Con curiosidad he visto que los mensajes del facebook han venido decayendo, ya no se observa la cantidad de mensajes que llegaban cada día, han ido aminorando y volviéndose repetitivos, lo que no acontecía mucho antes, en que no daba tiempo para leer todas las barbaridades que nos hacían reír o llorar.
Pareciera que la inactividad a la
que hemos estado sometidos ha hecho que se produzca un decaimiento en la
lectura de redes sociales o es que, por ser lo mismo una y otra vez, el
aburrimiento nos está alejando de ellas; ojalá así fuera, porque mucha red
sociales atosiga.
O será al sentir que el gobierno
está espiándonos en redes sociales, como la famosa lista de tuiteros a la que
este gobierno está siguiendo, para sus estadísticas,
según el eufemismo utilizado.
Por ello copio el sentir ajeno que decía(1): Debería sentirme aliviado por no haber aparecido en la lista de tuiteros que mandó a analizar el Gobierno, pero la verdad es que estoy tremendamente ofendido. Es que una de las gracias de estar en Twitter es sentirse importante más allá de que en realidad seamos un cero a la izquierda. En la vida análoga no te hace caso ni tu mascota, pero en la red social llegas a tener un puñado de seguidores igual de irrelevantes a ti y ya te sientes alguien. Yo estoy dentro de ese grupo de don nadies con ínfulas; digo cualquier estupidez y me llenan de likes y retuits, mientras que en la vida real no me dan bola; llego a almorzar a casa de mi madre y me preguntan quién soy. Si no lo perfilan a uno después de diez años de estar tuiteando sobre lo que sea, con tal de sonar, diciendo cosas más por agradar a la gente y ganar seguidores que por convicción propia, ¿qué sentido tiene estar allí?(2)
Igualmente digo, qué sentido tiene estar en las redes si conmigo somos un montón de irrelevantes que lo hacen sentir a uno como si fuera alguien!
Olaf (sobre lo que rodillas fueron) repite
casi sin cesar «hay cierta mierda que no voy a tragar»(3)
[1] No saben quién soy yo Adolfo Zableh
Durán
[2] https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/adolfo-zableh-duran/columna-de-adolfo-zableh-duran-sobre-la-lista-de-tuiteros-del-gobierno-534630
[3] E.E. CUMMINGS, «yo canto a Olaf alegre
y corpulento». Citado por Philip Roth. Indignación.
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