miércoles, 27 de febrero de 2019

LOS PASOS DE LA MODERNIDAD


Para llegar a esta modernidad, la humanidad ha debido hacer muchos sacrificios, teniendo o no conciencia de su paso. En particular en todo lo relacionado con la ecología. Hoy todos somos ecologistas o ecológicos sin tener mayores nociones sobre el tema, pues nos dejamos llevar por los sabios de las redes sociales, en donde se puede pontificar sin necesidad de mayor estudio.

Me he preguntado cómo llegó el hombre a lo que es. Destruyendo y naturalmente construyendo, bien o mal. Los problemas ecológicos no son nuevos, sólo que hoy somos más conscientes de ellos. Si se retrotrae la memoria a la aparición del hombre y del fuego, por ejemplo, se comenzó la deforestación –a pequeña escala, dirán unos, porque éramos pocos-, pero allí se comenzó. Se necesitaba la leña para mantener el fuego. Para hacer un refugio más cálido se necesitó hacer casas, que eran de madera. Para llegar a la casa, el camino se convirtió en carretera, lo que implicaba deforestación. Para hacer una aldea y mantenerla se necesitó de la madera, de la agricultura, de los campos en dónde pastar. Y si sigue el pensamiento, la deforestación fue necesaria para la subsistencia humana que fuera proveyendo simplemente las necesidades humanas. Nadie midió las consecuencias. Y estamos hablando de más de diez mil años, si seguimos a quienes dicen que ese es el tiempo en que aterrizó el ser humano en este planeta. Y eso que no me quiero imaginar cuando estaban los dinosaurios, la parte en que esos grandes monstruos también debían hacer lo suyo; por alimentarse o por pasar por un bosque, debieron arrasar.

La modernidad entonces requiere sacrificios o es que nadie ha pensado en que el lugar en donde habita tuvo que ser devastado para construir? Y eso que la madera se dejó de utilizar como combustible hacer cerca de cien años, nada más. Y una represa que provee agua y luz? Y así puedo seguir per infinitum. Pero hoy, sin tener mayor conocimiento, nos rasgamos las vestiduras. Si no hubiera avanzado la civilización estaríamos en cavernas y todo lo que ello conlleva.

Dirán muchos muchas cosas de mí y de estas líneas, pero objetivamente es así. Para crear hay que destruir. Y hoy naturalmente se permite la destrucción pero más racionalmente, hay leyes para todo. Si se necesita hacer un edificio, naturalmente se exige la compensación del árbol, del prado.

Veo noticias sobre las talas ordenadas por la alcaldía y la culpabilidad del alcalde de turno, sin beneficio de duda. Sé que en Bogotá, al menos en la teoría, no se puede talar ningún árbol sin estudio y autorización previos, en el caso por parte del Jardín Botánico. Piden un parque y cuando se les da, la crítica llueve. Teóricamente árbol caído, hijo que debe sustituirle y si no se hace el parque, la crítica llueve. Allí está la razonabilidad de las noticias y de los chismes que circulan en redes sociales, implacables, sin fórmula de juicio –en las que he caído naturalmente-.

Concluyo entonces, si se respetara estrictamente el ecosistema no tendríamos pueblos ni ciudades, caminos ni carreteras, ni acueductos ni luz transportadas, no habría internet –menciono éste porque hoy es el principal distractor de la vida moderna y el que no puede faltar para los actuales moradores de este planeta, pues el resto puede faltar, según ellos mismos piensan-.

Si queremos ser modernos debemos aceptar parte del sacrificio que ello representa, naturalmente con una contraprestación equilibrada, como equilibrado debería ser nuestro pensamiento, nuestro razonamiento, nuestra conciencia.

Lo obvio era que allí se hacía preciso tomar decisiones arriesgadas o no avanzarían jamás. Sólo da pasos quien pone un pie delante del otro. Y sólo cañonea con verdadera capacidad de causar daño quien se expone a ser, igualmente, cañoneado.(1)

Óleo sobre papel, con espátula. JHB (D.R.A.)



(1) Alberto Vásquez. Medio hombre.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario