Información o recuerdo que llega sin motivo, sin razón y termina uno preguntándose y a qué viene este recuerdo o esta información, si es recuerdo o información, insignificante, inútil por decir lo menos, como cuando recordamos que (a+b)2=a2+2ab+b2, cincuenta años después de haber presentado el último examen de álgebra y lo peor es que aún queda la duda de si la respuesta era esa, porque en matemáticas, a pesar de la precisión siempre perdura la inquietud, tanto así que en materia de tarjetas de crédito es perdido el tiempo ponerse a calcular el costo del dinero y las razones por las cuales el saldo nunca baja como uno quisiera.
O que le
llegue a uno el recordatorio mental que el 17 de diciembre próximo se cumple un
año más del fallecimiento del Libertador, información que fuera de demostrar
algo de cultura, no contiene valor agregado alguno para la vida real, es decir
que ni quita ni pone para la vida diaria.
…
a veces salen a la luz recuerdos inesperados, se abren de par en par puertas
tras las que hay escenas, sonidos, rumores, voces, a veces hasta olores largo
tiempo olvidados.[1]
[1] Las perfecciones
provisionales. Gianrico
Carofiglio.
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