viernes, 15 de julio de 2022

MI PRIMERA VEZ

                 Sin darnos cuenta estamos llenos de primera vez (o si se quiere también, de mi primer día), los cuales acaecen a lo largo de la vida, sin que nos demos cuenta pero que de alguna manera quedan grabados como la primera vez, a pesar de que después puedan convertirse en rutina.

 

                La primera vez que se fue al colegio, a la universidad, que se besó, que se subió solo en un bus, que se montó en tren o en avión y hasta en globo. La primera vez que se cogió una mano, que se tuvo la primera novia, el primer beso, la primera vez que se casó, que tuvo el primer hijo, del que se consiguió el primer trabajo.

 

                Y hay veces que esa primera vez es única, como cuando se nace o se muere, o se vuelve uno pensionado, experiencias que no se pueden repetir porque son la única y primera vez que ocurren.

                 Y hay primeras veces que resultan fallidas o que quisieron ser pero nunca lo fueron.

                 Pero siempre hay una primera vez, en todo y para todo.

                 Dirán que son pendejadas mías, lo son. Pensamientos que se me atraviesan en los momentos de desocupación que me hicieron pensar en algunas primeras veces, las que recuerdo con sonrisa socarrona (y me imagino a más de uno recordando esa primera vez, con sonrisa socarrona, naturalmente). Son esas primeras veces que se guardan en lo profundo, pues por ahí leí: G. K. Chesterton en la que un personaje le hace a otro esa misma pregunta y el otro responde: «Si tú no eres capaz de guardar ese secreto, ¿cómo quieres que te lo guarde yo?».[1]

 ¿Y qué?

Pienso en lo que pienso, no puedo remediarlo, ¿no?[2]

Tomado de Google
2e0f025c0351df89df6746c7fc739480



[1] Independencia. Javier Cercas.

[2] La muerte del padre. Karl Ove Knausgård

No hay comentarios.:

Publicar un comentario