viernes, 15 de noviembre de 2019

RASGARSE LAS VESTIDURAS


            El ser humano sigue desconcertándome. Hubo un enfrentamiento militar y hubo muertos de cada lado. En el de los malos, unos jóvenes. Y se armó la hecatombe periodística y de redes sociales por el asesinato de niños. Traté de abstenerme en opinar pero pudo más mi propia mala leche, que paso a explicar.

            En toda guerra hay muertos, sean directos, inocentes y entre éstos los colaterales. Como dijo Stalin y repito: para hacer una tortilla hay que romper huevos. Para imponer la paz, en medio de la guerra, está más que demostrado que hay muertos, muchos más de los deseados, pero así es la guerra y es consecuencia para la paz.

            En primer lugar, es lícito hablar de asesinato en medio de un conflicto si es producto de ese mismo conflicto? Creo que no, si se distingue entre muerte –más que genérico en el sentido impreciso de fallecimiento en lucha-, homicidio y asesinato. Homicidio es figura penal que si está agravada por ciertos ingredientes se convierte en asesinato. En la lucha, justa o injusta, entre un ejército y una guerrilla habrá muertos, necesarios para imponer la paz –qué contradicción conceptual tienen esos términos!-. Si la muerte es cometida por el ejército no hay represalia penal precisamente porque están defendiendo un sistema, justo o injusto. Pero periodistas y redes no entienden de estas cosas.

            En segundo lugar: que murieron niños guerrilleros, aunque periodistas y redes le quiten el calificativo. Sí, qué vaina, pero esa es la guerra. Me puse a pensar si  se me apareciera un muchachito, de cualquier edad, con un arma apuntándome qué haría? Pues lo natural, defenderme. Es él o yo, no hay otra alternativa, ni el diálogo ni preguntarle que me muestre la cédula para ver si puedo o no disparar por ser menor de edad. Es mera cuestión de sobrevivencia. Y lo que me llamó más la atención es que el culpable es el ejército y no la guerrilla que les reclutó, a las buenas o a las malas.

            Pero hemos de rasgarnos las vestiduras luego del hecho y hay que buscar a alguien para echarle el muerto. Y en esas estamos. Aclaro –aunque me importa un comino lo que opinen- que condeno masacres fuera del enfrentamiento, también los asesinatos, sean cometidos por cualquiera de los dos bandos.

            Y así, por un enfrentamiento –en cuanto haya sido legal, si se puede usar el término- los que no han disparado ni un tiro en su vida resultan juzgadores y verdugos de quienes se enfrentaron a una realidad, ellos o el enemigo. Esa es una carga para periodistas y secuencia de los avances tecnológicos que crearon las redes sociales insaciables, carniceras e irresponsables.

Marco Craso, si quieres conseguir algo que supones va a tener oposición, hay que pedir más de lo debido. La oposición se indigna tanto por lo suplementario que acaba por perder de vista su rechazo a la primera medida (1).


Tomado de Google.(2)

(1) Colleen McCullough. Favoritos de la Fortuna.
(2) https://www.google.com.co/url?sa=i&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwiUt_2ov-zlAhWGwFkKHTHCAqMQjhx6BAgBEAI&url=https%3A%2F%2Farchive.4plebs.org%2Fx%2Fthread%2F18827422%2F&psig=AOvVaw2G_Brxu4-b4BNaqGVuU8_H&ust=1573916847103528

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