miércoles, 23 de mayo de 2018

CON QUÉ CARA ME ECHAN


… en este país uno sólo es alguien cuando alguien más quiere hacerle daño.(1)

Tengo tres vacas, dos gallinas y un perro. Es mi patrimonio con la tierrita que me provee de alimento, sustento y albergue. Me piden que abandone esa tierra, que deje mis animales y el cultivo porque la madre naturaleza va a hacer de las suyas. Eso es lo que dicen, que es culpa de la madre naturaleza, nunca admitirán que fue por culpa de su irresponsabilidad, sus malos cálculos, sus negocios torcidos. Pero soy yo el que debo irme de mi tierrita, abandonarlo todo, porque si no lo hago soy un mal ciudadano, un inconsciente, pero no saben que no puedo abandonarlo todo, porque me quedo sin nada. Me prometen llevarme a un albergue, sin mis animales, abandonando mi tierra, pero solo por unos días –según dicen, pero esos días se convierten en eternidades-, sin que lo hayan expresado así, pero es mientras sea noticia, luego me abandonarán a mi suerte y no me dejarán regresar, porque hay riesgo, para ellos, aunque digan que se preocupan por mí. Me prometen que me prestarán plata pero no son conscientes de que no podré pagar y así, me quitarán mi tierra, me quedaré sin mis animales, sin nada, bueno, quedaré con la deuda, pero sin nada. Si me voy al albergue estaré allí durante un mes –si acaso-, mientras sea noticia, allí rumiaré el futuro más incierto que haya tenido, porque sin tierra ni animales ese futuro mío será más oscuro que las noches en un albergue. Nadie oirá mi pena, a nadie le importará porque los que decidieron no han perdido nada y una vez pase el peligro, dejaré de importarles aún más. Insisten en que me vaya, con promesas de políticos, como si no los conociera a pesar de que se llamen técnicos; son las mismas promesas, promesas que nadie cumplirá. Luego seré un desplazado sin futuro, sin el poco futuro que me aseguraban mis animales y mi tierra y aún así quieren que desaloje lo que es mío y lo que no volverá a serlo, si me voy. No puedo irme y abandonar todo, abandonar mi vida por darle gusto a unos cuantos que ocasionaron el daño, para ocultarlo, para minimizarlo, para tener a quién echarle la culpa. Me niego a desalojar, es preferible morir a no tener futuro, porque en este país las promesas no se cumplen, nunca se han cumplido, nunca se cumplirán.

Esto es lo correcto, es lo decente, aunque uno ya no sabe qué quieren decir esas cosas en este mundo. (2)

Foto: JHB (D.R.A.)


(1) Juan Gabriel Vásquez. Las reputaciones.
(2) Juan Gabriel Vásquez. La forma de las ruinas.

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