viernes, 4 de septiembre de 2020

TODO IGUAL

             Pasan los días, hasta las semanas y meses y todo sigue igual, habiendo cambiado a la brava las costumbres que teníamos. Cambiamos una rutina normal por una de pandemia, que nos incomodó al principio. Pero ya tantos meses pasados, se apoltronó la nueva rutina, de careta y mascarilla, de encierro y hasta desolación.

 

            La rutina de ahora incluyó la pérdida de interés, de vestirse, de arreglarse, de salir a un paseo. Pareciera que se hubiera dicho que con mascarilla y careta, ya nadie nos reconocía, para qué arreglarse? Ya es dejadez, un pantalón aguanta postura toda la semana y hasta la siguiente, si se quiere, aunque en mi caso, Mónica se encarga de revisar cada día qué va a la lavadora, no ha perdido su rutina de siempre, impide que yo caiga en la dejadez, pues de lo contrario… sería otro cantar.

 

            Rutina de estar pegado a un celular, a un computador, a un televisor. Estar lavándonos las manos a cada instante, echándonos el gel antibacterial con tanta constancia que ya se volvió también rutinario, ya casi somos seres asépticos. Oftalmólogos y dermatólogos ya tendrán con el tiempo bastante trabajo que hacer.

 

            Al haber cambiado todo, ahora ya nada cambia. El día es semejante al anterior y será igual al siguiente, encadenados a una rutina de pandemia que lleva a mandar todo al carajo o vivir con el temor de contagio.

 

            Ya no hay aventuras, de ninguna especie, porque hasta las redes sociales cansan y se termina en una interminable pasadera de mensajes que no son leídos, no son entendidos y son ya perezosos, repetición de repetidera.

 

            Ya no hay salidas, sino las necesarias. Ya no hay ilusiones para ello, porque no se sabe cuándo será el final, pareciera que no va a tenerlo, por lo que la rutina se instala dejando que las vanas ilusiones se vayan con la esperanza de que algún día se pueda volver a la rutina de la anterior normalidad.

 

            Pero ahora son los sueños, aquellos que se tienen mientras se duerme, los que nos dan aventura, esa aventura al parecer perdida. Son los que reconfortan con historias disímiles e inverosímiles, pero los únicos que nos sacan ahora de la rutina diaria y nos llevan al mundo… de los sueños. Entonces me digo, no hay como una buena siesta para viajar al mundo de los sueños, eso me desliga de esta realidad actual y me lleva a aventuras inimaginables, imprevistas, imprevisibles, espontáneas y hasta de dudosa reputación, pero sueños son.

 

Y al final, la vida sigue igual…(1)

 

            Mueren ya… las ilusiones del ayer…(2)

Tomado de Facebook.
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[1] Julio Iglesias. La vida sigue igual. https://www.youtube.com/watch?v=ULT_k5lvClY

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