La envidia, Vásquez, no es más que la
convicción de que otro tiene el lugar que a mí me pertenece.(1)
Me
dedicaré al arte de la crítica. Pero lo primero que debo hacer es referirme a
la crítica, al menos como la entiendo. La crítica es una, buena o mala, es
crítica. Pensando que debo empezar por el principio, debía definirla, por lo
que me fui a la Real Academia que dice: Examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se
expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc.
y entre los sinónimos aparece además murmuración
y censura, que vienen a ser como
malquerientes.
Me quedé pensando e hice un desvío y al ver que no quedaba
complacido con la definición de la Real Academia, me fui a los sinónimos de la
tecnología, el office y me dijo: Sátira, Diatriba, Invectiva, Ataque,
Maldición, Burla, detracción, ironía.
Creo
que quedé más conforme con la definición a través de la sinonimia que con el
discurso de la real academia, al menos por lo que comúnmente se entiende hoy.
Entre risa y piedra viene a mi mente la imagen de dos mujeres, diciéndole la
una a la otra: Mira, no es por nada, pero
lo que te voy a decir te lo digo con el alma y entiéndelo como una crítica
constructiva... y va y le suelta una frase semejante a que el prendedor que tiene ya está muy pasado de
moda; no hay cosa que más ofenda a una mujer que le digan algo así o que tu pelo o que el color del esmalte o que no le combina la cara y cosas así.
El
decir que te voy a hacer una crítica
constructiva ya uno sabe para dónde va el crítico; va por el camino de la
sátira, del ataque, de la burla, de la ironía. Y no se diga nada si la crítica
va por el camino de la murmuración, es decir, cuando el criticado no está de
cuerpo presente, que Dios le libre del chisme que se va a iniciar porque ese va
con todo y diatriba e invectiva (naturalmente me tocó consultar los terminachos
que suenan bonitos y dice la Academia, del primero: Discurso o escrito violento e injurioso
contra alguien o algo, y del segundo: Discurso
o escrito acre y violento contra alguien o algo. Parece que la diferencia
entre uno y otro es el sabor que le queda a uno, bien acre o bien injurioso;
siendo así, sin más comentarios, para qué más?).
Todo ésto me hace sentir que ahora el idioma se maneja más con
sinónimos que con la precisión que requeriría. Pero bueno, no critiquemos, que
en ésto ando. Decía al principio que para mí sólo hay una crítica, constructiva
o destructiva, como ahora se denominan las subclases, aunque siempre es una y
si se está criticando a una persona o de alguna persona, no es que sea muy
constructiva que digamos. Creo que si existiera la crítica constructiva, no
sería crítica, sería un consejo. Cuando uno está criticando, simplemente está
criticando y al criticado normalmente no le va muy bien, no le va nada bien,
porque de la crítica al chisme no hay sino un paso. Y no sabe lo que me pasó por criticón? -se oye resongar después.
De tanta paja se me olvidó el motivo de esta conversa. No recuerdo
qué era lo que iba a criticar y creo que el problema es cuestión de edad y de
mente... Pareciera que la edad lleva al olvido, cosa que ya me está pasando
frecuentemente. Ahora no quedaré tranquilo hasta que pueda recordar a qué venía
este cuento. Esa sensación de saber algo pero no recordar es bastante
frustrante y aunque uno quiera alejarla del pensamiento, queda tan incrustada
que uno no queda tranquilo hasta que se dispara el recordatorio y lo peor de
todo es que cuando se dispara es medianoche, no está el interlocutor o uno ya
no se acuerda de para qué tenía que acordarse. Murphy, simplemente.(2)
Ahora retomo, porque me encuentro en un momento de aburrimiento,
de esos aburrimientos en que uno no quiere hacer nada, así tenga algo que
hacer; en donde la modorra y el sueño colaboran para impedir la concentración
en cualquier cosa y en donde es preferible que lo vean a uno tan trabajoso en
el computador para que le dejen en paz y no se den cuenta ni del sueño ni de la
modorra ni del aburrimiento.
Hay
días en que todo se aúna para impedir que la vida transcurra al menos con
alguna ocupación. Hay días que se hacen aburridores en medio del aburrimiento,
días en que uno no se halla, días en que la malparidés cósmica se alborota. Hoy
es un día de esos, en donde hasta las ideas y los pensamientos se aburren de su
propietario y la distracción brinca de aquí para allá, porque la concentración
se aburre de ella misma y está atenta a cualquier distractor. Los deseos se
frenan y hasta resulta inútil esforzar el cerebro tratando de hilvanar
pensamientos consecuentes o ideas que permitan fluir adecuadamente; si fuera
posible, ya no habría aburrimiento, habría sido desalojado por el
desaburrimiento.
La
hiperactividad de los ojos, la constancia del bostezo y la quisquillosidad de
los oídos son enemigas de la concentración. Don’t
speak, se oye levemente como música que cadenciosamente inicia su lento
recorrer. Con esa modorra con que comienza la canción, Madonna hace que se
presente un sobresalto cuando grita su don’t
speak y con susurros y sobresaltos la música lo lleva a uno a... a qué le
llevará a uno? Incoherencias propias del aburrimiento.
No
hables!
Los vicios son buenos para los ricos, y quien los quiera que se
enriquezca primero.(3)
n_athletic_club_de_bilbao_joma_de_todo_un_poco-6955076.jpeg
(1) Juan Gabriel
Vásquez. La forma de las ruinas.
(2) Han pasado muchas semanas desde que inicié
este escrito, que aparece como grabado originalmente el 12 de diciembre del año
pasado y naturalmente olvidé que tenía que tratar de recordar el motivo del
escrito, no me trasnochó y para ser sincero, me importó un carajo. (Fue escrito
el 17 de febrero de 2006, es decir hace muchos años).
(3) Saramago. Claraboya.