lunes, 17 de junio de 2024

DESEQUILIBRIO DE LA NATURALEZA

             Me entretuve viendo un documental relacionado con la cacería de lobos, de jabalíes, dada su proliferación. De igual manera hablaban de la invasión de los rododendros o azalea, de bella flor.

             Eso me llevó a recordar la abundancia que hay de una flor que se llama ojo de poeta, bastante bonita en conjunto, pero que resulta ser una parásita que se convierte en invasora y mata a quien le ha dado hospedaje.

             Retomando, hablaban en el documental del exceso de ciervos que había en alguna región del planeta que por la cantidad estaban haciendo estragos por la zona y todo porque el mismo ser humano había eliminado sus depredadores, los que mantenían el ecosistema equilibrado, los lobos. Y lo mejor de todo era que los lobos eran originarios, mientras los ciervos habían sido traídos de otros lugares del planeta (Ay, son tan bonitos, llevémonos uno para la finca -a lo Pablo Escobar-).

             Es así como el invasor se vuelve depredador (en el caso del ciervo porque arrasa con el medio ambiente vegetal) o, en el mismo caso, el invasor que se queda sin depredador (el mismo ciervo sin lobo) generando un desequilibrio que deja de ser natural y eso me hace acordar del pez león que fue importado y ahora hace de depredador sin dios ni ley (aunque ya dicen que es una delicia gastronómica, como el venenoso pez globo, cada cual con su gusto).

             Y todo el mal va hacia un solo responsable, el hombre, aquél que le dio por traer un animal o una planta que no es nativa a otro hábitat sin pensarlo, sin analizarlo, nada más Escobar trayendo los hipopótamos y solo por vanidad personal.

             La conclusión es que toda especie necesita del correspondiente depredador para mantener un equilibrio en el planeta y de eliminar al depredador el desequilibrio ambiental que se genera es grande, a pesar de no ser notorio, pues a nadie le preocupa el tema.

             Y ese responsable todavía no se ha dado cuenta que tiene a su depredador dentro de su misma especie, bien lo decía Hobbes[1]: el hombre es el lobo del hombre, afortunada o desafortunadamente? Y lo más curioso de todo, los gobiernos gastando plata para mantener ese ecosistema.

 Todo es cuestión de equilibrio, me digo. 

¿Cuántas cosas ocurren en nuestra vida simplemente porque no damos un paso atrás en el momento justo?[2]

Tomado de Facebook
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[1] Vale precisar, según don Google: Homo homini lupus (el hombre es un lobo para el hombre). Esta frase la popularizó el filósofo inglés Thomas Hobbes en el siglo XVII, aunque en justicia hay que atribuírsela al comediógrafo latino Plauto, quien la introdujo por vez primera en su obra Asinaria allá por el siglo III antes de Cristo.

[2] El ojo del grillo. James Sallis.


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