lunes, 18 de noviembre de 2024

DÍAS

                 Hay días en que son locos, que no son lo que previamente fueron programados, no siguen el libreto que previamente se había escrito, no hacen caso, es decir, toman su propio rumbo.

                 Que era para la derecha, pues no, tenía que ser para la izquierda; que dos pasos adelante, pero no, dos para atrás y uno adelante y otro al lado, a su propio paso.

                 En un día planeado, bueno, no tan planeado, como cualquier día pero con una imagen previa de lo que iba a ser, sencillo, hacer esto y luego lo otro con un clima medianamente predecible y después ir allí, pasar por allá, retomar el camino y terminar el día, sin sobresaltos.

                 Pero hay días como éste que no se acomodan al libreto, hizo los cambios sin advertencia y sin anuencia del libretista, se acomodó como quiso, pero he de confesarlo, hizo lo que quiso sin mi querer, pero me tocó acceder, si no el día hubiera sido diferente, como cualquier otro día, bien diferente. 

Hace tiempo que Keller opina que hay que ser afortunado para ser bueno, pero no hace falta ser bueno para ser afortunado. Aunque a veces la suerte está de tu parte. No tiene nada que ver con lo que hayas hecho o no hayas hecho, y puede llegar de los lugares más inesperados.

Si no fuera por la mala suerte no tendría ninguna suerte[1].

Tomado de Facebook
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[1] Una muerte roja. Walter Mosley.


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