lunes, 25 de junio de 2018

SILENCIO



En la vida hay más misterios que respuestas.(1)

El silencio puede resultar más ruidoso que la oscuridad misma.

Y en medio de una soledad, es el silencio el mejor compañero.

A veces, ese silencio hace ruido para espantar a la soledad impertinente, a la soledad del silencio mismo.

Aunque suene contradictorio, el silencio pleno no existe como no lo existe el tener la mente en blanco, porque siempre, aún en el silencio, la mente puede gritar, exacerbar, importunar y desacreditar.

Es entonces la mente la demente, la que importuna al silencio, la que no le deja en paz.

Y hay silencios de silencios. El silencio silencioso, el licencioso, el odioso. El que añora, el que recuerda, el que desea. 

A propósito, poética me resultó la definición de Wikipedia: El silencio es la ausencia total del sonido. También significa abstención de hablar, en el ámbito de la comunicación humana. Y, sin embargo, que no haya sonido alguno no siempre quiere decir que no haya comunicación. El silencio ayuda en pausas reflexivas que sirven para tener más claridad de los actos. El silencio es igual de importante que el sonido, porque sin sonido no se podrían hacer silencios.(2) 

Pero olvidó también aquellos silencios indiscretos, los comprometedores, los incómodos, los indecisos, los odiosos y aquellos en que es mejor no hablar, porque no hay nada qué decir, nada qué añadir, todo queda dicho, por el mismo silencio presente.

Silencios de silencios, silencio en el silencio, de tanto repetir la palabra, queda sinsentido, como algo no consentido y muchas veces desagradecido, por desconfianza, por rechazo, por ignorancia.

Hizo  un silencio. “Aunque uno podría llenar libros enteros con todo lo que no sé…”(3)


Imagen de Google





(1) Gary Jennings, Robert Gleason y Junius Podrug. Sangre azteca.
(2) https://es.wikipedia.org/wiki/Silencio_(sonido).
(3) Juan Gabriel Vásquez. La forma de las ruinas.

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