lunes, 15 de septiembre de 2025

ECOLOGISMO DISFRAZADO

             Estando de viaje me encontré en España con que las botellas de gaseosa venían con la tapa adherida a ella, lo que para un ignorante como uno, al abrirlas e intentar tomar directamente de ellas terminaba con la tapa pegada en el ojo o en el mejor caso contra la nariz o el pómulo. Curiosa situación, me dije. Pero la curiosidad natural en mí me hizo preguntarme por esa situación tan curiosa y sin clara explicación. Eso me llevó a que el doctor Google me respondiera: Las botellas en Europa tienen la tapa adherida como una medida para reducir la contaminación por plásticos de un solo uso, impulsada por una directiva de la Unión Europea (UE). Este cambio, obligatorio desde 2024, asegura que las tapas se reciclen junto con la botella al permanecer unidas, evitando que se pierdan en el medio ambiente y contaminen, especialmente las playas. Vea pues, me dije. O sea que tapa y botella juntas no contaminan, solo lo hacen cuando se separan, pero vea pues, cómo los europeos son tan inteligentes que hasta legislan por cuenta de una tapa y una botella. Pero supongo que el trasfondo no es ecologista porque no hay político que no dé prenda sin dedal. El favor a algún fabricante que se las ingenió con el negocio, piensa mi malpensante pensamiento.



             En el mismo viaje en un hotel me encontré con un aviso en el baño que decía que si dejaba la toalla colgada quería decir que no era necesario cambiarla, porque ahorra agua, cada gota cuenta. En una bolsa que había en el baño estaba etiquetada de la siguiente manera: Usa las toallas si solo las necesitas. Ayúdanos a reducir la huella hídrica, la de carbono y el uso de productos químicos. Si mal no recuerdo en el ascensor, ya de salida, vi un aviso que decía que si uno avisaba que no arreglaran el cuarto, tenía derecho a un desayuno, pues así se ayudaba al medio ambiente o algo parecido, si mi memoria no me falla.

             La ecología, he de confesarlo, ya me está cansando, se sobrepasan llegando al fanatismo y otros acude al expediente de la culpa, hacernos sentir culpables para ellos por su parte hacer ahorros, no porque estén muy interesados en la ecología sino en que obtienen mayores beneficios con menores costos, a costa de uno. 

            En fin, lo que hay que ver.

                … Frank lle llenaba la cabeza a Jared de mentiras. De unas mentiras que Jared se tragaría, porque lo peor de las mentiras es que la gente se las cree cuando se parecen a la verdad.[1]




[1] Palabras rotas. Karin Slaughter.




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Para ser incluido en entregas personalizadas pueden solicitarse en: jhernandezbayona@gmail.com