Si este país fuera serio, dejaríamos que los
indignados expresaran su indignación como les diera la reverenda gana y no como
mandan las falsas, dobles y buenas costumbres.
Ahora bien, si este país fuera serio, no sería Colombia.
¡Ni por el chiras!(1)
Indiferencia,
qué puedo hacer ante la indiferencia, si no es mi indiferencia, si es la
indiferencia del empleado que no quiere saber nada de mi petición, ni siquiera
la lee, le soy indiferente tanto como él lo es para mí, mientras no lo
necesite.
Indiferencia la mía ante circunstancias que se
escapan de mi dominio, ante lo cual nada puedo.
Cómo limpiar la basura que los gringos, rusos y
otros llenaron en el espacio? Como limpiar el petróleo que dicen derraman en el
mar? Cómo tapar la capa de ozono con un manto que lo vuelva invisible a la
radiación solar? Como hago para que las autoridades no sean indiferentes ante
mis reclamos o los ajenos?
Impotencia es la consecuencia, que también
inicia con in, como la intemperancia que me da, como el deseo de coger a pata a
todos esos indiferentes y poderles gritar en la cara: hijodeputas, para que dejen de ser indiferentes, para no sentirme
impotente, pero ni siquiera eso sirve de algo, ni siquiera de desahogo y
todavía me siguen llamando indiferente? Lo soy, es cierto, porque soy impotente
ante esta sociedad que no me ha dejado salir de esa intemperancia a la que he
sido sometido por la ignorancia de otros.
Pero también me he vuelto indiferente con el
vecino, con el mendigo, con el que no sea yo, no vaya a ser que por metido
salga pagando platos ajenos, por eso mi indiferencia.
Y entonces me veo en una dualidad: mi
indiferencia ante los demás y la indiferencia de los demás.
Tal vez por eso prefiera no salir, quedarme
alejado, esperando mis últimos años sin que nadie me joda, para no tener que
joder a nadie.
Y qué mosca le
picó? Oigo
decir. Por qué tan emberracado? Me
limito a sonreír, porque es todo y nada, cosas que tenía ganas de escribir sin
eufemismo, como saliera!
Pero el destino reserva múltiples
sorpresas a los hombres y obstaculiza sus mejores propósitos.(2)
Foto: JHB (D.R.A.)
(1) Esteban
Carlos Mejía. RABO DE PAJA. Si
este fuera un país serio. https://www.elespectador.com/opinion/si-este-fuera-un-pais-serio-columna-813610
(2) Andrés Rueda.
Franco, el ascenso al poder de un dictador.
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