Había
sugerido un listado de lo que me molestaba. La semilla quedó sembrada y por
cualquier razón, por desocupado supongo, me dio por pensar de qué me arrepentía
en la vida. Cambié la molestia por el arrepentimiento, para ver hasta dónde
llegaba.
En
mi cabeza empezaron a surgir las diversas etapas de mi vida, especialmente la
ocurrida después de la adolescencia -iba a decir que de mi madurez inicial pero
algo me dijo que si alguna vez maduramos, partiendo de la base de que me
refiero a un período de mi vida, madurez podría no ser un término preciso-.
Y
pensaba con esto si valía la ,pena hacer un listado de las cosas por las cuales
me arrepentía, no sé si ya en mi madurez, si es que algún día maduramos.
Porque
el listado de cosas (no de arrepentimientos) podía ser tan larga como el
listado de las que me podían molestar y dejé por unos momentos divagar mi mente
-con lo difícil que me cuesta- y pasaron muchos años por mi mente, pasaron
situaciones con su consiguiente circunstancia y pasaron por mi recuerdo casi
cincuenta años de mi vida, en las que sucedieron cosas que pudieran llevar a
considerar que ameritaban el arrepentimiento, tantas cosas que pasaron…
Sí,
tantas cosas pasaron, como han pasado los años y ya en esta vejez me veo
rodeado de recuerdos, un listado imaginario hice respecto de cada uno de ellos
que por mi misma expresión expresaba rechazo, resignación y una que otra pícara
sonrisa que a las claras me delataban y que claramente decían que no había
arrepentimiento alguno, porque los goce.
Como
sea, todo este discurso me llevó a pensar que sería tiempo perdido si me ponía
a hacer tal listado -igual que el otro propuesto-, por una sencilla razón, para
bien o para mal, las situaciones se presentaron, sucedieron las cosas y ya hoy
sería como llover sobre mojado, pues qué interés habría para ponerle el
calificativo de arrepentimiento, si lo pasado pisado y hoy solo puedo pensar en
ello como una experiencia más de vida y mal podría arrepentirme hoy de la vida
que hasta el momento he llevado.
… pero nunca había
sido muy expresivo ni muy dado a las muestras de cariño; él venía de una época
en la que los gestos se economizaban: pocos besos, pocos abrazos.
Tomado de Facebook
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