Nada. No sentía
nada. No sintió nada.
Y ahora... nada.
«Al día siguiente uno sigue siendo el
mismo —había escrito para su muñeca—, la misma cara bostezando frente al
espejo, los mismos ojos aburridos de mirar
Aquel rostro parecía decir: aquí hay un
hombre que ha sufrido, que ha sido abofeteado por la adversidad pero que, a
pesar de todo, sigue creyendo en la bondad esencial del hombre; aquí hay un
mártir que ha sonreído en medio de las llamas y que ha comprendido el profundo
sentido del sacrificio y la entrega.(1)
Foto JHB (D.R.A.)
(1) Santiago
Gamboa. Perder es cuestión de método.
(1) Santiago
Gamboa. Perder es cuestión de método.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario