Dentro
de las tantas ideas que me vienen tan seguido, aunque algunos piensen que son
puras pendejadas de desocupado, a los que igualmente les concedo razón, me
surgió una inquietud de por qué no era posible tener un modelo de economía
determinado, aplicado si se quiere a un determinado país, que hiciera mejor la
vida tanto de pobres como de ricos.
Y por eso me concentré en los
economistas. Y para iniciar me valgo de una definición, jocosa pero al parecer
muy real: es un experto que mañana sabrá
explicar por qué las cosas que predijo ayer no han sucedido hoy. – Lawrence J. Peter-(1).
Pero
bueno, pensaba en cómo no era posible que hoy –al menos dentro de mi ignorancia
no he sabido que se haya hecho- no fuera posible hacer, con tanta tecnología e
información, un modelo aceptable para mejorar este planeta, o al menos este
país. El mundo es información, algoritmos, probabilidades, estadísticas,
proyecciones. Si se tomara la información económica de un determinado país, por
decir algo, de los últimos cincuenta años, se evaluaran durante ese período las
consecuencias que tuvo cada modelo económico usado, sus lados flacos, sus
fortalezas, desechando lo malo que tuvo cada uno y evaluando lo favorable o
bueno de los que así lo lograron y pudieran construir un modelo que alimentara
la economía de un país se podría llegar a mejorarlo más que ponerse a estas
alturas a seguir haciendo experimentos a costa de la gente.
Sí,
muy lindo, me dijeron cuando comenté el tema a algunos economistas y me bajaron
rápidamente de las nubes, replicando que se podía hacer, pero que el problema
no era ese, sino los ricos y los políticos –voceros pagados por los ricos- a
quienes no les interesaba tener un modelo ideal.
Siendo
así, quedé callado –aunque me gustaría que se hiciera el experimento- y terminé
mascullando mis locas ideas por mejorar a la humanidad o al menos hacerle un
aporte. Pero a todos los locos los desinflan de sus chifladuras cuando son
tocados por la realidad.
… porque las ideas no dejan de jugar ni en los momentos de descanso.(2)
Tomado de Google. gbeqh9.jpg |
[1] ¿Cuál es la primera ley de los
economistas?: por cada economista existe un economista igual y opuesto. ¿Cuál
es la segunda ley de los economistas?: ambos están equivocados. Y este otro: Si los economistas
en verdad fueran buenos para los negocios, serían hombres ricos, no los
asesores de los hombres ricos.” – Kirk Kerkorian.
[2] Milan Kundera. La broma.
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