viernes, 7 de octubre de 2022

HISTORIAS

                Todos tenemos nuestras historias. No es una, son muchas y entre más viejos, ellas se convierten en demasiadas.

 

                Historias de vida, de amor, de dolor, de sufrimiento, de enfermedad, de cariño, de gozo, de sapiencias, de odio, de caídas, de desamores, de tantas cosas y no nos damos cuenta hasta que alguien menciona que somos un libro de historias, con diferentes capítulos, de todos los colores, de lágrimas y llantos, de risas y de sonrisas, picaronas y de recuerdo.

 

                Estamos llenos de historias y no lo sabemos, hasta que alguien nos recuerda que somos un libro lleno de cuentos, pero que no todos pueden ser contados o leídos, porque algunos son vergonzantes, otros vergonzosos y hasta libidinosos; algunos otros para ser oídos en el silencio, para ser compartidos en la soledad, para unos solos vistos, son las historias que se conservan en la intimidad, la historia de reserva, aquella que se ve en la distancia con ese sabor de distancia, tal vez con sonrisa distante, cargada de recuerdos que son para uno solo, pero que no dejan de ser historia, así no sea contada, y no dejan de estar en el libro de nuestra historia, porque son nuestras historias.

 

«Son como sueños», pensó, «he tomado la verdad con toda su pureza y la he deformado en mi imaginación». Seguramente era eso lo que había ocurrido.[1]

Tomado de Facebook
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[1] La colina de los cuervos. Peter Robinson.

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