miércoles, 27 de noviembre de 2019

PODER DE EXPRESIÓN



            No poder decir lo que uno realmente piensa es un gran pecado, especialmente impuesto por el qué dirán, por la presión social, por oponerse a una mayoría ficticiamente asentada.

            En esas estamos, ocultando nuestro pensamiento y supongo que nuestros ancestros también lo sufrieron con mayor intensidad.

            Poder decir sin vergüenza lo que realmente quiero, poder expresar una opinión personal, poder oponerme porque a mí no me gusta o porque creo que debe ser diferente. Pero el poder radica en el prójimo, en el poder de rechazo nacido de una imposición ajena y vaporosa, nacida de quién sabe dónde, pero simplemente impuesta. Imposibilidad de expresión por el qué dirán ajeno, que ni nos mantiene ni al que le debemos cuenta, pero que nos hace sentir vergüenza, nos hace sentir rebeldes, nos ruboriza, nos hace sentir diferentes.

            Esa imposibilidad de poder expresar un sincero pensamiento ante la posibilidad de ser excluidos, de ser sometidos al bulin del prójimo que también está imposibilitado de expresar su querer pero que ya están esclavizados por una mayoría imaginaria.

            Poder expresar un no quiero, un no estoy de acuerdo sin rubor alguno, sin temor de discriminación y de rechazo. Eso es lo que nos está faltando. Nos hace falta perder la vergüenza para expresar eso que realmente queremos, mandando al carajo la opinión de los otros, de la mayoría, de esos otros que tampoco se pueden expresar, como se debería expresar, sin llegar naturalmente al fanatismo ni al vandalismo.

            Por eso creo que el eufemismo nos está matando, porque la expresión íntima ya no es posible expresarla, salvo de viejo –y eso con resquemor- cuando ya uno no tiene mayor cosa qué perder.

…es un olvido interesado. Así que no es olvido: es la supresión de una verdad incómoda. El ejemplo perfecto de una conspiración exitosa.(1)

De Facebook. 207c8bce140f73a-a-nw-p.jpg

(1) Juan Gabriel Vásquez. La forma de las ruinas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario