viernes, 4 de marzo de 2022

SATURACIÓN

             Hay momentos en que Internet nos satura y nos convierte en autómatas mirando una pantalla, pasando de un lado a otro, sin mirar, sin siquiera ver. Nos estamos convirtiendo en verdaderos autómatas.

 

            Hay días en que así me siento. Entrar a Facebook y comenzar a leer los primeros mensajes, luego automáticamente vamos pasando y pasando y pasando, sin darnos cuenta de ese acto, simplemente pasando de un lado a otro y el tiempo pasa y pasa. De Facebook a Instagram, de Instagram a Whatsup, y pase de un lado a otro, sin ton ni son, mirando sin siquiera ver, sin notar todo el tiempo que ha pasado.

 

            Y hay días en que sentimos incomodidad, son los días que anuncian que ya estamos saturados, pero como verdaderos viciosos continuamos de un lado a otro, hasta sin darnos cuenta, esclavizados por Internet, pasando el tiempo inútilmente, sin darnos cuenta, aún sabiéndolo.

 

            Y cuando ya el cansancio vence, cuando vemos lo improductivo del tiempo, nos preguntamos y yo qué estoy haciendo? Poniéndome al día? De qué? Para qué? O a quién le importa? Ese tiempo fácilmente lo pude ocupar en otras cosas más productivas, así sea echándome un sueñito. Pero vicio es vicio, esclavizados, sin saberlo, aunque al mismo tiempo conscientes de ello, pero como buen vicioso, seguimos y seguimos. Ver si alguien actualizó Facebook, o Instagram o whatsup, como si nos interesara, o será que allí está precisamente nuestra banalidad? O simplemente como un mecanismo de hacernos notar, de que sepan que aún existimos o, también cabe la pregunta, diciéndole al mundo que no somos anónimos, que queremos que sepan que existimos.

 

            Esclavizados estamos, sabiéndolo, pero no nos importa, porque es la esclavitud de moda y tenemos que estar al día antes de que alguna red se dé cuenta de nuestra inactividad y nos anuncie que hace un buen rato no las hemos revisado, como si importara.

 

            Eso es la modernidad y allí estamos cabizbajos, perdiendo el tiempo. Sí, nada más que perdiendo el tiempo, habiendo otras cosas qué hacer, así sea una siestecita que nos llevará al mundo de los sueños, al menos eso resulta más productivo, me digo. Mejor me voy a ver Netflix y a cabecear un rato, porque también me ha cansado la búsqueda por Netflix, porque pareciera que ya lo he visto todo.

 

No quisiera morirme sin saber qué ocurrió y por qué.[1] 

Tomado de Facebook
275048434_507037551085755_2542529491974843117_n



[1] El hombre sonriente. Henning Mankell.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario