Sé
que los tiempos cambian, a pesar de que mi forma de ver el mundo no lo haga.
Por
causalidad o por aburrimiento, como se quiera, di con el reinado de miss
universo celebrado este año en Méjico. Variopinto panorama.
Unas
cuantas barbies compitiendo. Otra que ya es madre -cosa contradictoria porque
de miss pasaría a missis, digo yo- y de 38 años, si no oí mal, lo que supone
que ya no son las quinceañeras de antaño. Otras, una que otra me digo, feas
como ellas solas, aquí si no uso la elusión y creo que hasta una sorda, me
pareció haber oído, pero para mi gusto el conjunto era de feítas, si sigo con
el estereotipo de tantos años aprendido. Reconozco que unas cuantas estaban
buenas y una que otra bonita (sé lo que
he escrito, pero qué se puede hacer si soy un estereotipo de otros tiempos).
Tal
vez por eso había dejado de ver reinados de belleza, hacía como treinta años
que no los veía y siguiendo con mis prejuicios o mis gustos, como se prefiera,
prefiero los de antaño.
Las
edades de las participantes me llamó mucho la atención. Había una cuarentona y
de las ciento veintipico solo había como cinco menores de veinte. La mayoría
superaban los treinta, quién lo diría. Por eso no me puse en la tarea de
averiguar si todas eran mujeres mujeres, si había colados, porque en esta
actualidad todo puede suceder, ya nada nos deslumbra pues ahora supe que hay
personas sin sexo y no sé qué más vagabunderías (como se ve, soy del siglo
pasado en ciertos temas y en otros puede decirse que soy hasta medieval, qué le
vamos a hacer).
Lo
que no ha cambiado para nada es la ronda final de preguntas, todas ellas
estúpidas, como lo son las respuestas. Hoy todas son ecológicas, sudan
naturaleza (sin haber conocido la profundidad de los bosques) y medio
ambientalistas y recitan discursos que ni ellas mismas entienden pero que
funcionan para tales efectos. No falta la cita al empoderamiento femenino, a la
lucha contra el hambre, a la protección de la niñez, la inclusión y el resto de
blablablá que solo demuestra ignorancia o si se quiere conocimiento para
ocultar aquella.
Pero…
mejor me modero aunque siguen siendo las mismas estupideces de todos los
tiempos.
En
fin, fue un buen momento que disfruté para ser criticón y ver que en este mundo
a pesar de cambiar constantemente no ha cambiado mucho.
Los personajes son lo que son y se transforman
en lo que se transforman, no sólo porque actúan como actúan, sino porque
piensan como piensan y, sobre todo, porque hablan como hablan, sin olvidar los
comentarios del autor (o de los «autores») de la novela.
Estoy de acuerdo, además para ver un "trans" ganar eso acabaría con mi secreto deseo de "conquistar" con una "Miss Universo"
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