Qué es el ahora? Me dio por preguntarme. Retórica pregunta, específicamente humana. Ni los perros ni las moscas lo saben, ni les importa y tal vez sea ese el misterio de su propia felicidad. No sé si tengan recuerdos del ayer o la esperanza del mañana. Andan en su eterno ahora. Por eso, repito, deben ser felices.
Pero
bueno, la pregunta, retórica por demás, sigue siendo qué es el ahora. El minuto
que acaba de pasar es y fue el ahora, ahora mismo. El minuto que está en
progreso es y será el ahora inmediato.
Eso
me lleva a pensar que ese ahora preguntado es relativo, aún sabiendo que al
hablar de ahora estoy hablando de presente. Así como hay pasado inmediato, debe
haber un presente inmediato que, en otras palabras sería el futuro inmediato o,
si se quiere, el ahora que acabó de pasar hace segundos y el que viene en los
próximos segundos. Supongo que la física cuántica tendrá su respuesta, lástima
que no tengo ni idea de eso.
Ya
lo sé, ya me estoy enredando y todo por una pregunta retórica -como lo siguen
siendo las mías-, que no tienen respuesta -también lo sé, como todo lo que me
pregunto-, o tal vez tengan muchas respuestas, unas verdaderas, otras falsas,
otras no tanto, como todo lo que ocurre ahora que escribo, que el inicio ya fue
pasado inmediato y antes de él, lo que tuve en mente previamente y lo que no he
escrito, que al ser escrito se está convirtiendo en mi futuro inmediato.
Toda
una galimatías que, visto sin el ahora, hubiera generado felicidad, como en la
mosca o el perro, que no se preguntan qué es el ahora.
Nadie echa en falta lo que nunca ha conocido.[1]
[1] Historia de Dios en una esquina. Francisco González Ledesma.
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