menos en la mayoría de las veces en que tuve que enfrentarme a una entrevista laboral, terminaba con la sensación de no saber si mis respuestas habían sido estúpidas, demasiado concretas y si me había vendido bien.

            Sin olvidar el primer filtro que se da al enviar una hoja de vida. La foto, esa primera impresión puede determinar que se vaya directo a la caneca, por eso nunca le puse foto, a pesar de las exigencias que así lo requerían. Uno feo y sin plata cómo va a quedar bien en una foto y menos en esas tomadas a última hora, de afán. Y peor cuando uno estaba recién egresado, sin malicia sobre el mundo laboral y la inexperiencia que brotaba por todos lados, eran angustiosas esas entrevistas.

            Siempre odié las entrevistas porque me llevaban a ser mentiroso, a sentirme un fraude al pretender decir lo que el entrevistador quería oír, mas no lo que realmente deseaba decir.

            Entre esas preguntas, que siempre he considerado vergonzantes por no decir estúpidas, así los que saben crean que tienen un trasfondo, están las siguientes:

            Por qué deberíamos contratarte a ti y no a los otros aspirantes?
            Por qué duraste tan poco tiempo –o tanto tiempo- en el anterior empleo?
            Cuál es tu mayor defecto?
            Cuáles son tus aspiraciones laborales?
            Por qué estás buscando trabajo?
            Háblame de ti.
            Háblame de algún error que hayas cometido en un trabajo anterior?

            Particularmente me daban piedra preguntas que aún considero estúpidas, como el háblame de ti. Otras que resultaban hipócritas en sus respuestas, como cuál es tu mayor defecto. Ni por el berraco se lo voy a decir! Pensaba. Por qué estás buscando trabajo? Me hubiera gustado decir que para no morirme de hambre. Errores? Ni uno, que me acuerde, podía recitar. Y sobre aspiraciones laborales, si ya saben cuánto es el sueldo, qué importa lo que uno diga, si uno siempre pretende merecerse toda la plata del mundo.

            Hoy, ya tarde, me encontré en alguna red social las respuestas que hipócritamente quieren oírse, o tips que llaman ahora. A la pregunta de háblame de ti, recomiendan: No le interesa tu vida personal, si tienes dos hijos, si estás divorciado o si amas a los animales, concéntrate en hablar de tu ‘yo profesional’.

            Y tu mayor defecto? No caigas en las respuestas cliché: ‘soy muy perfeccionista’, ‘soy demasiado responsable’, ‘me estreso si algo no sale bien’. No te ayudan y mucha gente responde eso.  (En el caso de un informático) … puedes decir que tu debilidad es la comunicación en público; es decir, sería bueno que aprendieras a soltarte cuando hablas ante una concurrencia, pero tu trabajo será programar, no organizar eventos. De esta forma serás honesto, pero no pondrás en riesgo el puesto. Honesto? Pero bueno.

            Tan honesto como este consejo que dan a la pregunta de aspiraciones salariales: Si es la primera entrevista, no te conviene ponerte precio todavía. Puedes hacer tiempo con respuestas como “busco un salario competitivo pero no es lo único que me interesa, me gustaría saber más sobre las funciones y retos del puesto” o “me parece que necesito más detalles sobre el puesto para saber cuál sería el sueldo adecuado”.

            Por qué deberíamos contratarte? La respuesta hipócrita está en las siguientes frases: Deja la inseguridad a un lado y véndete. Este es el momento de hablar bien de ti mismo, destaca tus competencias, cualidades y experiencia. Ejemplo: “La experiencia que he adquirido en X área me permite contar con las habilidades necesarias para alcanzar y superar sus expectativas del puesto”. También te ayudará hablar sobre la empresa, por ejemplo: “sé que la empresa busca posicionarse en el mercado, y me interesa ser parte del equipo que se encargue de cumplir ese objetivo”. Muestra tu pasión y habla de cómo trabajarás para alcanzar las metas clave de la empresa. En otras palabras, véndete a través de la hipocresía.

            Y finalmente está el ya te llamaremos. Que en la mayoría de casos es la palabra amable para decirle a uno que se olvide del trabajo y que siga buscando. O una excusa que me dieron, que según mi hoja de vida estaba sobrevalorado para el puesto al que me presenté y por eso no me contrataban.

            Y por último, la pregunta fatal: en dónde te ves dentro de diez años? Sin comentario adicional conociendo mi mala leche.

            Ya hoy, las nuevas generaciones pueden consultar en línea toda la hipocresía y manejo de la mentira para acceder a una entrevista laboral. En mis tiempos tocaba improvisar y echarse la bendición y mentirse a uno mismo con aquellas frases tan consoladoras para esta pobre humanidad, agobiada y doliente: si una puerta se cierra…, o no hay mal que por bien no venga, o lo que es de uno… Frases que uno necesita oír para poder sobrevivir en este mundo.

            Conclusión, logré desahogar un enquiste de mi pasado, hoy lejano, afortunadamente.

Como solía decir mi madre, antes o después todos tenemos que desprendernos del pasado.(1)

Tomado de Facebook.
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(1)  Dan Brown. La conspiración.

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