No pases por el oasis sin darle un sorbo.(1)
A dónde me llevan los pasos? Por qué
siempre he de caminar en automático? Aunque a pesar de saber para dónde voy
-voluntad dictaminada por el cerebro- por qué no dejo que sean los pasos
quienes tomen las decisiones, de vez en cuando?
Dejar que sean ellos, según su
propia voluntad, si así se pudiera concebir, los que determinaran su caminar,
su dirección, su destino y yo, sin mi voluntad sometido al querer de los pies,
me dejara llevar. Tal vez así podría darme cuenta de que sigo mi destino, si
así se pudiera llamar.
A dónde me llevarían mis pies si
dejara que ellos fueran los que decidieran? Irían hasta el cansancio, para
recordarme que nunca me acuerdo de ellos, que los dejo abandonados como los
zapatos cuando los dejo por ahí hasta la siguiente oportunidad en que me
acuerde y los calce sin recordar que debo hacerles un mantenimiento?
El paso requiere compañía, compañía
de unos pies, de unos zapatos, aunque no requieran de mí. Y los pasos me siguen
aún en sueños, así vuele en ellos, siempre están presentes.
Y pensando en el futuro, debo pensar
en los pasos, porque ellos Me guiarán hacia ese destino impredecible, aunque
nunca recuerdo que es gracias a mis pies que llego a donde he de llegar. Un
total abandono son mis pies.
Y si pudieran decidir, a dónde me
llevarían mis pies? Qué pasos me harían tomar?
En cuanto a nuestra relación personal, seguía presidida por la
monotonía. Parecía que éramos un viejo matrimonio atado por la costumbre. Pero
no me quejaba, la costumbre puede resultar muy confortable.(2)
Foto JHB (D.R.A.)
(1) Película
un método peligroso. Palabras de Otto Grass a Jung. (Otto Gross (1877-1920) fue un psiquiatra, psicoanalista y anarquista austríaco.
Fue uno de los primeros discípulos de Sigmund Freud.
Más tarde se hizo anarquista y se unió a la comunidad utópica de Ascona. Wikipedia.)
(2) Julia Navarro. Historia de un canalla
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