lunes, 25 de noviembre de 2024

TURISMO…

                         No sé cómo denominar al turismo (o seudoturismo) que se realiza en búsqueda de plata por la morbosidad del turista, en que se encumbran situaciones de baja ralea, por mí calificado así, en donde se destaca la bajeza del ser humano.

                         Me refiero a ese turismo que se ha implantado de mostrar en una determinada ciudad las bajezas humanas, resaltando a los criminales, elevándolos a tronos, como aquella de mostrar la casa en donde vivió Pablo Escobar, el edificio que le volaron, los lugares sórdidos y tenebrosos de esa industria que nos invadió. Pensé que era solo en este país en donde se pagaba por cosas tan grotescas. Pero vi un documental de la DW en donde en Lituania, si mal no estoy -pues no debo confiar mucho de mi memoria-, en que en una cárcel que los rusos hicieron durante su invasión eran llevados los turistas -previo pago, claro está- para que vieran los horrores de esa época. Lo curioso del caso era que los turistas eran disfrazados de prisioneros, los hacían formar, arrastrar y mostrar todas las bajezas del imperio comunista y lo más gracioso era que los turistas eran felices siendo tratados como presos. Eso ya fue el colmo de la humillación y por qué no decirlo, de la estupidez. Pero es natural que la estupidez ajena genere ingresos al vivo que vio el negocio.

                         Sinceramente no entiendo ese tipo de turismo que no debería resaltarse y no me vengan con el cuento de que quien no conoce la historia está condenado a repetirla, que en este caso está condenado a repetirla por estúpido, pagar por cosas que no glorifican a la raza humana, como si aprendiéramos del pasado.

                         Pero así somos los seres humanos, morbosos hasta morir. 

Todos dicen que el LRA es cosa del pasado, que hay que pasar página. ¿Puedes creerlo? A nadie le importa una mierda lo que nos pasó.

—Esas heridas son nuestras. Los que llegaron después tienen derecho a no querer recordar.[1]

Tomado de Google


[1] Antes de los años terribles. Víctor del Árbol Romero.


1 comentario:

  1. Eso no es ni turismo ni morbo. Es la descomposición de los valores para vivir en comunidad,en donde, el malo y sus actos se admiran y el bueno es el pendejo que se aguanta

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